Se nos muere el amor

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Mil disculpas!!!, pero por fin volví, les dejo este penúltimo capítulo de la historia de mi mejor amigo. Gracias a los que tuvieron la paciencia de esperar y a los que no... bueno... los entiendo era mucho tiempo. Espero lo disfruten junto a la canción de Camila Moreno (sin mí)


No podía dejar de pensar en qué le había respondido Esteban... ¿realmente lo habría llamado? y si él decidía venir a Chile a buscar a Erika...Ay amor mío... ¿qué nos pasó? ¿por qué no pudimos simplemente amarnos?

Alejandro viajaba de vuelta a su hogar, tratando de entender por qué Erika había decidido contarle a Esteban que estaba embarazada ¿acaso todavía sentía algo por él? Bajo sus manos tomaba el volante con furia apenas contenida, en su mente se agolpada un cúmulo de emociones que no podía describir, unos celos que podrían ser hasta patológicos, pero así era él, un hombre enamorado que daría lo que fuera por estar con su amada en esos momentos, sin embargo su orgullo herido era más fuerte, Alejandro quería ser el único en la vida de Erika y el destino se empeñaba en separarlos.

Y así como avanzaban los pensamientos en su mente, rápidamente llegó a las cercanías de su hogar, apagó el motor y esperó estacionado en la calle... no quería entrar, no le apetecía ver a una mujer que lo único que despertaba en él era lástima... esto no puede seguir así, pensó, yo no puedo seguir al lado de una persona que no quiero... y Claudia no se merece esta lástima que siento por ella... no... esto no puede seguir así...

Ya estaba decidido, no había más vuelta que darle y con esa convicción bajó del auto pensando que era hora de tomar el destino en sus manos...

...........

No sabía cuánto tiempo había pasado desde que hizo esa estúpida llamada, estaba acostada aun, quizás en algún momento se durmió, pero no podía asegurarlo, abrazada a la almohada trataba de encontrarle un sentido a esta vida, intentaba entender en qué momento perdió el rumbo, sin embargo lo único que le parecía real en su futuro era el ser que llevaba en su vientre. ¿En qué instante se le pasó por la mente que contarle todo a Esteban era una buena idea? ¿Por qué? ¿por qué?, no lograba comprender, Alejandro tenía razón y no se merecía esa traición por parte de ella, esa llamada fue una puñalada al corazón del hombre que amaba y aun así él dijo que estaría con ella ¡aun así!, eso definitivamente es lo que hace un hombre enamorado... perdóname Alejandro, no sabes cuánto te amo... y cerró los ojos sintiendo que los brazos de él la acunaban para descansar.

Estaba adolorida, tenía los ojos irritados de tanto llorar, pero una cosa tenía clara en su caos mental, necesitaba salir de ahí, aclarar su corazón lejos del dolor, lejos de Alejandro y su mirada que no le permitía razonar, tenía que tomar las riendas de su vida, pero tampoco quería estar sola y sabía de la única persona en el mundo que la esperaba siempre con los brazos abiertos, la mujer a la que le debía un par de llamadas, visitas y explicaciones... su madre.

Durante el trayecto hacia la casa de su madre en el norte del país, Erika tomó mil veces el teléfono, una voz interior le decía que tenía que llamarlo, contarle a Alejandro donde estaba, pero su orgullo fue más fuerte y no hizo nada... nada que pudiera acercarla a la realidad, no quería escuchar a Alejandro porque estaba segura que en cuanto oyera su voz daría media vuelta y correría a sus brazos, así es que guardó por última vez su celular prometiéndose a sí misma no volver a tomarlo por lo menos durante las tres horas que faltaban para llegar.

Después de un viaje de seis horas para llegar a ver a su madre Erika sentía que volvía a su infancia, los colores y sonidos de su ciudad natal, el mar que resplandecía bajo el sol, todo estaba igual que hace muchos años, el lugar de sus recuerdos no cambiaba, parecía como si el tiempo se hubiese olvidado de ellos. No había grandes edificios y la modernidad quizás nunca llegaría, mejor así, pensó, mejor vivir una vida apacible y tranquila que estar hecha trizas por dentro. Se levantó del asiento y tomó su pequeño bolso de viaje, respiró hondo prometiéndose que desde ahora todo mejoraría, nada más de llantos, nada más de sufrir, pero la promesa le duró unos cuantos minutos, ya que su madre la esperaba ansiosa desde que Erika le avisó que iría a verla. Apenas caminó unos pasos cuando vio a su mamá mirándola con los ojos llenos de lágrimas, había pasado casi un año desde la última vez que se vieron, se acercaron y se fundieron en un abrazo lleno del más profundo amor, Erika sintió que todo el peso que llevaba sobre sus hombros cedía, supo que no estaba sola y que pese a no ser la mejor de las hijas, su madre siempre estaría ahí para apoyarla porque su amor era incondicional.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2017 ⏰

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