Habían pasado dos semanas desde aquel día y aunque había estado tentada a volver a intentarlo, recordaba el susto de aquella noche y se le pasaba.
Ahora solo quedaba esperar a que Yoko llegara de su viaje y así podría ponerse en peligro junto a su mejor amiga, bueno, no tanto así, sabía que saldría con una idea menos arriesgada; eso y no le contaría lo que había pasado.
Los días anteriores había aprovechado y salido con Ajax, él estaba enterado de ciertas partes de su búsqueda por la chelista, pero nada muy específico por que sabía que se preocuparía. Todos los días iba a alguna tienda en el centro con la excusa de tener comida en casa y aunque se sentaba en una banca por horas nunca vio a esa chica, comenzaba a darse por vencida, pero esa noche con Yoko esperaba que sus esperanzas regresaran.
Estuvo pasando las horas entre sus redes sociales, creando algo de contenido y cuando el sol comenzó a ocultarse se empezó a arreglar, el viaje de su amiga se había retrasado un poco así que estaría en su casa después de las 10 lo que, de acuerdo a sus experiencias con la chelista, era perfecto.
Se terminaba de peinar cuando vio algo pasar caminando desde la ventana, se asomó y sus cejas se levantaron en sorpresa cuando reconoció ese atuendo negro. Bajó corriendo las escaleras y esperó frente a la puerta a que golpearan, sin embargo el toque nunca llegó.
Confundida se asomó a la ventana y la vio caminando de lado a lado frente a su casa mientras se decidía, cerró los ojos mientras contenía una risa y cuando los volvió a abrir se encontró con aquel rostro inexpresivo muy cerca al vidrio.
- ¡Dios, Merlina! - exclamó dando un salto hacia atrás por el susto y por fin abrió la puerta - Que miedo das -
- Gracias - Enid no lo decía como halago pero decidió no contradecirla y con un gesto la invitó a pasar.
- Entonces... ¿Qué te trae por acá? - preguntó con una sonrisita.
- ... - Merlina la siguió a la sala en silencio, nunca fue buena pidiendo ayuda, ella siempre podía con todo sola y aún así, ahí estaba, en la casa de una desconocida.
- ¿Quieres algo de tomar? -
- Enid - la nombrada detuvo todas sus acciones y se paró atenta, era la primera vez que la llamaba por su nombre y la tomó desprevenida - Me dijiste que podía venir si necesitaba algo -
- Si -
- Necesito... - la rubia no quería presionarla así que esperó pacientemente - Un... Lugar donde quedarme por las noches... - dijo la más baja apartando la mirada para luego regresarla a la dueña de la casa - no molestaré durante el día y si me das tiempo te pagaré debidamente.
- Wow -
- Estás en todo tu derecho de negarte y si decides hacerlo no volveré a buscarte -
- No dije que no, solo... No me esperaba eso ¿qué pasó con tu antiguo lugar? - la joven loba le señaló el sofá para que tomara asiento y cuando lo hizo ella la imitó en la poltrona del frente.
- Demasiado costoso, pagué los meses que debía con lo del violonchelo y mi antigua maquina de escribir, pero seguir ahí lo veo imposible -
Enid llevó su cuerpo hacia adelante apoyando los codos en sus rodillas y el mentón en sus manos entrelazadas meditando y analizando la situación, si bien ella era la que había insistido con Merlina, no creyó que algo así fuera a suceder. Además, con las actitudes de la más baja hacia ella, tenía que estar desesperada como para ir a buscarla.
- ¿Cómo sabes mi nombre? - Merlina levantó la cabeza totalmente desubicada por la repentina pregunta.
- El director me mostró la publicación con nuestra foto, tu usuario es Enid_Sinclair y tu apodo @Kittyclaws -
ESTÁS LEYENDO
La Pieza Perfecta (Wenclair)
Fiksi PenggemarUn mundo en el que los excluidos conviven junto a los normies, Enid Sinclair es invitada a un concierto donde sin saberlo encontrará a la persona que cambiará su vida para siempre, la misteriosa chelista Merlina Addams. " - Acercarte a mi solo te tr...