Dirty Thoughts G!P

I will never leave you

Segunda parte de
“You exquisite Blood”

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Todos hemos visto o sentido amor, ya sea correspondido o no, al menos lo hemos experimentado, ya que, existen muchos tipos de amor.

Enid Sinclair estaba profundamente enamorada, y para su suerte, su amor había sido correspondido. Pero no todo es color de rosa, ya que, el enamorarse tiene algunas de sus consecuencias.

Sobre todo si tu novia era una vampiro...

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Un nuevo día era, Merlina abrió sus ojos con pezades, totalmente cansada, sin ánimos de levantarse para empezar el nuevo día escolar.

Sintió como alguien se acomodaba a su lado, y sintió como unos suaves brazos la rodeaban con amor, con cuidado. Volteo a su lado, encontrándose con su preciosa novia, Enid Sinclair, la cual, portaba una pijama bastante hermosa y tierna, y se encontraba plácidamente dormida a su lado.

Se sentía mal por tener que despertarla, con cuidado la tomo, a punto de decirle un buenos días.

— Ya amaneció, no seas algazana — Y sin cuidado alguno, aparto aquellas sábanas de el cuerpo de Enid.

La cual, se hizo bolita en su lugar. Abrazándose a si misma, soltando ruidos de sueño y molestia.

— ¿Por qué tan temprano? Aún tenemos tiempo... — Tomo la sábana nuevamente, tratando de taparse, pero Merlina volvió a quitársela.

— Te tiraré de la cama si no te levantas en un minuto

— Tirame, yo no me levantaré...

Y sin aviso alguno, Merlina se levantó de la cama, y tomo a la licántropo por las piernas, comenzando a jalarla sin cuidado alguno.

— ¡Te dije que te levantarás, por el amor a Satán! — Jalo y jalo con fuerza, pero Enid comenzó a aferrarse a aquella cama.

— ¡Espera, era broma, no lo hagas! — Con todo lo que pudo, trato de mantener el agarre a la cama. Pero Merlina era mucho más fuerte, así que, había logrado tirar a Enid a la cama, dejandola en el frío suelo.

— Te veré en la ducha — Se inclino a el suelo y beso la mejilla de Sinclair, caminando con dirección a el baño de el dormitorio.

Tan romántica que era Merlina, ¿Verdad?

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Había pasado ya un año desde que Merlina y Enid se habían hecho pareja. Un año desde aquel suceso de la fiesta, y aunque a Enid ya no le importaba tanto es recuerdo, por una parte afectaba a Merlina, aún sin creer lo idiota que había sido en ese tiempo. Pero prefería no recordarlo, ahora solo quería tener a Enid a su lado, cuidarla, amarla y protegerla, tal y como lo había jurado.

Pero aún recuerda la emoción de Yoko cuando se enteró de la noticia, abrazándolas y diciéndoles “¡Sabía que terminarían juntas, yo nunca me equivoco! ”