❝Aunque los años pasen, siempre estaré a tu lado...❞
Jay debe esperar a Jungwon por once años debido a que este es solo un niño.
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Un día Park Jongseon (Jay), un chico de en su momento 15 años, decide pasar f...
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Jay volvía a casa por fin luego de dejar Jungwon en la suya. De verdad que había pasado el mejor día de su vida, a pesar de que haya llegado muy tarde a casa, mediados de las siete de la noche. Abrió la puerta principal con sus llaves y se adentró a su hogar.
Dentro pudo ver cómo su madre estaba de espaldas en la cocina lavando algunos platos con una tranquilidad espeluznante. Jay frunció su ceño y miró alrededor de su casa notando que esta se veía diferente por alguna razón.
Globos de colores, listones de cuadritos...
¡Maldita sea!
Jay se alarmó al saber que era justo hoy que su hermanito cumplía siete años y no llegó a la hora que debía, se sentía como un completo idiota en este momento. Se acercó hasta el mesón de la cocina donde veía a su madre ordenar solo dos platos limpios.
Quiso decir algo pero la escalofriante mujer se adelantó a lo que iba a decir.
ㅡLlegas tarde, Jay ㅡel antes mencionado se quedó en completo silencio pasando su cabello castaño hacia atrás.
ㅡLo lamento, mamá. Yo estaba muy ocupado hoy y no noté la hora que era... ㅡJay quiso seguir pero el ceño fruncido en su madre lo detuvo de cualquier otra palabra mentirosa que saliera de su boca.
ㅡNo quiero que vayas a utilizar tus ridículas excusas conmigo, si no con Riki. El pobre ha estado esperando a sus mocosos amigos los cuales nunca llegaron, su única esperanza eras tú. Y adivina qué... Tampoco llegó a tiempo. Así que en este instate vas a ir disculparte con tu hermano, en este momento está llorando en tu cuarto.
Jay quedó sin palabras y con el corazón destrozado. Cómo fue posible que lo haya olvidado, ahora mismo su hermano revoltoso y alegre se encontraba llorando decepcionado y traicionado sobre su propia cama.
En lugar de seguir discutiendo con su madre este decidió subir las escaleras y entrar a su cuarto que ya tenía la puerta abierta de par en par y también la escena más desgarradora para Jay.
Su hermanito se encontraba en posición fetal recostado sobre la cama sollozando. Jay intentó acercase para ver el estado de su hermano menor pero este lo detuvo con unas palabras hirientes.
ㅡVete... No quiero verte ㅡsoltó como pudo el pequeño pelinegro mientras se retorcía en su lugar.
ㅡRiki, lo lamento tanto. Yo enserio quería llegar pero...
ㅡ¿Pero?... ¿¡Pero qué!? ㅡel menor se levantó de la cama de Jay y se paró en esta luciendo aún más alto que Jay para poder discutir estando a su alturaㅡ. Me prometiste que no me ibas a dejar solo en mi cumpleaños. Y fue justamente lo que hiciste, ¡Me mentiste! ¡Eres un mentiroso, Jay!
