Supremo Infernal

Capítulo 7: Pasión

   Ver a Juliana, en el pasillo que da a las diferentes salas de estudios, dejó embelesado a Facundo. Acercándose a ella, abrió boca diciendo:

"Aquí no te enamoras, sólo compartes ideas en común"

   Esa frase llamó la atención en Juliana, pues si esa era la manera de entablar conversaciones con las personas de allí, ("¡Bienvenida sea!") pensaba, mientras ese muchacho que había dicho esa frase, se acercaba a ella:

__¿Crees que los universitarios... sólo tienen pensamientos en lugar de sentimientos? __ preguntó ella continuando con el diálogo.

   Sonriendo, el colorado y esbelto joven se presentó:

__¡Hola! ¡Soy Fretz Facundo! ¿Cuál es tu nombre?__

__¡Soy Sazir Juliana!__ respondía ella.

   La joven adolescente ya medía un metro con setenta y dos cm de altura, sus ojos grises eran su gran atractivo, su cabello color castaño claro, largo hasta la cintura y su figura han cambiado, ahora es torneada y más atlética. Sus años como la "gordita" del grupo, habían terminado.

   Notando los libros de estudios en manos de la nueva estudiante, Facundo indicó a Juliana, la sala en la que debía ingresar para iniciar sus clases.

   Cuando la joven se dispuso a ir hasta esa sala, Facundo la observó de cabeza a pies, y lo que percibió fue: "¡Esa es la mujer con la que siempre he soñado estar!".

   Emprendió camino para invitar a la joven a una primer cita, pero en ese momento, Juliana tropezó con el muchacho más guapo de toda la universidad: Rakzow Inder.

   Sintió que había perdido la guerra, jamás hubiera logrado tener algo con Juliana, en lo que restaba de vida, su amigo Supreme (pronunciación en inglés) le había ganado la partida, por aquel entonces...

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Meses antes del encuentro Inder-Malíka ...

   Reunida con Facundo, Juliana necesitaba ser escuchada por alguien. Facundo siempre ha sido atento con Inder y con ella también, tal vez él, como amigo de ambos, pueda ser honesto ante la situación que estaba atravesando. Necesitaba quitar sus dudas, saber si Inder tenía una amante o sólo era producto de sus celos.

   Siendo invitada al departamento de su amigo, la mujer pensó que la reunión debía quedar entre ambos, en secreto. Así que accedió sin cuestionarlo demasiado.
   Una vez en el sitio, Facundo ofreció bebidas varias, dio a escoger a Juliana, entre un café cargado, jugo fresco o una botella de vino añejo, que ya había decidido beber, antes de la visita de la mujer.

   Juliana, algo reticente a la ingesta de alcohol, pensó que el vino en esa ocasión, lograría desinhibirlos y así podría sacar información de Facundo, que tal vez en sobriedad, no lograría obtener.

   Aceptando el vino entre las opciones ofrecidas, Juliana bebe la primer copa, la cual terminó en un santiamén:

__¡Oye! ¡Ve más despacio! No quiero llevarte a tu casa totalmente ebria. ¡Inder me asesinaría, si llegara a saberlo!__ advertía Facundo.

__¡Tú, cállate y sirve más! __ ordenó Juliana seducida por el sabor del vino.

   Conversando acerca de los casos que le habían asignado desde la Departamental, Facundo enseñó la pila de papeles que debía entregar, una vez leídos.

   En lo que Juliana, copa en mano, revisa una de las pilas de papeles, la misma se cae al suelo en un acto de torpeza por parte de ella, desparramándose por el suelo.