Recuerdos de Nada

23- En Alaska

Al fin ese día habían podido llegar a una de las casas de los padres de Akemi, era una acogedora casa de no menos de cien metros cuadrados, de dos plantas, cuatro habitaciones y dos baños, con estacionamiento para autos, cerca de una vía que da acceso al Dimond High School. Una importante escuela de la ciudad de Anchorage. ¡Y vaya que debían estar abrigados! pues sólo Shampoo parecía un gatito en medio de una carretera nevada en pleno invierno. 

—Hace frío — chilló la amazona.

—Es obvio — mencionó Ranma —pero... tampoco es una temperatura tan desagradable.

—Deberíamos ir a pescar — Genma propuso con una gran sonrisa —y así conocer mejor la cudad.

Ranma chasqueó su lengua, y al patriarca Saotome no le quedó más de otra que quedarse callado, al chico poco o nada le agradaba tener que compartir la casa con una persona que no era grata de recibir por tantas cosas que han pasado anteriormente. El trenzudo se despojó de su abrigo sólo quedándose con una camiseta de manga larga de color rojo, puede que esté enojado con Shinobu pero después de todo ellos dos son hermanos y sabía que debían resolver el asunto tarde o temprano.

—Vamos, Shampoo, no hace tanto frío — dijo Akane animándola.

—No — la amazona hizo un puchero —¡odio el frío! por eso me iba a China en invierno.

—Nabiki — Kasumi la miró. 

Ambas hermanas menores se iban acercando a la amazona quien se mantenía a la expectativa, poco a poco la iban acorralando cerca de la ventana pero rápidamente la de cabellera azul cambió su trayectoria engañando, de esa manera y muy sutil, a Akane y a Nabiki. Esta última parecía ser un fantasma ya que ahora no estaba frente a la amazona, sabía perfectamente que esas tres chicas, más bien brujas, cuya comunicación basada en sólo miradas no era capaz de traducir ella.

—Sobre mi cadáver

La hija del medio mantuvo su mirada fría mirada mientras se acercaba por la espalda a Shampoo, y ella se alejó quedando en la ventana cerca a la cual había una planta nativa de Alaska en una matera, esperó un poco y cerró los ojos aguardando lo peor pero lo único que vio fue una taza de chocolate recién hecho por Kasumi. 

—¿Qué mejor que una taza de chocolate caliente para combatir el frío? — Akane la miró de forma inocente aunque muy ambigua.

—No te entendí una mie...

—Vocabulario, jovencita — Kasumi le lanzó una sandalia y la miraba molesta.

"Por Dios, Kasumi da miedo cuando se enoja..." pensó la amazona.

—Q-quiero decir g-gracias Akane — dijo Shampoo recibiédole el chocolate.

—Perfecto — Soun habló —es mejor encontrar una escuela, vi uno cerca de donde estamos así que Akane y Ranma podrían terminar allí sus estudios. 

Esa misma noche terminaron de acomodar todo lo que trajeron de Japón, Ranma y Shampoo terminaron en habitaciones separadas mas eso no era gran problema para Akane que terminó durmiendo en la misma habitación que las chicas de la casa menos Nabiki que terminó en el mismo cuarto del hijo de Genma. 

Dentro de la habitación había una litera o camarote, una estantería que era de la hermana de Soun, dos escritorios, una mesita de noche y un armario apropiado para los dos, a ritmo de "I Want to Break Free" de Queen que sonaba en el equipo de sonido de Nabiki, Ranma ayudaba en la limpieza llevando de un lado a otro una escoba sacando el polvo acumulado y de vez aprovechaba el palo de la escoba para cantar el estribillo de la canción o imitar el solo de guitarra.

Ya casi a las nueve de la noche ya esa habitación tenía lo mejor de ambos mundos: el femenino y el masculino. El minimalismo masculino y el orden que imponía Nabiki con su toque.

—Debo decir que te ves bien saliendo con Shampoo — mencionó Nabiki leyendo "La Hacienda de los Psicópatas" —yo que tú me declararía lo antes posible.

—¿De quién es ese libro? — indagó el chico —pienso darle algo a Shampoo pero bajo un aurora boreal.

—Es de una mexicana, creo que se llama Dayana o algo así — respondió la castaña —, oye eso no es una mala idea. De hecho suena bastante romántico. 

La expresión tan sonriente de Ranma le hacía recordar cuando estaba comprometido con Akane y él la salvaba o le decía algún que otro cumplido, pero obvio los dos bobos ni se enteraban. Ryoga parecía que se había perdido una vez más pero esta vez era entendible dado a que la ciudad era nueva, durante horas dando vueltas y vueltas por Anchorage por fin llegó a la nueva residencia Tendo. 

La primera en abrir la puerta fue Kasumi y al verlo casi congelado, inmediatamente sacó unas cobijas y preparó chocolate caliente para evitar que entrase en hipotermia y es que afuera hacía casi veinte grados menos que adentro de la casa.

—Pobrecito Ryoga — Kasumi se compadeció —¿cuánto tiempo estuvo afuera?

—¿Ryoga estás bien? — Ranma le pasó uno de sus abrigos.

—Sí — el trotamundos estaba aún tiritando de frío —y esta ciudad es costera, hace un frío horrible. 

—Sí, hace bastante frío — la mayor dijo —por cierto papá, quiero seguir ayudándote en ca-

—Absolutamente no, Kasumi — Soun respondió —eres joven y necesitas tener amigos, yo debería ser quien esté al frente, no tú. No sé si podemos costear todos los estudios de ustedes pero espero que puedan salir bien librados. El vecindario es grande, lo sé, y es muy probable que pueda abrir un nuevo dojo.

Kasumi no podía creérselo había pasado un largo tiempo que parecía un eón, casi se va de espaldas cuando escuchó eso pero se preguntaba qué debía hacer, qué debía elegir, no sabía nada más que ayudar en su casa y un poco de artes marciales gracias a Akane, ella sólo se encogió de hombros y no supo más que hacer. 

(...)

Al día siguiente Soun acompañado por Genma, Ranma y Akane llegaron al Dimond High School que quedaba a unos pasos de su residencia, en todo el lugar abundaban muchachos de diferentes rasgos y apariencias pero sobre todo un sujeto de altura considerable no paraba de lastimar a un chico en una de las áreas comunes de la escuela.

Eran unos completos abusones, ellos empujaron al chico de menor estatura al suelo nevado, tanto Akane y Ranma observaron fijamente esos abusadores a ellos se les adelantó Shampoo que también se quiso inscribir a estudiar mas tuvo que estar un año atrasada con relación a los dos muchachos que eran prometidos en el pasado.

—¿Ven eso? — preguntó Soun —Ranma, Akane y Shampoo usen sólo sus técnicas de pelea sólo para defenderse.

—Tendo — Genma lo miró —creo que encontramos una debilidad en esas personas, lo que debemos hacer es abrir un dojo... esos chicos necesitan defenderse. 

—¿Qué tenemos aquí? — siseó una voz masculina desde atrás —carne fresca — sostuvo a Akane desde atrás —ja, eres más liviana que una pluma.

Soun se enojó y de un sólo golpe obligó bajar a ese mastodonte a Akane, el adolescente volvió a la carga contra el hombre del bigote y usando sus puños de forma simplona y sin mucha idea de como pelear el Tendo simplemente los esquivaba con clase, hasta que finalmente el patriarca del clan Tendo le dobló el brazo dejando en el piso a ese sujeto.

—Eso te enseñará a no meterte con tus mayores — Soun caminó hacia afuera del plantel —espero tengan un buen inicio de semana de clases.

El murmullo de todos los jóvenes en tropel en donde las voces que buscan respuestas sin respuesta, sólo la campana que da la señal del inicio de las clases fue lo único que cambió el curso de las cosas. Ya dentro de los salones de clases de los tres no dejaban de verles como bichos raros, aun cuando ellos no habían hecho nada.