Mi mejor amigo...

Cuando acaba el placer

Mil disculpas!!! me demoré mucho verdad, muchas gracias por todos sus comentarios que me animan siempre a continuar, son geniales!

Les dejo también la canción "cuando acaba el placer" de Alexandre Pires

Contestó el teléfono, desde hace rato que sonaba y ya no podía dejarlo así, tenía un compromiso que cumplir.

-Hola – dijo con voz un poco cansada.

-Hola mi amor ¿cómo estás?- preguntó Esteban preocupado.

-Bien, no te preocupes, estoy mejor que ayer, debe ser el cansancio- dijo tratando de convencerlo.

- Linda… te conozco, tienes una voz…- hizo una pausa y añadió- estuve pensando… tengo algo que te puede hacer subir el ánimo… una sorpresa, te parece si salimos a cenar, te paso a buscar a las ocho.

Erika lo pensó un momento… una sorpresa… bueno, es mejor que nada, aceptó y quedaron de verse a la hora indicada.

…..

El restaurant era una maravilla, la luz tenue creaba una atmósfera de intimidad que invitaba a relajarse. Ella lo observaba, tratando de descifrar el misterio del amor, cuanto deseaba que él se comportara así cuando lo conoció, cuando estaba perdidamente enamorada de Esteban, tanto que si él le pedía que se fueran a la luna a vivir ella hubiese aceptado encantada.  Sin embargo, ahora todo había cambiado, lo veía sonreír mientras contaba algo que le pasó en el trabajo, pero su corazón no saltaba de alegría y no sentía mariposas en el estómago cada vez que lo veía. Quizás era la costumbre… o quizás esa gran traición que día a día trataba de olvidar, lo cierto es que lo quería, pero no tanto como antes, le gustaba estar con él, mas su corazón estaba dividido y necesitado de amor, quizás si él se esforzaba un poco más volvería a caer en sus redes, pero nunca como antes… ya no…

-          Amor… -dijo él luego de terminar con el postre- dime qué te pareció todo – preguntó esperanzado.

Ella sonrió, notaba el esfuerzo por recuperar algo de lo que tenían, lo observó… ¡Dios mío!¡cuánto había amado a ese hombre!! Y en nombre de ese gran amor que algún día le tuvo decidió que ella también pondría de su parte para que todo funcionara, él merecía una segunda oportunidad y ella quería un hombre que la amara y que fuera soltero.

-          Me encantó –le dedicó su mejor sonrisa- gracias por la sorpresa, hace tiempo que no salía a comer.

-          ¿Sorpresa? – e hizo una mueca enigmática- esta no es la sorpresa, todavía falta…

-          Qué falta – le tomó las manos por sobre la mesa- ya dime qué es por favor!!

-          Jajajaja, no seas tan ansiosa mi  amor – se acercó más a ella y la tomó por la barbilla acercando su nariz con la de ella – todavía falta…, vamos – pagó la cuenta y se fueron.

Esteban manejaba por la costanera de la ciudad, el lugar poco a poco se iba haciendo más desconocido, viajaban en silencio, a ratos él volteaba rápidamente para mirarla, como para asegurarse que ella estaba al lado, que no era producto de su imaginación.

Erika encendió la radio, sonaba una romántica canción que inmediatamente comenzó a cantar, se sentía bien, podría decir que feliz, Esteban era encantador no lo podía negar, sentía que la miraba de reojo, pero no se creía capaz de mirarlo. Recordó otros momentos, años antes cuando todavía eran una pareja perfecta y ella pensaba que él era el amor de su vida… ja, quién lo diría, lo que más deseaba en el mundo, que Esteban se comportara como un caballero, como un hombre enamorado… ese sueño se estaba haciendo realidad justo cuando lo que más deseaba estaba lejos de ahí.