No sabes lo que tienes...

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Queridas y Queridos lectores siii, por fin!!  se que me he demorado, pero acá estoy de vuelta. He leído todos sus mensajes y se que ya estaban desesperad@s, gracias por seguir leyendo la historia, espero que valga la pena la espera. Además, acompaña a este capítulo la canción "En ausencia de ti" de Laura Pausini que tiene mucho que ver con lo que pasa acá.

Mientras guardaba sus cosas, tratando de meter todo en la maleta, pensaba en la vida que dejaría atrás y los nuevos desafíos que la esperaban. Intentaba hacerlo claramente, pero las lágrimas que no habían parado de caer desde que habían adelantado la fecha del viaje, le dificultaban la tarea, nunca le había costado tanto hacer una maleta como esta vez.

Eran las siete de la mañana y Esteban la pasaría a buscar a las ocho para ir al aeropuerto, tendría que apurarse pues todavía tenía que guardar algunas cosas más. Durante la última semana había evitado a toda costa pensar en otra cosa que no fuera su cambio de vida, llenaba todos los espacios con diferentes actividades que le permitieran, aunque fuera por un momento, olvidar la última vez que abrió su corazón y nuevamente lo pisotearon y escupieron en el suelo.

Alejandro había intentado comunicarse con ella después de la cena, la llamó toda la semana, pero ella se había negado a responder. Aunque era muy duro alejarse así de la persona que amas, es lo mejor si no es un amor correspondido y ella tenía claro que no quería ser plato de segunda mesa.

Fue al cuarto de baño para recoger sus útiles personales, se observó en el espejo, sin duda alguna había adelgazado, su rostro estaba pálido y demacrado en el cual sobresalían sus ojos enrojecidos de tanto llorar. Se miró detenidamente, una fina línea aparecía en sus párpados, la arruga de la pena, pensó.

Se había despedido de sus seres queridos el día anterior, suplicando y haciendo prometer  a sus amigas que no le dirían nada a Alejandro, a Esteban también lo había obligado a jurar lo mismo, dándole una explicación poco convincente, pero que él decidió no objetar.

Cuando terminó de arreglarse miró a su alrededor, todo estaba listo, no quería pensar en nada que no fuera el viaje, en su destino junto a Esteban, en su nueva vida sin su pasado, sin Alejandro… oh Alejandro… ¿por qué?¿por qué me enamoré de ti?¿por qué me siento así? ¡TE  ODIO! ¡te odio, por ser tan perfecto y tan fiel! Pero tú elegiste tu camino… y yo tengo derecho a buscar el mío…ya está todo decidido y no daré pie atrás.

….

Alejandro se levantó temprano. Esa noche, como casi todas desde hace una semana, durmió muy mal, daba vueltas en la cama sintiendo algo que no lograba identificar. Había telefoneado a Erika con la esperanza de que esta vez sí contestara, pero sólo escuchó el buzón de voz. Ya no sabía qué hacer, después de esa cena él había querido salir corriendo tras ella, sin embargo se contuvo y la dejó ir, luego se arrepintió y fue a buscarla a su casa, pero ella no abrió, ni siquiera contestó los mensajes que dejó, no sabía absolutamente nada de Erika desde esa noche infernal y ahora se levantaba pensando en ella, sintiendo algo extraño, un presentimiento que no podía ignorar.

-Amor qué pasa – preguntó Claudia con voz de sueño, extrañada de ver que Alejandro se estaba levantando temprano el día sábado.

Él la miró mientras subía sus pantalones, no tenía ganas de contestar esa pregunta, ¿qué le diría? Que iba a buscar a Erika para decirle que la amaba y no podía soportar tantos días sin verla.

-No puedo dormir, así es que voy a dar una vuelta – contestó secamente, sin mirarla.

-¿Dónde vas?, son las siete de la mañana, por lo general a esta hora sales con buzo, no con pantalones de vestir – se sentó en la cama y lo observó tratando de leer sus pensamientos.

Mi mejor amigo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora