La Fogata

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- Enid, trabajar así es impráctico - murmuró Merlina luego de que, en contra de su voluntad, la rubia se sentara a horcajadas sobre ella mientras trabajaba en el portátil.

- Pero cómodo - no lo refutó, el hombro le servía para descansar su mentón y el calor que emanaba contrastaba con la fría noche.

Siguieron en esa posición en lo que Merlina terminaba su trabajo y Enid veía tik toks en su celular.

- Deberíamos hacer este - dijo la rubia apoyándose en sus hombros para separarse un poco y mostrarle.

- ¿Qué? -

- El baile - explicó Enid y esta vez la peli-negra prestó atención.

- No va a pasar - dijo moviendo la cabeza para conseguir algo de visibilidad de la pantalla del ordenador, el cuerpo de la rubia moviéndose al tiempo para evitarlo.

- Por favooooor, no lo publicaré, solo será para tenerlo de recuerdo - para el infortunio de Merlina, su ahora novia había aprendido a sacar sus orejas a voluntad así que lo hizo para dedicarle su mejor cara de perrito.

- No, Enid - intentó apartarla pero solo logro que pasaran los brazos por encima de sus hombros y los dejara reposar ahí.

- Te daré los besos que quieras - la más alta parpadeó varias veces de forma inocente.

- ¿Quien dijo que quería besos? - replicó la peli-negra inclinándose hacia atrás tanto como el asiento lo permitía, se sentía atrapada e intentaba con todo su ser controlar las reacciones de su cuerpo.

- Yo - la rubia sonrió de lado y aún teniéndola capturada entre sus brazos juntó sus labios, Merlina cerró los ojos por inercia y sin saber que hacer con sus manos las puso en la cintura de la otra - Yo y tu lenguaje corporal - murmuró contra su boca pegándose más lo que causó un vacío en el estómago de la más baja el cual se intensificó cuando sintió algo húmedo pasar entre sus labios.

Abrió los ojos y colocó una mano en la boca de la rubia apartándola de sí.

- ¡Bien! ¡Haremos ese ridículo baile! - gruñó rogando que sus latidos no fueran demasiados fuertes para ser escuchados.

- ¡Lo sabía! - Enid se levantó de un salto dándole el suficiente tiempo a la otra para recuperarse - ¡Tu también, dedos! -

El trend era de un grupo de K-pop, viniendo de la loba no era razón para sorprenderse y Merlina aceptó estar impresionada por los rápidos y coordinados movimientos de la coreografía, aprendiéndose a regañadientes todos los pasos con una habilidad únicamente digna de ella.

- 1, 2, 3 - contó la joven Sinclair empezando a grabar, claramente ella ya se sabía todo el baile, ese y muchos más así que con ambas comprometidas con la causa, y dedos sobre la cabeza de la peli-negra moviendo 4 de sus dedos imitando los pasos, solo fueron necesarias unas cuantas tomas para tener el video listo y guardado en borradores - ¡Graciassss! ¡Eres la mejor! - exclamó dando un beso en su mejilla - Son los mejores - corrigió chocando los 5 con dedos.

- Como sea - Merlina se apartó de ella caminando de regreso a su silla, hubo un momento de silencio en el que no hizo nada - Envíalo - murmuró al final, dándole la espalda, quería ahorrarse la vergüenza ante la mirada de la otra.

...

Estaban acostadas en la cama de Enid, ella estaba contando una historia graciosa que compartió con Yoko y Divina mientras Merlina a su lado solo la miraba, mitad de su atención en la anécdota y la otra mitad admiraba a su novia en silencio.

- ¿Merlina? - la rubia la miró intrigada por la falta de respuesta a una pregunta.

- Eres... - sus ojos se encontraron y de repente la peli-negra se sintió débil - Du bist wunderschön - susurró girando la cabeza.

La Pieza Perfecta (Wenclair) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora