Ya!!! si por fin un nuevo capítulo, no es muy largo pues trato de no forzar la mano, pero espero subir y actualizar más seguido. Muchas gracias por su paciencia y recuerden votar y comentar al final ;-)
Ah, también adjunto la canción "Amiga" de Alexander Acha. Ahora... a leer...
¿Han sentido alguna vez que ese instante es el mejor momento de sus vidas? Que ese momento es tan perfecto que puede marcar un antes y un después en tu vida.
Pues así es como se sentía Erika cuando despertó a la mañana siguiente. Tener al hombre que amaba abrazado a ella, con su cabeza descansando en su hombro, su respiración tranquila le indicaba que estaba entregado a ella, no tenía duda de aquello. Con su mano derecha acarició sus cabellos, muy suavemente para evitar que despertara. Era un momento mágico en el que sólo existían ellos dos y nadie más. Sin embargo, Erika estaba consciente de la realidad, Alejandro no era completamente suyo, pues la ley lo ataba a su mujer.
Ay Alejandro… ¿no podías esperar un poco más?... sólo unos minutos…
Pero ella sabía que no se puede cambiar el pasado, no tenían más remedio que mirar hacia el futuro juntos, eso claro si es que Alejandro se proyectaba vivir su vida junto a ella.
Mientras pensaba en su futuro unos ojos azules que la observaban con devoción la sacaron de sus pensamientos.
-Hola- dijo él acercándose a su boca.
-Hola – respondió Erika dándose la vuelta para quedar frente a su amor.
Sólo basto ese gesto para que sus bocas se unieran nuevamente en una danza que comenzaba en un vals y continuaba en un ritmo frenético y salvaje. Comenzaban de nuevo a gozar de su cercanía, de su amor, cuando unos fuertes golpes en la puerta los sobresaltó.
-¡¡¡Abre puta de mierda, se que estás ahí dentro con mi esposo!!!- se escuchó el grito de una mujer desesperada y engañada.
Alejandro y Erika se miraron y comenzaron a vestirse rápidamente, tratando de desenredarse de las sábanas. Cuando estuvieron listos Alejandro la tomó por los hombros y la miró fijamente como infundiendo una fuerza y seguridad que él poco sentía, aunque estaba seguro de su amor por ella no tenía la menor idea de lo que podría pasar en el futuro.
-Vamos- la animó- yo abro, estamos juntos en esto.
-No, yo abro, es mi casa – dijo mientras se acercó a la puerta que parecía que se venía abajo tan fuerte era la intensidad de los golpes. Contó hasta tres mentalmente y recibió a la mujer.
Apenas se movió la puerta, cayó sobre ella una desesperada Claudia que se lanzó sobre su cabeza, lo que hizo que Erika chocara contra la pared. Alejandro rápidamente se movió para separarlas, pero la fuerza de una mujer enojada y despechada es muy fuerte, así es que Alejandro tuvo que utilizar toda su fuerza y tomando a Claudia de la cintura logró separarlas, pero fue tanta la fuerza que utilizó que cayó de espaldas con ella encima de él.
-¡Suéltame, suéltame! – forcejeaba para volver a golpear a Erika que la observaba apoyada en la pared, tratando de normalizar su respiración.
-¡Tranquilízate mujer!, cálmate- poco a poco se fue incorporando con Claudia bien sujeta con sus brazos- Si te calmas, te suelto.
Claudia lo pensó, cerró los ojos y contuvo toda la rabia que sentía por la burla de esos dos. No quiso pensar en la noche anterior, no quiso pensar en el ridículo que hizo frente a todos los invitados, en la noche de mierda que tuvo sin dormir…no quería pensar en nada porque estaba segura que si tuviera una pistola en la mano ya habría matado a esa perra.
-Suéltame, ya estoy bien –dijo seria.
Alejandro sopesó sus palabras y la fue soltando lentamente.
Y ahí estaban… los tres frente a frente, cada uno con su historia, y todos con una historia en común… ¿en qué momento se cruzaron? ¿en qué momento cambió todo lo que tenían planeado para dar un giro de 360 grados?
-Así es que aquí está el par de tórtolos…- dijo Claudia rompiendo el silencio- ¿Cómo lo pasaron? ¿Estuvo buena la noche de bodas? – hablaba mientras poco a poco iba subiendo el tono de voz.
-Claudia yo…
-¡Cállate!, no te da vergüenza meterte a destruir un hogar… -decía mientras se acercaba a Erika.
-Claudia… -se acercó Alejandro- yo… jamás debí casarme contigo –dijo sin rodeos.
-¡Qué! ¡y me lo dices ahora! ¡así como así! –gesticulaba moviendo los brazos- ¿No encontraste mejor momento para arrepentirte?, ¿por qué no lo hiciste antes? Tuviste tiempo…que hubiese pasado si esta mujer no hubiese vuelto… ¿te habrías arrepentido como lo hiciste? Acaso no te das cuenta de que me rompiste el corazón… -dijo esto último con voz apenas audible, con las lágrimas amenazando con salir.
Alejandro se acercó a ella, se sentía culpable y a la vez cobarde por no haber parado esto antes, por no haber escuchado a su corazón. Se casó con ella para no hacerle daño y le salió todo mal, realmente se había equivocado…
-Claudia… no llores…yo…-trató de tocarla, pero ella no lo permitió.
-¡Maldito!, cómo pudiste, cómo…- comenzó a golpearlo sin parar, estaba demasiado enojada y dolida.
Desde el otro extremo Erika observaba… quería acercarse y defender a Alejandro, pero sus piernas no respondían, parecía como si todo fuera a cámara lenta, verlo tratando de calmarla a ella… a su esposa… es verdad Erika, no te engañes… ellos son marido y mujer, tu sólo eres la otra, la mujer que siempre odiaste… la otra… esa mujer que te quitó el amor de Esteban, la que se entromete en la vida de una pareja…
-Váyanse de mi casa – soltó Erika. Ellos la miraron sorprendidos por su tono- ¡me escucharon!- gritó- ¡fuera, ahora!
Alejandro la miró, Erika agachó la cabeza y se acercó a la puerta resignada a su suerte. Claudia se acercó a ella para protestar y echarle en cara su condición de mujerzuela, cuando sintió un golpe seco en la mejilla.
-Yo no soy puta, que te quede bien claro. Todo lo que hice fue por amor.
Claudia, reaccionó y justo cuando iba a devolver el golpe Alejandro la sostuvo y salió con ella del departamento y sujetándola dijo a Erika antes de que cerrara la puerta…volveré…
Ella esbozó una triste sonrisa y cerró la puerta para quedarse completamente sola en su hogar.
Qué les pareció...uyyyy qué pasará con estos tres...ah y sepan que no me he olvidado de Esteban, pronto sabrán qué pasa con él. Recuerden que sus comentarios y votos son mi sueldo jeje
ESTÁS LEYENDO
Mi mejor amigo...
RomanceCuál es el límite entre la amistad y el amor, pueden un hombre y una mujer ser sólo amigos. Erika siempre pensó que esa amistad no existe, pero la vida le demostrará otra cosa...¿o no?