𝐈𝐈. 𝐑𝐮𝐊𝐚𝐫𝐞𝐬 | 𝐂ap 6: «𝐋𝐚 𝐥𝐚𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐭𝐮𝐫𝐪𝐮𝐞𝐬𝐚»

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Especial: 2/2

Jay y Jungwon yacían sentados frente un lindo árbol de la pintoresca y fresca laguna. Jay recostó su espalda sobre la madera gruesa del gran árbol mientras tenía a un triste y enternecido castaño llorando en silencio. Sí él seguía de esta forma, Jay iba a hacerlo también.

ㅡLo siento... ㅡse disculpó medianamente Jungwon, mientras lloraba en silencio, oculto en la zona entre cuello y hombro de Jay. Este último sobaba cariñosamente la espalda del menor quien estaba abrazando su torso con arrepentimiento.

Jamás creyó que lo tendría así de cerca, acariciándolo como una madre,  y menos en este estado tan vulnerable que lo hacía ver pequeño e indefenso. Como sea, sabiendo que este acercamiento es nuevo entre ellos, Jay intentaba buscar tranquilizar al menor.

ㅡNo, no te disculpes por algo que no fue tu culpa, peque. Ninguno de los dos sabía que ese hombre iba a estar ahí ㅡintentó explicar Jay aún con el niño sollozando sobre él.

ㅡSi, s-si debo, Jay. Todo esto es culpa mía... ㅡempezó a explicar, Jay escuchaba atento a cada palabra que dijeraㅡ. Y-yo hice que vinieras aquí a comprarme helado, yo fui quien se separó de tí... Yo fui quien inventó esta estúpida idea para poder escapar de mi padre ㅡsorbió su roja nariz y se alejó del mayor para poder sentarse en una mejor posturaㅡ. Es que yo no quería seguir estando con él, mi papá bebe mucho y cada que lo hace siempre acaba... ㅡusó sus manitas para poder secar sus lágrimasㅡ. Y-yo, ¡ya no sé qué hacer! Mi mamá dice que debo ignorarlo pero es que enserio no puedo. No me agrada estar con él y menos vivir con él...

Jay simplemente se quedó en silencio. No sabía que decir ni que hacer, pero prefirió callar, este tema le sonaba tan familiar que incluso divagó en sus recuerdos. Y luego de unos largos segundos decidió hablar con más claridad y sinceridad.

ㅡPor lo menos pasamos una tarde muy divertida, Jungwonnie ㅡel antes mencionado alzó su mirada y frunció el ceño confundido.

ㅡ¿A qué te refieres?

ㅡPues para empezar, comí un helado luego de tanto tiempo pero por desgracia tuve que desecharlo cuando te perdí de vista ㅡlo último lo mencionó con un tono más gracioso. El menor sonrió, mirando fijamente a su mayor, dejó que este prosiguiera hablando.

ㅡLuego, tuvimos la carrera más rápida que tuve ¡en mí vida! La última vez que me ocurrió algo así fué con Riki. Dios, agradece que no tienes una mamá como la mía cuando se trata de regaños ㅡexageró sus expresiones faciales junto con sus acciones. Jungwon mostraba cada vez más su sonrisa.

𝐓𝐄 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐑𝐄̂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora