𝐈𝐈𝐈. 𝐓𝐞𝐥𝐞́𝐟𝐨𝐧𝐨 | 𝐂ap 5: «𝐒𝐨𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭𝐮𝐝»

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El sonido de los condimentos dentro de los panes chocando contra el caliente sartén, emanando un delicioso aroma, era lo único audible en el ala de la cocina de los Park

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El sonido de los condimentos dentro de los panes chocando contra el caliente sartén, emanando un delicioso aroma, era lo único audible en el ala de la cocina de los Park. Pues los únicos dos chicos que hacían un simple aperitivo mantenían un silencio absoluto.

Cualquier movimiento o pequeña palabra los ponía alerta como si de una picada de insecto se tratase, reacción de espasmo a la velocidad de la luz. Preguntar por pasar la mayonesa se convertía automáticamente en una confusa y difícil decisión para los dos. Pues, por algún motivo, había tensión.

Es aquí cuando el australiano se pone a pensar con seriedad sobre la situación. Está en una cocina, junto con su mejor amigo, Sunghoon; preparando unos sandwiches, junto con su mejor amigo, Sunghoon; los dos solos, incluyendo a Park Sunghoon; con la suficiente cercanía como para admirar las pocas habilidades culinarias de su amigo, Park Sunghoon; y el delicioso aroma de los panes tostándose en el calor de la sartén, junto con el perfil tan fino y delicado de... Sunghoon. Solo, y tan solo, Park Sunghoon.

ㅡJake ㅡlos ojos del pelinegro se posaron en los del semi rubio, este último tan perdido en los contrarios.

ㅡ¿Si? ㅡcon los párpados pesados, oídos perdidos en la voz tan despreocupada del chico. Sunghoon sonrió con sus labios, cálido y simple, solo le respondió:

ㅡLos panes se queman.

Jake no se había dado cuenta que ya los sandwiches humeaban desde su lugar. Entró en un pequeño pánico y nervioso intentó apagar la estufa. Riendo un tanto nervioso, se sentía tonto por haberse descuidado tan rápido de una tarea demasiado simple como era vigilar unos tontos panes.

ㅡLo siento... ㅡdijo mientras pasaba por debajo de los aperitivos la espátula que sacó de su delantal de cocina. Delantal originalmente de la señora Park.

ㅡEstás muy distraído. ¿Todo bien? ㅡsu pacífica voz sonó muy diferente de lo habitual. Jake empezó a extrañarle ese comportamiento.

ㅡSi. S-si yo...

Jake al principio titubeó y luego ayudó con los platos ya él bastante preocupado por dejarle el trabajo a Sunghoon, el más pequeño toque que tuvieron sus brazos en un abrir y cerrar de ojos hizo que al semi rubio casi se le cayera el plato de cerámica de sus nerviosas manos, por poco y grita del susto. Sunghoon actuó rápido y sostuvo el plato al mismo tiempo que Jake.

ㅡ¿Seguro te encuentras bien? ㅡla mirada del pelinegro se encontró con la de Jake. Este último medio aterrado, pero al mismo tiempo parecía estar tranquiloㅡ. Avísame sí te encuentras mal ㅡHoon hablaba bonito. Calmado y bondadoso. Incluso dejó pasar una de sus manos, ahora desocupadas, por debajo del flequillo del más bajo, comprobando la temperatura.

Jake solo quedó medio boquiabierto, ajeno y mudo a la situación. La sensación en su cuerpo, mente, corazón; su todo en pocas palabras, era muy raro. Normalmente escuchar la voz calma y suave de su amigo le ponía los pelos de punta. Pero ahora Sim Jake parecía estar luchando dentro suyo para no decir alguna cursilería. Parpadeaba lento y perdido ante ese chico de nariz respingada, ojos profundos, rostro con acné moderado y piel de leche, labios delgados y tacto delicado. Se sentía en un liviano, no creía real nada.

𝐓𝐄 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐄̂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora