Arizona es una joven chica que está cursando su último año de instituto. Allí conoce a April, una chica con un corazón noble y bondadoso.
April invita a sus amigas a su casa, allí conoce a la señora Calliope Torres, una mujer muy hermosa y sensual...
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Arizona.
Abrí los ojos, algo tan común fue una dificultad para mi por tres tortuosos días pero aquí estaba, viva y más viva que nunca.
Sentí dolor, un dolor terrible, como si mi cuerpo hubiera sido sometido a torturas por años y esperaba recuperarme pronto.
Habían pasado dos días desde que abrí los ojos, todos estaban dichosos y no paraba de recibir visitas y cariños.
No me quejaba, es bonito sentirse importante y querido pero no era lo mismo.
Necesitaba a mi Calliope, a esa mujer que con su sonrisa podía levantarme de esta cama si quisiese, que con sus ojos me regala el amor más intenso y fuerte que he podido conocer.
Me desconcertaba el hecho de que no me visitase aún, como si no le importase o no supiera lo qué pasó.
Un toque en la puerta me sacudió mis pensamientos, tenía la ilusión de que fuese ella.
-¡Pase! - Grite.
-¿Cómo está la chica más linda de aquí? - pregunta Amelia, traía una cesta de frutas.
-Hola Am - Sonreí - Que lindo volver a verte por tercera vez en el día - reí.
-No seas desagradecida idiota, me costo mucho esta cesta - Frunce el celó molesta.
-Me encanta Am, prometo comer todas las frutas.
-¿Qué te dijo el doctor? ¿Podrás irte pronto de aquí? No me gustan los hospitales, huelen a muerte - Su tono era asustado.
-Tengo la pelvis roto en dos, dos costillas lesionadas y la cabeza recién operada - Mencione - Creo que en tres dias más - Supuse.
-Estupendo entones - Sonríe y se acuesta a mi lado -¿Estas pensando en ella, verdad?
Asentí.
-Es raro que no venga aún, literal no la veo desde que te despertaste.
-¿Ósea que ella estuvo aquí? - pregunte sorprendida.
-¡Claro! - Exclama - Literal no dejó el hospital hasta que supo que estabas fuera de peligro, casi cuatro días acá metida.
-¿Entonces por qué no viene? - Pregunte incrédula, su indiferencia era más dolorosa que mi cabeza recién operada.
-Tal vez porque tu mamá controla quien entra y sale de aquí, literal tuve que firmar un formulario para poder entrar por eso Calliope no viene.
-¿Mamá hace eso? Que raro - Deduje.
Amelia asiente.
-¿Puedo pedirte un favor?
-Mmm, espero no sea ayudarte a ir al baño, no es personal es solo que no me gusta mezclar amistad y placer.
