La mamá de mi mejor amiga

Capitulo 23. Amor

Arizona.

La pista y yo éramos una hoy, estaba corriendo como nunca, estaba dando toda, aunque doliera y me sentía tan cansada.

Nunca correr me había hecho sentir así, era mi escape, es mi vida y ahora solo sentía angustia y ganas de vomitar.

"El verdadero propósito de correr no es ganar una carrera, es probar los límites del corazón humano".

Bill Bowerman.

No me di cuenta en que momento las lagrimas caían por mi rostro mientras corría y escuchaba sonidos de aliento.

Pase la línea roja, fui la primera, aplausos y ovaciones se escucharon después.

Caí en el piso a llorar, la presión se había ido.

Mi corazón ganó esta competencia, lo desee y lo tuve.

Gracias Bill Bowerman.

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Después de la competencia junto con las chicas fuimos a almorzar para celebrar, todas estaban tan felices y agradecidas que no paraban de alabarme.

Hasta Amelia de la emoción me robó un pequeño beso, fue insignificante, duró cuatro segundos.

¿Tendría qué comentárselo a Callie?

No éramos nada o no sé qué somos.

Después de estar con las chicas volví a casa, hoy mamá tendría una noche de romance con su novio así que no vendría a dormir.

Me pone feliz estar sola en casa.

Así que sería noche de terminar "La casa de los dragones" y sería feliz.

Pero unos toques en la puerta me roban la felicidad, deje mis palomitas y dulces a un lado para levantarme, me parece raro ya que está tarde.

Abrí la puerta y me encuentro con Calliope.

-Señora Torres - Sonreí - ¿Qué hace aquí? - pregunte confundida.

Ella pasa a casa sin decir nada y observa detenidamente mis shorts de pijama.

-Quería celebrar contigo - Se acerca a mi, yo lo veía en cámara lenta, estaba tan sexy con un vestido azul oscuro y su cabello suelto en ondas - A solas - Susurra en mi oído y saca una botella de champaña de su bolso.

-No debió molestarse - Dije con dificultad, Calliope estaba siendo demasiado atractiva para mi joven cuerpo.

-No es molestia Arizona - Sonríe mientras sirve unas copas de champaña - Brindemos porque eres la mejor en lo qué haces - Muerde su labio inferior y yo solo contenía mis instintos.