Capitulo 16. Sonrisa

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Callie.

Fue un día agotador, hoy estuve en en la obra verificando que siguieran al pie de la raya los planos que tanto me costaron terminar.

Estaba estresada, tantas cosas por hacer y pensar, ahora me enfrentaba a un divorcio escandaloso que Owen se negaba a aceptar.

Mi día estaba siendo un fiasco total, solo necesitaba una aspirina y dormir por millones de horas, hasta que una voz me saca de mi pensamientos.

-Hola señora Torres - Arizona entraba a la cocina con una pequeña sonrisa.

-Hola Arizona - Le di una sonrisa, ella no merecía ninguna actitud mala de mi parte.

-Vengó por un vaso de agua - Comienza a caminar hasta donde guardábamos los vasos, pero recordé aquella noche en donde no pudo alcanzarlos.

Ella se empino con una dulzura que me hizo sonreír. Era muy tierna.

-Te ayudó - Sonrie y con cautela me acerqué a ella, sintiendo lo mismo que la noche pasada.

No me podía permitir sentir cosas por la amiga de mi hija, pero su belleza tan excepcional y su manera de ver la vida me hace reconsiderar todo, me da una calma inigualable.

Discúlpame Arizona por querer arrancarte los labios en este momento.

Sus ojos azules color océano se encuentran con los míos, pude sentir unas suaves punzadas en el pecho, desestabilizándome por completo.

No podía creer que una niña me desestabilizara a mi.

-Mira - Le entregue un vaso de vidrio en sus manos.

-Gracias - Murmura - Olvide que en esta casa todos son altos.

-¿Te parezco muy alta? - Me recosté frente al mesón de la cocina, mirándola fijamente, se veía preciosa con su uniforme desarreglado.

Me siento una pervertida.

-Es más alta que yo - ríe.
Su risa era inigualable, un sonido que me hacía recordar a mi canción favorita.

-Gracias señora Torres, siempre me salva.

-Es mi nuevo súper poder, salvar a niñas rubias.

-Mmm, ¿salva a niñas rubias muy seguido? - Frunce el ceño haciendo que me derrita.

¿Acaso estaba molesta?

-No tanto - Trataba de no sonreír.

-Igual no soy una niña, tengo 18 años

-Eres toda una adulta Arizona - Una pequeña sonrisa se escapa de mi.

-¿Soy yo o se está burlando? - Cruza sus brazos como una niña pequeña.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Esa sonrisa.

-¿No puedo sonreír? - Una risa pequeña sale de mi.

-Al contrario, tiene una sonrisa muy hermosa.

Sus palabras me hacen sonrojar, me sentí como una adolescente.

-Es muy tierno - Dije tímida.

-Quiero decir que sus dientes son muy blancos y la simetría que tienen los hace perfectos, haciendo que su sonrisa sea hermosa - Dice tímida - ¿Uso frenos?

Me dio gracia sus palabras y más el hecho de verla tan nerviosa.

-No use frenos, ¿tú si?

-No - Murmura.

La mamá de mi mejor amiga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora