DAMIÁN
Camino por los pasillos de la casa gobernadora de Teya con noticias acerca de los presos que se han encarcelado después de la fuga dada en Qualifa, pesé que comprendo que aquello carece de real importancia, cuando a mí rey solo le interesa el paradero de uno con crímenes en ambas naciones. Su nombre es Diego para Victoria y Lebrón para Libertad.
—Has llegado justo a tiempo para el interrogatorio, Dami —dice Benjamín de brazos cruzados una vez que ingreso al amplio salón principal de este sitio.
Sigue tan intacto como cuando era tan solo un niño, pues en este sitio se llevaban los más coloridos y faustosos festivales que en ningún gobierno e incluso en La Capital pudo haber algún día. Gran parte de mi infancia se coloca dentro de estas cuatro paredes. Entre corredores, habitaciones y jardines ¿Sería extraño decir que jamás lo sospeché? Para mí, René Farfán fue un tío amable que quise y me quiso. Siempre lo miré como un ser generoso o al menos solo sobre la superficie, porque en lo más profundo de su ser, se ocultaba un hombre que jamás conocí. El mismo hombre que envenenó a mi prima Mikaela por igual, convirtiéndola en una prófuga junto con el hijo del gobernador Wendigo.
—O bueno, quizá no tan a tiempo —la voz de Ben me hace olvidarlos.
Su rostro y voz se muestran con un dije de satisfacción, tras tener postrado a sus pies a Agustín Real, quién yace golpeado por sus guardias personales. Él y la doncella de Tamos, Ana. Ambos fueron acusados de participar en el secuestro de su hermana o por lo menos, esa es la historia que todo Victoria se ha obligado a creer, sin embargo, yo conozco la verdad y es que este no es el rey, hermano ni amigo que yo conozco.
Él ha cambiado y lo seguirá haciendo conforme pasé más tiempo con aquel primer ministro de Libertad o eso fue lo que me confirmó la joven comandante de los desertores. Ella (desconozco el cómo) había logrado escabullirse en uno de los jets destinados a Qualifa con soldados libertanos dentro, infiltrándose como uno.
Por supuesto que supuse que era un libertano hasta que la mascareta cayó junto con dos más de sus compañeros revestidos de soldados que me advirtieron lo que sucedería. En aquel momento, me pareció una locura, pero ella confió en mí para pedir ayuda, contemplando los lazos que me unen a los hermanos Tamos y hacer lo correcto, preparando un jet en donde todos pudieran huir, dejando la zona libre de cualquier guardia ya fuera ajeno o nuestro, y lo hice.
—Por cierto, en dónde estabas ¿Acaso me evades? —bromea mi viejo amigo palmeando mi hombro mientras yo sé que eso es cierto. En estos momentos, me alegro tanto de no ser un hombre que muestre los sentimientos tan fácilmente o si no, temo que podría ser descubierto, aunque sinceramente no se cuanto más resistiré esta situación.
La mano del rey se levanta para que los guardias paren el flagelo y él pueda preguntar dónde yace su hermana. Dice que aquel real viajó con la gente que se la llevó y por lo tanto, debe saber su destino final. Me ahogo con ganas de querer detenerlos, contemplando que Agustín es inocente, pero solo le veo ganar otro latigazo más.
—¡Ya los tenemos a todos, mi rey! —escucho exclamar a uno de los guardias—. ¿Desea que los traiga a usted, Majestad?
—Solo si insiste en no querer confesar —resopla Benjamín con su mirada destinada a Ana Robles, ya que los nuevos presos son su familia—. Mi hermana te tendió la mano. Te brindó ayuda perdonándote a ti y a tu progenie por igual, y aún así has decidido traicionarla —le dice antes de que el torturador le proporcione otro pesado latigazo en la espalda que llega hasta su clavícula.
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II. LA NACIÓN EN LLAMAS ♨
Fantasy👑"Algunas personas no pueden escapar de su destino y el tuyo es portar una corona"👑 Segunda entrega de "EN LOS OJOS DE LA REINA" Fantasía/Romance/Aventura Todo ha cambiado. La guerra por las tierras de Victoria apenas comienza y los TAMOS deberá...