La investigación emprendida por Fabrizio, lo lleva a Gerli, a una vieja casa, con el frente maltrecho y descuidado de un vecindario tranquilo. El agente policial intenta reconstruir un caso cerrado desde hace mucho tiempo: Modvaz Malika, la joven adolescente que había sido asaltada, golpeada y luego de ello, decidió acabar con su vida.
Golpeando la puerta de esa residencia, el policía es sorprendido por un señor entrado en años, quien abrió la hoja y en sus ojos puede percibirse el asombro que su visita le causa al verlo allí. Entonces Fabrizio pregunta:
_ ¡Disculpe! ¿Aquí vive... _ tomando un papel plegado a la mitad, lo abre y leyendo para sí mismo el contenido, completa la pregunta _ ... Modvaz Angélica? _
El hombre en la entrada de la casa, no es otra persona más que "Zorro" y respondiendo a la pregunta del agente, dice:
_ Un agente de la policía, busca a "Angelita"... ¿Bajo qué concepto? ¡Si puedo saber! _
A Fabrizio le es insólita esa respuesta, en su mente de policía corrupto y desfachatado, ese comportamiento es inadmisible, pero apelando a su parte hipócrita, responde con total normalidad:
_ Necesitamos de su presencia en una indagatoria acerca de un asunto pendiente. ¿Puede pedirle que se apersone y colabore con esta causa? ¡Por favor! _
Ricardo no sabe que Angélica no se encuentra en su casa, pues él había llegado hacía un par de minutos, antes que el policía golpease a la puerta:
_ Veré si ella se encuentra en casa _ responde el hombre.
Permitiendo el acceso del policía al interior de la casa, "Zorro" se pierde en el pasillo que da al otro lado de la residencia, dejando a Fabrizio en el living. Recorriendo ese espacio, el agente observa las fotografías apoyadas sobre uno de los muebles que decoran la sala. Puede ver a una mujer rubia de ojos pardos, junto a una pequeña niña, en sus brazos. Cerca de la chimenea, las fotos son otras, una niña de unos cinco o seis años que posa junto a un pastel de cumpleaños. Junto a esa fotografía, el retrato de la misma niña, ya adolescente. Fabrizio tiene un recuerdo fugaz, y la expresión en su mirada se torna desconfiada:
_ ¡Son agradables! ¿Verdad? "Angelita" siempre conservó las fotografías de su pequeña Malika! _ comenta Ricardo, al regresar por el pasillo que conecta al otro lado de la casa.
Fingiendo desconocimiento, Fabrizio pregunta:
_ ¿Usted dijo: "conservó"? Acaso la niña de la fotografía... ¿Ha fallecido? _
_ ¡Así es! Malika tomó la triste decisión de suicidarse, hace unos años atrás _ confiesa Ricardo.
Tomando la fotografía de la adolescente entre sus manos, observa cada rasgo, sus ojos color amatista, sus labios pintados de rosa, la sonrisa y la expresión entristecida de su mirada. Para memorizar al detalle aquella imagen.
A Ricardo esa actitud le parece sospechosa, entonces pregunta:
_ ¿Usted conoció a la pequeña Malika? _
Elevando, lentamente, la mirada, Fabrizio responde:
_ ¡Jamás la he visto! Sólo me parece que ha sido una joven muy bella que ha tenido un triste final _
La promesa del agente en regresar, fue el recado que "Zorro" trasladó a Angélica, quien regresó a su hogar por la noche:
_ ... Lo extraño fue, que el agente observó la fotografía (señalando a cuál se refería) con una mirada de haber reconocido a tu hija, Angélica _ comenta Ricardo.
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Supremo Infernal
RomanceUna chica, luego de ser ultrajada, conoce un grupo secreto, donde es entrenada para convertirse en una asesina de Élite. Durante el desarrollo de su oscuro trabajo en la organización, conoce a un detective. Ese encuentro les cambiará la vida, a ambo...