Mi mejor amigo...

¿Te amo?

Hola!!!, dejo con ustedes... un nuevo capítulo... gracias por sus votos, comentarios (los leo todos) y sobre todo por la paciencia. También puse la canción Aun te amo de Arjona para que disfruten el capítulo.

Ya ahora si a leer!!!

 Sentado todavía fuera del departamento de Erika no se resignaba a perderla. Todavía pensaba que ella llegaría en cualquier momento, miraba como la hora pasaba en su celular, imaginándose que ella viajaba con rumbo a su nueva vida, pero al mismo tiempo creyendo que todavía quedaba alguna esperanza y que Erika bajaría para encontrarse con él y decirle  que todo era una broma.

Pero no, el tiempo pasaba y nadie llegaba, se hacía más claro aun que la había perdido… sí y todo por mi culpa, ella abrió su corazón, pero mi maldita cobardía no me permitió ver nada más ¡oh Erika! Si hubiese sabido que tomarías esta decisión tan radical, jamás me habría separado de ti.

Un sonido que no lograba identificar llamó su atención, miró su mano Claudia llamando… dudó en contestar, ¿qué le diría? Que había estado a punto de tirar todo por la borda por seguir a una mujer que lo enloquecía, por supuesto que no.

Pesadamente se levantó con las pocas fuerzas que tenía, poco a poco se comenzaba a desarrollar en su mente una idea, eran los últimos cartuchos que quemaría, no daría todo por perdido y si tenía alguna esperanza se aferraría  a ella, esto no podía terminar tan fácilmente.

….

Su rostro… recordaba sus ojos… y si se esforzaba un poco más podría sentir su tacto en la piel, la cálida sensación de haber encontrado su otra mitad y sin embargo, perderlo para siempre. Despertó de su ensoñación al sentir el apretón de la mano de Esteban sobre la suya, parpadeó un par de veces extrañada de verlo a él y no en quien estaba pensando, pero esa era la realidad. Él le sonrió con ternura y ella devolvió esa sonrisa a miles de kilómetros de altura, a mucha distancia de la tierra y de su corazón.

El avión avanzaba y a ella le parecía estar viviendo en una vida que no era la suya, algo había pasado, su cuerpo estaba sentado al lado del hombre al que dio una segunda oportunidad, ¡NO! No debería estar acá  sino en su país junto al hombre que realmente amaba ¡¿qué había hecho?! Dios mío, sáquenme de aquí.

Comenzó a desabrochar su cinturón de seguridad con desesperación, pero sus dedos se enredaban y no lograba hacer nada. Quería salir, levantarse y bajarse inmediatamente. Su corazón latía a mil por hora y lo único que pudo hacer fue golpear a Esteban, gritando para que la dejara, las lágrimas salían en oleadas de desesperación mezcladas con histeria. Esteban trataba de contenerla, pero ella no entendía de razones, con fuerza la abrazó para que se calmara, sin embargo Erika sólo quería huir de allí.

-¡Erika, cálmate por favor! – gritaba sosteniéndola con sus brazos.

Pero el ataque de histeria era cada vez más fuerte, por lo que con ayuda de la azafata del avión la sedaron con un par de píldoras para dormir. El viaje era largo, mejor si dormía y se relajaba muchas personas se alteran cuando viajan en avión, pero Esteban no pensaba que ella fuera una de esas, no se sentía mal por haberle dado un calmante, no tenía otra opción, esperaba que cuando despertara ya estuvieran cerca del destino y que al ver la casa que la empresa les había proporcionado le cambiara el ánimo.

Y con la certeza de un futuro prometedor se recostó lo que más pudo en ese asiento tan pequeño pensando en la vida que les esperaba.

…..

El tráfico a esa hora ya no era tan problemático, podía manejar con facilidad hacia el aeropuerto. No llevaba la cuenta de las llamadas perdidas que tenía de Claudia, pero tampoco le interesaba contestar, en esos momentos quería concentrar todas sus energías en lo que tenía en mente.