Desaparecidos

2.3K 254 51
                                    

Todos caminaban entre los árboles de a parejas manteniendo la distancia suficiente para ser visibles y al mismo tiempo cubrir terreno.

- No creo que hayan ido muy lejos - susurro Enid quien caminaba con cautela detrás de su novia, se agarraba a la manga de su chaqueta con temor a perderse.

- De haber corrido lo harían en nuestra dirección, para Yoko sería fácil - asintió mirando a la derecha donde Ajax caminaba con Eugene intentando hacer el menor ruido posible.

- Oigan... - a su izquierda Xavier y Bianca les hicieron señas y todos se acercaron al bulto oscuro entre las hojas.

- ¡Yoko! - Enid se adelantó y arrodilló a su lado tomándola en sus brazos, la chica apenas se movía y presentaba una sangrante herida en su frente, sus lentes se habían caído y cuando abrió los ojos después de reconocer a su amiga los fijo en un punto arriba de ellos.

- ¡Es una trampa! - Merlina le dio un jalonazo a Enid y con Yoko en brazos lograron apartarse justo cuando una gran bestia caía en ese lugar - ¡Corran! - Nunca había visto nada así, no tenía casi pelo y sus ojos sobresalían de una forma grotezca.

Los dúos se separaron en direcciones diferentes, lamentablemente para la pareja, el monstruo las tomó como objetivo y comenzó a perseguirlas.

- ¿Es un excluido... Como el de... Los ataques? - la loba intentó mantener su voz normal mientras corrían, pero el temblor evidenciaba su miedo. Merlina miró hacia atrás, donde debía estar el enemigo no había nada, reconoció el patrón, Enid lo hacía cada que jugaban en luna llena así que la tomó de la mano y la desvió justo cuando las atacaban por el frente.

- No, esa cosa está consciente - y en ese momento, sintiendo a la bestia tomar desvíos para atraparlas, no sabía si era peor de esa forma.

Zigzagearon entre los árboles, Merlina comenzaba a perder el aliento y su consuelo era que los otros habían podido escapar y solo quedaban ellas por salir de ahí. Enid la tomó de la chaqueta deteniéndola bruscamente y casi provocando su caída.

- ¡¿Qué haces?! - susurró la peli-negra, no tenían tiempo que perder.

- Por ahí no -

- ¡Esa es la salida! -

- Nos están esperando - la oreja de la loba se agitó hacia la derecha, el monstruo se asomó por detrás de uno de los árboles y se acercó lentamente, ella estaba temblando, su respiración agitada casi al borde del colapso, y aún así, después de entregarle a Yoko a su novia, se puso al frente, desplegó sus garras y le gruñó con todo lo que tenía.

Merlina no tenía dudas, amaba a esa chica con todo su ser y la hubiera seguido admirando de no ser por los pasos que escuchó a su espalda y luego, el claro sonido de un gatillo.

- Traer un arma a una pelea de garras y colmillos, inteligente, pero bajo - se giró encontrándose con un hombre, no lo conocía de nada y aún así en la cara pudo reconocer lo desquiciado que estaba, se veía en su mirada, no dudaría en matar a unos cuantos.

- Pueden venir con nosotros pacíficamente - incluso su voz sonaba como la de un loco - O pueden hacerlo de la forma difícil -las dos cosas saldrían mal para ellas.

Hubiera atacado, lo hubiera hecho de la forma difícil, pero no era sólo ella, eran Yoko y eran Enid también.

- Muy demorada - y sin decir más le disparó en la pierna, apretó los dientes del dolor y cayó al suelo agarrando la herida, sus manos manchándose de sangre. Escuchó que gritaban su nombre así que se forzó a concentrar sus pensamientos.

- ¡Agáchate! - su novia no la cuestionó y obedeciéndole solo unos mechones rubios fueron cortados en el aire cuando la garra pasó sobre ella - ¡Corre! - Enid no quería hacerlo pero se vio obligada cuando el monstruo siguió atacándola, en esa forma sus oportunidades eran nulas, si se pudiera transformar tal vez sería distinto, ahora solo podía conformarse con conseguir algo de tiempo, sabía que Merlina podría contra un simple humano así tuviera un arma.

La Pieza Perfecta (Wenclair) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora