Recuerdos de Nada

11- Shampoo, Ranma y el tigre

La noche cayó y junto con ella una primera nevada suave pero sustanciosa, Shampoo se levantó a las ocho de la noche y luego de que saliera del baño vio a Ranma, bueno, Ranko que le cayó agua fría mientras iba para allá. La pelirroja vio cada detalle de Shampoo que estaba únicamente cubierta por una bata de baño, en su rostro se le notaba el cansancio de haber pasado dos días en vela por hacer el mejor café del mundo.

—Ranma — Shampoo lo saludó con una sonrisa —perdón, Ranko.

—Te doy tu espacio, sé que te irá bien, Shampoo — le dijo Ranko —Ukyo está igualmente convencida de ello. 

—El concurso es mañana — la amazona alistó su ropa —me gustaría que fueras.

—Sí, iré — la pelirroja salió del cuarto de la china volviendo al restaurante.

Durante el transcurso de esa noche Shampoo anotó cada uno de los ingredientes en un cuaderno por si en determinado caso se le olvidan, Ranko continuaba en algunas cosas ayudando a Cologne como mesera y vaya que era agradable ayudar allí para la pelirroja. Cuando la amazona acabó de hacer lo suyo y vio a Ranma en su versión femenina repartir comida a los comensales como un relámpago, sonrió levemente, una tranquilidad que agradecía sentir cuando estaba con Ranma.

—Ranma — llamó Cologne —servicio a la mesa diez.

—Enseguida 

Cuando la pelirroja tomó los platos de tallarines y de una voltereta sin dejar derramar ni una sola gota los dejó encima de la mesa, los clientes aplaudieron su hazaña pero a nadie le había preguntado por un minúsculo detalle que sobresalía en su frente y era una cicatriz larga y que parecía que en un pasado fue profunda.

"Ranma tiene una cicatriz bastante grande" pensó Cologne cuando le vio detenerse.

—Ese encuentro de cafeteros ¿qué más habrá? — inquirió la pelirroja.

—Pues no sé — Shampoo murmuró —como nunca he ido estoy muy nerviosa... Ranko, ¿te puedo pedir un favor?

—Adelante — Ranko la miró fijamente.

Lentamente y sin ningún permiso de su parte, las mejillas de Shampoo ardieron y se colorearon de un tono rosa; casi iba a chillar de la emoción la amazona cuando su bisabuela aclaró su garganta para llamarle la atención y así no perdiera el tiempo con sus emociones.

—B-bueno... quiero que me acompañes al festival — Shampoo se tapó el rostro pero no se le escuchó.

—¿Qué dices? — Ranko ladeó su cabeza.

—Que si puedes acompañarme al festival — dijo nuevamente la china.

—¡Claro! — asintió la pelirroja con una gran sonrisa y abrazó a la amazona —te acompañaré, necesitas tener algo que te tranquilice o alguien también. Oiga señora Cologne mire lo que me regaló mi madre.

Ranko sacó de su maleta que normalmente cargaba consigo un estuche con un LP con la carátula de cierta legendaria banda inglesa de nombre Queen, este era el álbum de "Grandes Éxitos volumen 2" ese regalo había sido algo muy valioso para la pelirroja siendo una gran reliquia musical.

—¿Qué es quen, cuen o como se pronuncie? — Shampoo intentó decirlo en inglés pero falló estrepitosamente.

—en inglés se escribe "Queen" pero se pronuncia "cuin" — explicó Ranko —la verdad... cuando salí del hospital pude leer varios idiomas sin siquiera haberlos conocido. Me salí del tema... es una banda de rock de Inglaterra y a mi mamá le gusta mucho.

—Y yo pensaba que la señora Nodoka era más conservadora, más tradicional — la amazona se mostró completamente desconcertada.

—Un tigre de bengala se ha visto merodeando por los alrededores de Nerima, la Policía local sugiere a los habitantes no salir de sus hogares — infoermó el presentador de noticias.

—¿Un tigre de bengala? a menos que haya un zoológico cerca y que se le haya escapado, dudo mucho que aparezca así de la nada — la anciana se enserió.

Ranko se cruzó de brazos mientras Shampoo analizaba la situación, era en efecto una situación atípica pero ¿qué era normal en Nerima? ya sólo faltaba que apareciera un tigre por las calles. Al café del gato llegó Ukyo totalmente asustada y se refugió tras el mostrador, seguida de Akane y el panda gigante Genma Saotome ellos venían huyendo de algo y la chica pelirroja lo sabía, por la puerta apareció un majestuoso tigre de bengala de pelaje anaranjado y por una extraña razón a Ranko no le respondía el cuerpo, se sentía atemorizada y con ganas de huir.

—Vamos tigrecito — musitó Ranko acercándose —no te haré daño — cuando se acercó y vio que ese felino salvaje no le hacía daño, se tranquilizó —¿qué tienes? — vio una cicatriz  en el lomo del animal —estás herido, shhh, ya pasó... estás a salvo.

—¿Qué estoy viendo? — Ukyo se preguntó —¿Ranma está superando su temor a los gatos? admito que es valiente, ya no le tiene miedo.

—El valor es saber a qué no tenerle miedo y aun teniendo miedo aguantar enfrentar las cosas— mencionó Shampoo —obviamente Ranko está completamente asustada. La verdad, Ranko es alguien valiente.

Cuando intentaron bañar al tigre con agua caliente y este líquido lo tocó, inmediatamente se convirtió en un chico, delgado y fornido, de cabello largo atado en una coleta larga. Era muy parecido a Mousse en cuanto a apariencia, eso sí, sólo esperaban que no tuviera sus mismos problemas de vista.

—¿A ustedes no les enseñaron que no deben arrojar a los viajeros a las posas de Jusenkyo...? ¿quiénes son ustedes? — indagó el recién llegado.

—Me llamo, Ranko, ella es Shampoo, Ukyo, la señora Cologne y el panda Genma — Ranko presentó a todos.

—Una chica pelirroja y un panda — el joven se colocó de pie —ustedes fueron quienes causaron mi desgracia. Iba de provincia en provincia con mi yueqin* y ustedes me lanzaron a la posa del tigre ahogado. ¡Chica del cabello de fuego, acabaré contigo! — exclamó el muchacho lanzándose a golpearla.

De la nada una pantimedia le sujetó el brazo y comenzó a arrastrarlo lentamente hacia atrás, cuando el muchacho pudo girar su cabeza para ver a quién se había encontrado sus escalofríos aumentaron notablemente, era ni más ni menos que Pantimedias Taro que estaba allí de pie como una estatua halando al recién llegado de China.

—Eres tú Pantimedias Taro — el pelinegro vio a su contrario.

—Pese a mi gran odio hacia el afeminado de Ranma — Taro lo vio con seriedad —no me interesa lastimarlo ya que eso pasó ya hace tiempo. Lotio, dime ¿aún estás aquí por la vez que te derroté? porque si es así con gusto te vuelvo a ganar.

(Yueqin es un instrumento tradicional chino)