Más que preocupación lo que Shampoo experimentó en el momento de que se enteró del accidente que Ranma sufrió, sintió una sensación de vacío y desesperación cuando el muchacho que se convierte en chica se fue sin decir adiós. Empacó el pedido que Ranma le pidió y conforme pasaba al lado del pato Mousse sólo podía sentir que ella y la pelirroja existían, Ranma recibió su comida para llevar y le dedicó una cálida sonrisa a Shampoo que, conmovida, se la devolvió con la misma calidez.
—Hasta luego — se despidió Shampoo —vuelve pronto.
—¿Qué días puedes salir? digo, me gustaría conocer más de este vecindario — mencionó Ranma desde la puerta.
No era una alucinación, no le había puesto ninguna pócima que le hiciera reaccionar de esa manera a Ranma, Shampoo miró por unos brevísimos instantes a su bisabuela que estaba tan o más confundida como ella que ahora parecía estar más en un sueño inconcebible el que Ranma la invitase a salir sólo para hablar un poco. Sin trucos de magia. Sin nada que le estuviera forzando a Ranma a ir sí o sí aunque esté fuera de su voluntad.
—Si no puedes no hay problema — le dijo la pelirroja —estoy en la posada Arisaka a unas calles de aquí por si te interesa venir. Hasta luego.
La cabeza le daba vueltas a Shampoo, se sentó en una silla mostrándose escéptica ante ello y obviándose que Ranma haya perdido la memoria o cualquier otra cosa no sabía como reaccionar ante tal acontecimiento, un hecho que no tenía precedentes en Nerima, un Ranma que le haya pedido salir a Shampoo para que le ayudara a conocer ese lugar.
—Despiértenme si esto es un sueño — musitó Shampoo.
—No, estás despierta... ese nuevo Ranma parece que sí se casará contigo — afirmó Cologne.
—Te voy a pedir un favor, abuela — la muchacha tomó un paraguas —no quiero que intervengas en esto... por favor. Las pócimas han funcionado y todo pero esta vez lo quiero hacer por lo legal, lo justo.
Shampoo dio un último vistazo a su bisabuela previamente a cruzar el umbral de la puerta, en su mirada sólo existía la determinación por lograr un objetivo. Vio, pues, la calle peatonal que frente a sí se asomaba imponente y comenzó su caminar constante para llegar a la posada Arisaka. Había pasado un año y dos meses desde aquel fatídico día en el que Ranma se marchó junto a su padre a realizar un arduo entrenamiento, mas el caso, el día en que aquella furgoneta que transportaba pasajero con un conductor alcoholizado hizo volar a Ranma por la autopista, borrando así los recuerdos de un pasado.
Ensimismada en sus pensamientos notó las luces encendidas de los focos de neón blanco de la posada, cruzó la portada y al instante escuchó un perro ladrar alertando a los vecinos; la primera en salir fue Shinobu acompañada por Ranma que llevando consigo un bate de béisbol vio al perro de Kyoko haberse quedado afuera, fue entonces que por su designio alejó a Shampoo del canino arrastrándole con sombrilla y todo, a pesar de que la lluvia ya hubo cesado, hacia dentro de la posada.
—Bueno, yo los dejaré — informó Shinobu —Kyoko me pidió que le ayude con un examen de admisión, de nuevo.
Al momento de irse la albina, Ranma y Shampoo se vieron de frente como si fuera el espejo del otro, la iniciativa fue tomada por parte de la muchacha de pelo rojizo que se sentó detrás del mostrador en el área de recepción. Reposando sobre la mesa de madera yacía apacible un libro que había empezado a leer el joven a mediodía.
Como si de una broma del destino se tratase o una mala jugada del karma, por la puerta entró Akane Tendo. Casi reflexivo se encontraba Ranma en medio de su lectura mientras terminaba sus tallarines y observando los monitores que mostraban las imágenes de las cámaras de seguridad vio con expresión neutral a la recién llegada Akane Tendo, no la conocía, no sabía qué hacía allí.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de Nada
FanfictionTras sufrir un grave accidente de tráfico, Ranma despierta en un hospital sin saber más que su nombre, no recordaba a nadie ni nada antes del accidente. Durante ese tiempo los que lo conocían no se enteraron de su estado de salud sino hasta un año y...