Recordando el pasado, tratando de vivir el presente

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Al costado dejo la canción de Sting que es una de las favoritas de Erika, es hermosa en realidad para acompañar este capítulo...

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-Erika, de verdad te digo, si quieres recuperarte y olvidarlo,  tanto exceso no te va a servir de mucho.

-Camila ¿qué te pasa?, ¿acaso crees que todavía estoy enamorada de ese imbecil? yo sólo salgo par divertirme- Camila sonrío, claro que sí, pensó, pero su amiga jamás lo reconocería Erika era muy orgullosa para reconocer que aún sentía algo por su ex.

Estaban en el departamento de Erika, como casi todos los domingos por la tarde Camila iba a visitarla, era un lugar sencillo, pero cómodo acorde al estilo de vida un tanto holgado, tanto como le permitía su bolsillo, la mayor parte del dinero que ganaba como diseñadora lo gastaba en decoración y ropa, pero desde hace un tiempo no recordaba cómo el dinero se escurría por sus dedos, aunque a decir verdad tanto exceso pasa la cuenta y entre vodkas y diversión gastaba mucho más de lo que debería.

Erika  estaba desparramada en la cama, con los ojos cerrados, apenas tenía fuerzas para tomar agua mineral, el alcohol tenía muchas calorías y ella se cuidaba mucho. Tenía un físico envidiable (iba al gimnasio tres veces por semana), tez clara y pelo negro muy largo que cuidaba con masajes semanales en la peluquería, estos eran cosas que antes no hacía, pero se dio cuenta que para muchos el físico lo era todo y daba lo mismo lo que tenías adentro.

-Bueno, bueno, lo que tu digas entonces, oye y quién ese tal Alejandro que te llamó ayer- Erika, evocó al hombre que su amiga nombró, un bom bóm, buen físico, buena espalda, ojos claros, muy simpático, realmente exquisito mmm...

-Me vas a decir quién es o vas a estar toda la tarde suspirando- se quejó su amiga. Camila era su mejor amiga, no era muy alta, más bien bajita, muy curvilínea y conversadora, era de una especie en extinción según Erika ya que tenía un feliz noviazgo desde hace 4 años.

-No es nadie, un amigo de mi ex- dijo sin ninguna emoción en la voz.

-Y por qué te llamó, acaso son amigos ahora.

-No, pero siempre tuvimos una buena relación y no veo por qué no hablarle ahora que ya no estoy con su amigo, pero no te imagines nada que el tiene novia y a mi no  me interesa meterme donde no me invitan.- dijo muy segura.

-¿Conoces ese dicho? por la boca muere el pez, lo único que digo es que no escupas al cielo, nada más.

-Sii- dijo mientras se estiraba lo que más podía en la cama- pero tengo otros peces en vista, prefiero vivir y ser feliz mientras pueda.

-Y ser feliz es beber hasta olvidarse de tu nombre y acostarse con quien sea?, deja el lado oscuro -con voz de conciencia- vuelve!!...

-Sabes, mejor hablemos de otra cosa, te parece si vemos una película- pero Camila, ya estaba recogiendo sus cosas.

-Mejor en la semana, quedé con mi novio y ya estoy bastante atrasada- dijo poniendo los ojos en blanco- nos vemos amiga, chaoo. Y haciendo un gesto con la mano se fue casi corriendo.

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A las dos de la mañana todavía no podía dormirse, daba una y otra vuelta en la cama y nada así que decidió escuchar música para lograrlo, eso siempre la calmaba...

Sting cantaba shape of my heart, una de sus favoritas, siempre se dormía al cabo de unos minutos, pero sus sentimientos la traicionaron esta vez. Acudían a su mente recuerdos de Esteban, ese maldito sin corazón, su hermosa relación, cuantas historias juntos, sus besos que la enloquecían, esa forma de tratarla un poco posesiva que a ella le encantaba y sobretodo extrañaba su forma de abrazarla, de darle calor, de decirle que la amaba y que era "su mujer" y él era "su hombre". Entonces comprendió por qué  hace meses no podía dormir bien y es que todavía estaba enamorada y eran sus fuertes brazos  que la acunaban su mejor medicina para dormir bien luego de "hacer el amor" aunque el amor no fue mutuo. Con la gente siempre negaba lo que sentía, pero en la soledad de la noche, sólo con Sting de testigo, lloró como debiera haberlo hecho hace tiempo y con el corazón nuevamente desgarrado se entregó a los brazos de morfeo.

Despertó a las 7 de la mañana, justo a tiempo, ya que su horario de trabajo comenzaba a las 8:30.  Caminó hacia el baño y observó su cara en el espejo... no estaba mal, salvo por los ojos enrojecidos e hinchados de tanto llorar, tenía ojeras, un par de arrugas que ayer no existían y el pelo igual que el resto del cuerpo, opaco y cansado - Primera y última vez que lloro por un hombre, no vale la pena quedar tan fea por nada... ahora a trabajar... vista al frente y al pasado pisado...Y con esa determinación comenzó su nueva vida, ya que ahora sería ella la que usaría a los hombres para satisfacerse y nada más.  Viviría sólo por el presente, desde ahora en adelante sólo sería una máquina de gozar...

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-No mujer, te digo que hoy no saldré... sí es verdad que dije que era una mujer gozadora, pero mi cuerpo no resiste más...además estoy cansada mi panorama ideal para hoy es ver películas románticas y deprimirme más de lo que estoy...si ya se...no te preocupes no te quiero arruinar la cita...voy a estar bien...si yo también te quiero...ya un beso- y colgó.

Ya era tarde, en su trabajo casi no quedaba nadie, estaba recostada con los brazos apoyados en el escritorio de su oficina, no podía más, lo único que quería era un buen masaje (manos de hombre, claro) y dormir, hace semanas que no salía  a bailar, sus amigas se extrañaban, pero Erika no era de las que demuestran sus sentimientos así que si ella no quería hablar nada podían hacer. Rápidamente y para no encontrarse con nadie tomó su cosas y salió con rumbo a su departamento. 

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Esteban estaba mal,  desde hace días que se sentía así, pero no identificaba la razón y cómo en casi todas las cosas de  su vida tampoco quizo averiguar, él era relajado, vivía el día a día, se dejaba llevar por sus instintos y siendo esa su gran filosofía de vida. Aunque ahora con Andrea no era como al principio cuando todo era sexo salvaje (es que su cuerpo lo volvía loco) todavía se sentía "enamorado" y al verla salir desnuda del baño su mente borró todos los pensamientos y se concentró en el placer.

-¿Te gusta lo que ves?- dijo Andrea apoyada en el umbral de la puerta, con una sonrisa de medio lado.

-No me gusta, me fascina- susurro al mismo tiempo que se acercaba y la tomaba por la cintura, comenzó a acariciarla desesperadamente, esa mujer lo volvía loco.  La llevó a la cama y ella dejó que el hombre se cansara de besarla y recorrer todo su cuerpo, ella tenía el poder y lo sabía. Hicieron el amor, como tantas veces desde que estaban juntos, como si fuera la primera vez, como si sólo existiera su mundo.

Terminaron abrazados, Andrea dormía entre los brazos de su amado y el tenía la cabeza apoyada en el hombro de ella, cuando un sonido desconocido lo despertó, un poco dormido estiró el brazo y se dio cuenta que era un mensaje en el celular- quién será a esta hora- pensó molesto, sin embargo ese sentimiento cambió a uno de extrañeza al ver el remitente, Erika, pero la sorpresa fue aún mayor al leerlo -te extraño, estoy sola, te necesito ¿puedes venir?- no lo pensó dos veces (nunca reflexionaba mucho las cosas) , de un salto dejó la cama y comenzó a vestirse apresuradamente.

-¿Qué pasa? - pregunto Andrea, estirándose en la cama.

-Mi hermano tiene un problema - mintió con descaro- se siente mal, está solo y me necesita - no era tanta mentira de verdad alguien lo necesitaba. Andrea lo miró, su hermano siempre estaba metido en problemas así que le creyó, se dio media vuelta y siguió durmiendo. Esteban se despidió con un beso en la frente y salió del departamento, soy irresistible para las mujeres...pensó con una sonrisa en los labios.

Mi mejor amigo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora