Capítulo 38

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Evie.

A medida que la noche avanza, mi nerviosismo va en aumento. Sé que, en algún momento, tendré que hablar con él, pero no sé cómo ni cuándo. Rafe parece estar consciente de mi presencia, aunque no ha intentado acercarse. Cada vez que lo miro, noto pequeños gestos que me preocupan: un paso inestable aquí, una risa demasiado fuerte allá. No está completamente fuera de control, pero claramente no es él mismo esta noche.

La noche está cerca de acabarse, por lo que decido que es el momento, ya no puedo soportar más la incertidumbre. Me armo de valor y decido enfrentar la situación, antes de que sea demasiado tarde.

—Voy a... salir un momento —Le digo a Sarah de forma casual, intentando que no note mis intenciones.

—¿Quieres que te acompañe?

—No, estoy bien. Solo necesito un poco de aire.

Sarah parece dudar, pero finalmente asiente. Aprovecho que parece que todos están distraídos y me alejo de la pista, caminando con decisión hacia donde está Rafe, que se encuentra cerca de la mesa con bebidas. Mi corazón late con fuerza mientras atravieso la multitud, sintiendo el peso de la noche y todo lo que ha quedado pendiente entre nosotros.

—Rafe, ¿podemos hablar?

El me mira y noto como hay algo en su mirada que no me cuadra. Suelta la bebida que tiene en su mano y él asiente sin decir nada. Le convenzo y nos alejamos del gimnasio quedando en el aparcamiento del instituto, apoyados sobre su coche.

Rafe se frota la nuca, claramente nervioso. Lo conozco lo suficiente como para saber que detesta mostrarse así de vulnerable, pero aquí estamos, bajo las luces débiles del aparcamiento, mientras me mira con una mezcla de arrepentimiento y desesperación.

—No sabía si ibas a venir hoy... —Le confieso comenzando la conversación.

—No quería que las cosas fueran así. No quería que me vieras así. —Dice al fin, su voz más suave que antes. —Pero tuve que tomar unos tragos para atreverme a venir aquí.

—La que se ha equivocado soy yo... —Le miro a los ojos y noto como los suyos recuperan algo de brillo. —Lamento haberte ignorado durante esta última semana. Tuve un enfrentamiento con Asher... y sinceramente me sentí insegura sobre mi misma. Creí que me habías utilizado para...

—No, no. Eso nunca. —Dice interrumpiéndome. Rafe se queda en silencio, su respiración se vuelve pesada por un momento.

Veo en sus ojos que lucha por encontrar las palabras correctas, por expresar lo que siente, pero no es fácil para él.

—Sé que no tengo buena fama en la isla, y la verdad es que me lo he ganado porque me he portado mal con mucha gente como con tus amigos los pogues... Pero cuando te dije que quiero cambiar es verdad.

Esas últimas palabras salen casi como un susurro, pero resuenan en mi cabeza. Me duele tanto haber llegado a este punto, pero al mismo tiempo, no puedo ignorar lo que siento por él.

—Rafe... —Susurro, sin saber cómo continuar. Las palabras no me salen.

Me mira fijamente, y en ese instante, algo en mí se derrumba. Sin pensarlo dos veces, me acerco y lo beso. Lo beso con todas las emociones que he estado guardando, con la tristeza, la frustración, y también el amor. Él responde al instante, sus brazos rodean mi cintura y me atraen hacia él.

El beso es largo, apasionado, y, por un momento, me olvido de todo lo demás. Estamos solos aquí, bajo las estrellas, sin que nadie nos vea. Solo nosotros dos, tratando de encontrar el camino entre el caos. Cuando finalmente nos separamos, nuestros rostros están a escasos centímetros.

Let me go || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora