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Y ahí iban los dos. Caminando y agarrados de la mano. Ya saben, lo de siempre.
Jungwon no paraba de repetirle a Jay como fue que cayó justo antes de alcanzarlo, obviamente burlándose de él, Jay tenía una cara de "tienes mucha suerte de ser muy tierno Yang Jungwon".
ㅡY, y luego... ㅡlas risas no dejaban que continúe con facilidadㅡ. Te, te caíste justo cuando ㅡvolvio a estallar en carcajadas. Su risa de infante cubrían la pizca de maldad que Jay, sabía, estaba ahí.
ㅡVuelvo a repetir que esa rama nunca estuvo ahí, ¿ok? Eso fue el bosque que por alguna razón está a tu favor, Wonnie ㅡusó ese lindo apodo, queriendo acostumbrarse a él.
ㅡ¿Aún sigues con lo de Wonnie? ㅡsus carcajadas pararon, más su sonrisa seguía ahíㅡ. Te he dicho mil veces que dejes de usarlo, es vergonzoso.
ㅡ¿Por qué? Yo creo que es muy tierno, queda bien contigo, Wonnie ㅡdijo con esa intención de molestar al pequeño castaño.
ㅡ¡Exacto! Ese es el problema, suena muy cursi. Y me da más pena que lo digas en la calle así que, por favor, cállate ㅡreprochó apenado. Miró a todas partes en busca de personas cercanas que los escucharan.
ㅡDe acuerdo. Entonces ¿cómo quieres que te diga?
ㅡSolo llamame por mi nombre, tonto. No hay necesidad de apodos ahora ㅡJungwon sonreía, y como siempre, adorable hacia Jay- llamarme... ㅡrelajó su semblante.
ㅡ¿Qué piensas ahora? ㅡdesde luego que Jay conocía esa expresión en él.
ㅡDijiste que cuando te vayas ibas a llamarme por teléfono. ¿Eso es cierto? ㅡcurioso y al parecer emocionado, Jungwon dirigió palabra a Jayㅡ. Porque si es así puedes darme tu número, en casa hay un teléfono de mesa que está en mi sala, puedes llamarme por ahí.
Aquí Jay no sabía que responder. Por un lado puede decirle que tener su número de teléfono sería muy escandaloso; mucho más porque Jay sabe que Jungwon no tiene aún su teléfono propio. Por lo tanto sí se lo da, el número terminaría siendo público para el menor y su madre. Persona quien Jay aún no conocía.
ㅡAhh... Pues ㅡpasó salivaㅡ. Creo que no puedo, peque, lo siento.
Al ver el rostro de Jungwon quedando cada vez sin esa linda chispa en sus ojos y menos con esa hermosa sonrisa que le alegraba mucho el día. Poco a poco el semblante de Jungwon se fue... Apagando.
ㅡ¿Puedo preguntar por qué, Jay? ㅡneutral. Eso era ahora.
ㅡCreo que... ¿No piensas que será raro que tu madre agarre el teléfono y que yo, bueno, sabes que no nos conocemos... No crees que será muy raro? ㅡJay buscaba muy despacio como encajar bien las piezas en sus palabras para que sonara lo menos... Raro posible.
