Marking Territory

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Comenzaba a estresarse.

Corría a toda velocidad en aquel oscuro bosque, con la esperanza de encontrar a su mayor.

Pero no lo lograba.

El sonido de sus pies correr, la tierra moverse debido a sus rápidos movimientos y el sonido de algunas ramitas romperse era lo único que escuchaba.

Eso y su agitada respiración.

Llegó a quedarse sin aliento, su pecho subía y bajaba debido a su falta de aire, apoyo sus manos en sus rodillas, tratando de recuperar el aliento.

Limpio un poco del sudor que había en su rostro. Pensando, ¿Dónde mierda estaba Enid?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una ramita romperse.
Observo a su alrededor, solo había oscuridad y árboles. La luz de la luna era su única iluminación.
Siguio buscando a su alrededor.

— ¿Enid? — Tenía la esperanza de escuchar alguna respuesta.

Pero nada.

Hasta que fue fuertemente embestida por una bestia, tirandola en la fría tierra.
Abrió los ojos para encontrarse a una bestia mostrándole los filosos dientes, su osico manchado de sangre y unas filosas garras, un poco de saliva cayo en su rostro.

Esa bestia era un lobo. Y para ser más precisos.

Su lobo.

— Ahí estás — Sonrió la Addams sin miedo alguno.

Como si ser embestida por un lobo salvaje fuera lo de todos los días.

Casual, ¿No?

Rápidamente, la mirada de fiera del lobo, cambio a una mirada de cachorrito.

Enid reconoció a su amada. Comenzó a lamerle un poco el rostro.

— Alto, Enid — Enid logro ver una sonrisa en el rostro de su novia, solo continuo a lamer su cara.

Como si un cachorrito fuese.

Merlina se levantó un poco, ahora quedando sentada en aquella tierra, acarició de el pelaje de su novia, al igual que su osico lleno de sangre.

— Me encanta verte en ese estado, Cara mía, y por lo que veo, tuviste una buena cacería, ¿No es así? — Obviamente no recibió respuesta, un lobo no iba a hablar, pero por la mirada de Enid, supo que tenía razón.

Acarició la cabeza de la licántropo, para después unir sus frentes. Disfrutando del momento.

La morena, con cuidado, tomo su mochila y se subió al lomo de su novia lobo, y la licántropo, comenzó a caminar al lugar que era la zona favorita de ambas chicas cuando Enid era un lobo, su zona favorita de cada luna llena.

Al llegar al lugar, el cual era un gran árbol precioso, frente a la gran luna, Enid se acostó bajo aquel árbol, donde, Merlina, igualmente se acosto, reposando su cuerpo en el cuerpo de la lobo, Enid, con su peluda cola, rodeo a la morena.
Ambas disfrutando de la hermosa luna llena.

— Lamento no haber estado cuando te enlobaste, me ocupe un poco en el pueblo — La morena se disculpaba, pero aún así, no despegaba su mirada de la luna

Como cada luna llena, Merlina y Enid estaban juntas.
Enid se enlobaba y después se metía al bosque junto con Merlina, ya era una costumbre.
Pero esta vez, Enid se enlobo estando sola, se sentía un poco mal al no haberlo hecho con Merlina presente.
Creyo que estarían la luna llena sola está vez, así que se adentro en el bosque. Nunca creyó que Merlina iria a buscarla.
Pero ahí estaban, en su lugar favorito, ascostadas juntas, admirando el hermoso satélite natural de la tierra.

Dirty Thoughts G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora