❝Aunque los años pasen, siempre estaré a tu lado...❞
Jay debe esperar a Jungwon por once años debido a que este es solo un niño.
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Un día Park Jongseon (Jay), un chico de en su momento 15 años, decide pasar f...
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ㅡ¿Y este "amigo" tuyo es de fiar? Ya que la última vez que decidimos en fiarnos de un supuesto amigo tuyo terminamos en...
ㅡJake, ahora mismo, no me gustaría recordar eso; tenemos otro objetivo en el cual enfocarnos ㅡSunghoon miró de reojo a su amigo quien aún seguía preguntando cosas acerca del chico el cual es su supuesto amigo. La onceava pregunta del día acerca del tema.
ㅡ¿Pero no lo recuerdas bien? La última vez... ㅡJake volvió a callar debido al dedo que se posó sobre sus labios. Miró primero el dedo y luego a la persona quien lo mandó a cerrar la boca. Sintió sus orejas calentarse.
ㅡLa última vez cometí un error, ese idiota no merece que le recuerden ¿De acuerdo, Jake? ㅡSunghoon hablaba con sinceridad usando un tono más calmo y cariñoso. Jake tocó flor de piel, de verdad que esa versión de su amigo, aunque suene inocente, da mucho miedo.
Jake solo asintió y como un gesto bromista sacó la lengua para fingir lamer el dedo de su amigo, quien disgustado terminó restregando el dedo lleno de saliva sobre la ropa del castaño. Jake rió gracioso y empujó suave a Sunghoon quien desvío la mirada pero no tardó mucho en contagiarse de la risa cálida de Jake.
A pesar de no soportarse a tal punto de dejar de hablarse por todo un día. Entre ellos había un vínculo que los hacía inseparable, el dúo dinámico de un chico tranquilo que a veces se dejaba guiar de la locura e infantilidad del otro.
ㅡPark Sunghoon y Sim Jake, guarden silencio allá atrás ㅡla voz superior de la profesora de inglés mandó al dúo a callar en pocos segundos. Ambos se miraron y luego pidieron una disculpa.
ㅡ¿Qué te parece sí cuando termine la clase seguimos hablando? ㅡsusurró Sunghoon al oído de Jake, este último sintió otra vez sus orejas calentarse aún más debido al cálido aliento del pelinegro sobre una de ellas.
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La estruendosa campana se hizo escuchar por toda la institución avisando así la última hora de clases siendo las doce del mediodía.
Sunghoon estiró sus extremidades las cuales estuvieron bastante tensas en toda la hora de clases. Volteó su rostro solo para encontrarse con un Jake apresurado y ansioso como si fuera un perro moviendo felizmente la cola.
ㅡ¡Vámonos, Sung! Tenemos un plan que ejecutar ㅡse apresuró el castaño tomando su mochila y con máxima velocidad el brazo de Sunghoon para salir corriendo fuera del salón.
Pasaron entre toda la multitud de adolescentes hasta llegar al salón de Jay, quien tomaba clases por separado de sus amigos a última hora. La cara de este último lo decía todo al tan solo cruzar la puerta de su salón hasta salir al pasillo. Algo no andaba bien y sus amigos lo notaron a distancia.
Jay era el centro de atención de varias miradas que hablaban por si solas. Le decían que debía sentir vergüenza y asco de su persona, cada una hablaba con tonos de voz diferentes. Unas gritaban, otras susurraban a sus espaldas y algunas simplemente juzgában a distancia. Se sentía asqueado; no por sí mismo, sino por las personas que creían la mentira que cubría la cruda realidad.
Caminaba con la mirada y presencia baja, no le gustaba ser el centro de atención de esta manera. Lo suavizó el tacto que hizo con Jake y Sunghoon al ver que estos habían pasado sus brazos por encima de él. Cómo si fueran ángeles protegiéndolo bajo sus alas.
Una sonrisa se dibujó en su rostro y lo hizo quitar sus pensamientos negativos del momento. Él y sus amigos siempre se protegían entre ellos, ya que no había nadie más que entendiera su peculiar amistad; simplemente un grupo de amigos que se transformó en una fuerte hermandad.
ㅡGracias... ㅡmurmuró en lo bajo.
Jay se recordó a sí mismo lo agradecido que debía estar ante sus dos mejores amigos en un momento así. Ellos lo protegían como si fueran de una misma manada.
Sabía que podía contar con ellos en situaciones así, y continuaría haciéndolo por siempre. Después de todo no había nada malo entre ellos, ni una mentira, ni un secreto. Jay conoce al dúo desde hace tiempo y puede asegurar que Jake no sabe mentir y que Sunghoon nunca lo ha hecho.
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Ignorando las palabras y groserías entre los estudiantes hacia el trío; salieron con completo éxito de la escuela. Jake no tardó en celebrar y despertar a su lado curioso, empezando con preguntas como: "¿Veremos a tú amigo?", "¿Seguro que es buena persona o sí es bueno en lo que hace?", "¿Es hombre o mujer, o ninguno, o quizá ambos?", "¿Iremos por algo de comer antes?", "Y si es así, ¿Un puesto de comida o mi casa?".
Jay observaba cuidadosamente cada reacción que tuviera Sunghoon a cada pregunta que el australiano añadía a su cerebro. Verlo poner los ojos en blanco o respirar para luego suspirar pesadamente le hacía mucha gracia, y aún más cuando Jake no recibía ninguna respuesta por parte del pelinegro.
Hubo un momento en su trayecto, el cual Jay nunca supo cuando de no ser por la voz de Sunghoon que lo despertó de su pequeño trance, en el que acordaron ir a la casa de Jake para almorzar e idear el plan dentro de la misma. Aprovechando que era el único lugar en donde podían reunirse sin que ningún padre se preocupe o pregunte por el bienestar de los chicos.
Jay recordó que debía ir a la escuela primaria para recoger a Jungwon y luego dejarlo en su casa, tal cual como le había prometido al pequeño hace un año. Utilizando la excusa de que iba a recoger a su hermanito, cuando en realidad sabía que este volvió a su casa ya que su madre lo fue a recoger hace una hora.
ㅡ¡Vaya! No sabía que Riki ya ingresó a la escuela, pobrecito... ㅡJake fingió una mueca de tristeza mientras posaba su mano sobre su pecho, donde se ubica su corazón, pretendiendo que este dolía.
Jay rió divertido y dió vuelta para caminar hasta dicha escuela. Cuando de pronto siente que las vibras de antes no se iban, al contrario lo perseguían.
ㅡ¿Qué...?
ㅡ¡Ya quiero ver a Riki con su adorable uniforme de primaria! ㅡJake saltó de alegría detrás de Jay quien iba a ser su guía hasta la supuesta escuela.
No, esto no está yendo según el plan. No pueden ir con él, sí se enteran quien es el niño que va a recoger, notando que claramente no será su hermanito de siete años; quien por cierto lo conocen desde que este era un bebé de tres años, claramente notarán la diferencia y al mismo tiempo el parecido que tendrá ese niño con el del vídeo que lo está llevando a su condena.
Y aún más doloroso para él y para ellos, notarán que Jay les ha mentido.
El miedo se presentó ante Jay cubriendo flor de piel.
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