Visita Parental

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Otro mes había pasado y con este el inicio de un nuevo ciclo en el instituto, Enid tenía un estricto horario que cumplir y el tiempo en casa se había reducido considerablemente; al principio fue un alivio para Merlina, pero a medida que las semanas se iban, se dio cuenta que no lo disfrutaba tanto como creyó que haría; tener la casa para ella sola sin la molesta voz de la joven lobo se sentía demasiado tranquilo y aunque odiara admitir ya se había acostumbrado a su extravagante presencia.

- Quiero tener una forma de comunicarme contigo - dijo viendo a Enid alistando su maleta, esa noche volvía a quedarse en casa de su amiga, sin embargo, se arrepintió de decirlo al ver la expresión emocionada de la otra.

- ¡Oh, por Dios! -

- Olvídalo - decidida a alejarse de ahí se dio la vuelta rumbo a su habitación, sin embargo se le adelantaron y un cuerpo le bloqueó la puerta.

- ¿Es por que me extrañas? - la provocó Enid levantando las cejas dos veces.

- No, y si no te apartas pondré arañas en tu cabello mientras duermes -

- Bien, no te voy a molestar -

- La sonrisa en tu cara te delata - la rubia intentó ponerse seria pero no pudo lograrlo.

- Como sea - se apresuró a desviar la atención - No tengo tiempo hoy para enseñarte a usar mi antiguo celular - dijo caminando hacia su portátil y encendiéndolo - Pero esto debería ayudar - abrió una página de Internet y buscó algo vinculando su dispositivo.

- ¿Qué es? - preguntó interesada la más baja.

- Técnicamente son mis chats pero vistos desde la computadora, acá tengo uno que se llama "yo" y es técnicamente mi número - señaló el que decía - Si me escribo desde el celular va a aparecer el mensaje acá, y lo mismo si lo escribo desde el pc - hizo el ejemplo y Merlina asintió concentrada - Acá tienes unos emojis y stickers, te escribiré cuando llegue - y dicho eso se fue corriendo de la casa.

Merlina se quedó mirando la pantalla y abrió el chat que le había dicho, tenía sus listas de tareas, algunas compras que tenía que hacer y algunos link que no iba a revisar. A la izquierda estaban los demás contactos, el de su novio, el de sus amigas y unos grupos.

A un lado del computador se asomó dedos e intentó apoderarse del mouse.

- No seas chismoso, Enid confía en nosotros y no me interesa lo que haya en ellos - si la mano tuviera una cara estaría segura que levantó una ceja antes de volver a moverse - ¿Tu también? No, no la extraño, pero los ataques se han ido acercando a esta zona y eso me... Inquieta - más movimientos - No me preocupa, solo que es bastante propensa a meterse en problemas -

Frunció el ceño, a ese punto tenía que admitir que tal vez si se le importaba el estado de su compañera, aunque no lo diría en voz alta.

Volvió la atención a la pequeña extremidad cuando esta tocó la mesa repetidamente.

- Aún no me han contestado, pero con los papeles que entregué no deberían sospechar - el resto del día lo pasó en el cuarto de la joven lobo, en el escritorio; de vez en cuando se giraba y miraba la colorida habitación, era la representación exacta de Enid y tal vez por eso no le molestaba como solía hacerlo.

Se habían estado comunicando, no mucho, Merlina solo le respondía las cosas importantes y únicamente con monosílabos o frases muy cortas mientras que la joven lobo le contaba todo lo que hacía con sus amigas.

Sin embargo un mensaje en específico llamó su atención, provocándole un mal presentimiento.


"Yo"

La Pieza Perfecta (Wenclair) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora