Capitulo 24. Salida

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Arizona.

Hace una semana fue mi encuentro íntimo con la mujer de mis sueños, quisiera quitármela de la cabeza después de nuestra conversación donde dejo claro que esto era imposible, aunque lo imposible es inevitable.

Quisiera decir que no he soñado con ella, que olvide la manera en que me miraba, en que me tocaba y como sus labios dulces y jugosos me derretían el alma, pero no, es más que imposible.

La he extrañado mucho y puede decirse que eso me tiene irritable, cansada y dolida.

No podía creer el hecho que la primera vez que me enamorase fuese de esta forma tan atroz.

No se enamoren de la mamá de su amiga.


Era sábado en la noche, hace una semana junto a Calliope hacíamos el acto más importante de nuestras vidas, pero sin pensarlo se fue a la borda todo.

-No puedo creer que sigas en cama - Amelia aparecía en la puerta de mi casa, me observaba como cuando sientes asco pero tratas de disimularlo.

Y si, era sábado en la noche y yo tenía mi pijama de gatitos, mi peluche de panda abrazado a mi y me aferraba a la manta con la que Calliope tapó su cuerpo.

-Am, estoy cansada - Dije volviendo al sofá.

Me acosté en el sofá y seguí viendo "La La Land"

Pero Amelia se para frente a la televisión
-Vine por ti, cámbiate - Dice.

-No tengo ganas Am,ya te dije que no me siento bien - Respondí.

-Obvio no te vas a sentir bien después de haberte comido esos dos envases de helado - Se refería a los envases vacíos que estaban en la mesa de centro.

-Tenia hambre - Murmure.

-Ajá - Amelia se acerca a mi - Arizona, no sé qué es lo que te pasa pero no permitiré que una de mis mejores amigas pase otro sábado en la noche acostada en un sofá mientras yo estoy disfrutando de una fiesta.

-Yo no le veo el problema - Reí.

-Yo si idiota- Me pega un pequeño golpe - Puedes estar acá en esta casa encerrada viviendo una vida deplorable y despreciable o puede ir a la fiesta y tener millones de lenguas en tu garganta - Sonríe.

Elegiría la primera pero estoy segura que si digo algo Amelia me tira por las escaleras "Sin querer"

-Am no tengo ánimos ahora - Dije quejándome.

-Arizona no sé qué te pasa o que te tiene así, pero me lastima el hecho de que sigas aferrada a este sofá, no es sano.

-No tengo nada malo - Respondí tratando de ignorar las lagrimas.

-Entonces ven conmigo Zona, te extraño, extraño bailar contigo o que cojas mi cabello para no vomitarlo - Sus ojos pedían a grito que la acompañase y también me intimidaban.

-Pero mi mamá...

-Arizona, ambas sabemos que tú mamá está en el hospital acostándose con su novio doctor.

No pude evitar asquearme.

-Esta bien, vamos - Le di una leve sonrisa.

-¡Esta noche es nuestra!- Grita - Ven, vamos a elegir el mejor atuendo y a dejarte como nueva.

Amelia me ayudo con un atuendo y tuve que bañarme para quitar las manchas de helado de mi cuerpo.

Me puse un vestido rosado oscuro ajustado, mi figura se resaltaba al usarlo y me gustaba mucho.

La mamá de mi mejor amiga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora