Being caught

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El sol se había ocultado, la luna ha salido.

En la academia Nunca Más, no había ruido alguno, momento perfecto para Ajax, para escabuirse al gimnasio.

La razón por la que iría ahí, era simple, había olvidado una de las tantas gorras en las duchas de dicho lugar, iría a recuperarla.
Con sigilo, con temor a ser descubierto por los docentes, logro entrar a el gran gimnasio.
Entro a las dichas duchas, encontrando su gorra en una esquina, estaba mojada, pero eso era lo de menos.

Al salir de ahí, observo a ambos lados, nadie, excelente.
Estaba por aproximarse a la salida, pero escucho un ruido, lo ignoro, y siguió su camino.

Pero el ruido sonó de nuevo.

Al observar a su alrededor, no había nadie, todo estaba totalmente obscuro, la única luz que había, era la de la gran ventana del lugar.
Ese ruido de nuevo. Fue el sonido de un objeto caer al frío suelo, como un metal.
Visualizo una puerta, era el almacén, donde guardaban las cosas del gimnasio, balones, redes, incluso las espadas y materiales de esgrima.
Lentamente se acerco a la puerta del almacén, trago saliva fuertemente, he intento abrir el lugar.

Cerrado con seguro.

Supuso que alguien guardo el material y cerró con llave, lo normal.

Estaba a punto de salir de ahí, pero escucho un ruido.

O más bien, una voz...

Ajax pego su oído a la puerta

— Shh~ Quédate quieta y guarda silencio, no quieres salir lastimada, ¿O si? — Ajax se puso pálido, aquella voz femenina era intimidante.

Juro por un momento, escuchar la voz de Merlina

¿Acaso estaba torturando a alguien?

— ...¿Quién está ahí? — Pregunto con miedo en su voz, de nuevo tomó la manija de la puerta, girándola.

Se sintió un idiota, si la puerta tenía seguro. ¿Por qué no lo tendría ahora?

Pasaron unos 2 minutos, no había ruido, decidió que fue su imaginación, así que  retrocedió lentamente. Para retirarse de aquel lugar.

Hasta que escucho un grito.

— ¡AHH!~ — No estaba loco, escucho la voz de Enid, podía jugarlo.

¿¡Enid!?De nuevo ese peculiar grito — ¡Resiste!  — El chico asustado, giro violentamente la manija, de nuevo, se sintió un idiota por volver a intentarlo.

Comenzó a empujar, fuertemente, decesperado, tratando de ayudar a su amiga.

¿Que carajo le estaba haciendo Merlina?

¿La asesinaria?

Hasta que finalmente, logro romper la manija de la puerta con un bate que estaba en la esquina, abrió la puerta. Y entro

— ¡Enid! ¿¡Estas bi- — Sus ojos se abrieron como si platos fuesen, sorprendido, sonrojado.

Y traumado.

Había interrumpido un momento.

Encontró a Merlina, levantando a Enid de las piernas haciendo que la rodeé de la cintura, y la rubia, con la espalda en la pared, abrazando del cuello a la menor.
Merlina estaba vestida, sólo que, su falda un poco elevada, revelando aquel pene erecto, y Enid, igualmente con la falda elevada, y la camisa un poco elevada, sólo revelando el abdomen.

Dirty Thoughts G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora