Recuerdos de Nada

24- Respuestas

Posterior a la entrada a las clases en la escuela secundaria en donde básicamente no hubo novedades salvo a que uno de los integrantes del equipo de hockey sobre hielo quiso ligarse a Shampoo pero sólo con una patada la amazona lo mandó a volar. Mientras tanto, Ranma estaba poniendo atención a la clase de física en donde se estaba hablando acerca de la ecuación de Dirac y todo relacionado con la teoría de la relatividad. 

—Ey, Saotome — llamó uno de los alumnos —¿es cierto que vienen de Japón?

—Ajá, ¿por qué?

—Pues me imaginaba que tú sabías artes marciales — una chica le respondió que portaba una camiseta de Iron Maiden —aunque claro si no sabes no es problema.

—De lo que sí puedo estar seguro es que puedo ayudarte con todo lo que tiene que ver con ciencias — el chico que le habló al inicio le propuso.

Casi a las tres de la tarde, básicamente al anochecer en Alaska, los tres chicos de la casa Tendo salieron por fin de clases y se dirigieron rumbo a su casa. Shampoo fue la primera en enrollarse en su abrigo para no aguantar tanto frío, ella odiaba notablemente el frío, lo detestaba con todas sus fuerzas y era entendible. No a cualquiera le tiene que gustar el frío, pero el mero hecho de estar viviendo en Alaska la obligaba a adaptarse a las temperaturas árticas del estado más grande de los Estados Unidos.

—Akane, démonos prisa que tengo que llamar a mamá — apuró el paso el trenzudo —tenemos un asunto pendiente.

—¿Es el asunto de Shinobu? — Akane lo dedujo y preguntó.

—Sí, no me gusta que me mientan por cierto ¿por qué no invitas a salir a Ryoga? — el muchacho la miró —lo digo para que no se ande perdiendo.

—Pues sí, ¿no? — dijo la de cabello corto.

Siempre los pensamientos de Akane estaban puestos en alguien, y no eran precisamente en Ryoga sino en alguien más, una mirada de nostalgia se cruzó con el cielo en donde observó la silueta de esa persona. Unos minutos fueron más que suficiente para llegar a la nueva residencia Tendo, Nabiki junto a un par de jóvenes del vecindario formaron un canal en Internet que iba viento en popa y precisamente ellos estaban grabando un vlog para subirlo a la red ese mismo día.

—Vaya... Nabiki siempre emprendiendo — mencionó Akane —Ranma ¿irás a hablar con tía Nodoka?

—Sí — respondió el chico —antes de que oscurezca.

—De acuerdo, déjame te acompaño — la chica de cabello negro propuso.

—Akane — Ranma la miró —me gustaría hacer esto solo, es un asunto — hizo una pausa prolongada.

Él solamente suspiró con pesadez desde que se enteró que Shinobu era su hermana no había día alguno que pudiera dejar de pensar en ese asunto incluso, a pesar de las ganas de declarar sus sentimientos a Shampoo, él no tenía la mente desocupada para pensar en el amor. La amazona entendió inmediatamente por sus gestos en el rostro su necesidad de espacio, en momentos como esos anhelaba tener sus hechizos para tenerlo con ella pero hizo una promesa y esa era conquistarlo con sus propios medios.

Para Ranma tampoco las cosas iban bien, tomó su teléfono y abrió la app de mensajería que utilizaba con su madre y le hizo una llamada, por el cambio horario en Japón habrían de ser las 10 a.m. aproximadamente. Soltó un suspiro y ya estando todo listo, mientras escuchaba el sonido de espera, se preparó mentalmente. Nabiki entró de sorpresa pero con un gesto le dijo que no se preocupara, la castaña simplemente cerró la puerta tras de sí y dejó al chico solo.

—Hola mamá — la saludó él en videollamada.

—Ranma, hijo ¿qué tal todo? — preguntó la mujer.