Capítulo 25: Retrato

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   La investigación emprendida por Fabrizio, lo lleva a Gerli, a una vieja casa, con el frente maltrecho y descuidado de un vecindario tranquilo. El agente policial intenta reconstruir un caso cerrado desde hace mucho tiempo: Modvaz Malika, la joven adolescente que había sido asaltada, golpeada y luego de ello, decidió acabar con su vida.

  Golpeando la puerta de esa residencia, el policía es sorprendido por un señor entrado en años, quien abrió la hoja y en sus ojos puede percibirse el asombro que su visita le causa al verlo allí. Entonces Fabrizio pregunta:

_ ¡Disculpe! ¿Aquí vive... _ tomando un papel plegado a la mitad, lo abre y leyendo para sí mismo el contenido, completa la pregunta _ ... Modvaz Angélica? _

  El hombre en la entrada de la casa, no es otra persona más que "Zorro" y respondiendo a la pregunta del agente, dice:

_ Un agente de la policía, busca a "Angelita"... ¿Bajo qué concepto? ¡Si puedo saber! _

  A Fabrizio le es insólita esa respuesta, en su mente de policía corrupto y desfachatado, ese comportamiento es inadmisible, pero apelando a su parte hipócrita, responde con total normalidad:

_ Necesitamos de su presencia en una indagatoria acerca de un asunto pendiente. ¿Puede pedirle que se apersone y colabore con esta causa? ¡Por favor! _

  Ricardo no sabe que Angélica no se encuentra en su casa, pues él había llegado hacía un par de minutos, antes que el policía golpease a la puerta:

_ Veré si ella se encuentra en casa _ responde el hombre.

  Permitiendo el acceso del policía al interior de la casa, "Zorro" se pierde en el pasillo que da al otro lado de la residencia, dejando a Fabrizio en el living.  Recorriendo ese espacio, el agente observa las fotografías apoyadas sobre uno de los muebles que decoran la sala. Puede ver a una mujer rubia de ojos pardos, junto a una pequeña niña, en sus brazos. Cerca de la chimenea, las fotos son otras, una niña de unos cinco o seis años que posa junto a un pastel de cumpleaños. Junto a esa fotografía, el retrato de la misma niña, ya adolescente. Fabrizio tiene un recuerdo fugaz, y la expresión en su mirada se torna desconfiada:

_ ¡Son agradables! ¿Verdad? "Angelita" siempre conservó las fotografías de su pequeña Malika! _ comenta Ricardo, al regresar por el pasillo que conecta al otro lado de la casa.

  Fingiendo desconocimiento, Fabrizio pregunta:

_ ¿Usted dijo: "conservó"? Acaso la niña de la fotografía... ¿Ha fallecido? _

_ ¡Así es! Malika tomó la triste decisión de suicidarse, hace unos años atrás _ confiesa Ricardo.

  Tomando la fotografía de la adolescente entre sus manos, observa cada rasgo, sus ojos color amatista, sus labios pintados de rosa, la sonrisa y la expresión entristecida de su mirada. Para memorizar al detalle aquella imagen.

  A Ricardo esa actitud le parece sospechosa, entonces pregunta:

_ ¿Usted conoció a la pequeña Malika? _

  Elevando, lentamente, la mirada, Fabrizio responde:

_ ¡Jamás la he visto! Sólo me parece que ha sido una joven muy bella que ha tenido un triste final _

  La promesa del agente en regresar, fue el recado que "Zorro" trasladó a Angélica, quien regresó a su hogar por la noche:

_ ... Lo extraño fue, que el agente observó la fotografía (señalando a cuál se refería) con una mirada de haber reconocido a tu hija, Angélica _ comenta Ricardo.

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