¿Terminamos?

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Aca un nuevo capítulo, al lado uno de mis artistas favoritos y la canción va como anillo al dedo para este capítulo. No se olviden de votar y comentar si les gustó, además los invito a pasar por mi otra historia.

Una nueva semana se iniciaba y Erika se encontraba mejor que nunca, había retomado sus clases de Pilates,  había vuelto a la peluquería y en su trabajo estaban a full realizando las pruebas de vestuario para la próxima colección de la temporada primavera-verano. Todo marchaba viento en popa,  además Alejandro la había llamado en la mañana para invitarla a tomar un café en la hora de almuerzo, sus trabajos quedaban cerca.

A eso de las dos de la tarde envío un mensaje a Alejandro para decirle que recién se había desocupado, esperaba que siguiera en pie la oferta del café, él respondió que sí y quedaron de juntarse en media hora más en un restaurant que era muy conocido.

Erika, llegó 5 minutos más tarde al restaurant, entró un poco temerosa ya que no sabía si él estaba ahí. Observó el lugar desde la puerta y a lo lejos divisó una sonrisa deslumbrante y un brazo que se movía haciéndole gestos.  Ella sonrió, ya lo comenzaba a conocer y el disimulo no era exactamente una de sus cualidades.

-Hola, cómo estás – saludo Alejandro abrazándola y luego moviendo la silla galantemente para que ella se sentara.

-Bien, gracias, me sorprendió tu invitación – dijo ella, mirándolo con una sonrisa. Él se estiró un poco en la silla.

-¿Por qué te sorprende?, acaso los amigos no pueden salir a almorzar – preguntó guiñando el ojo.

Debía reconocerlo, ese hombre era un seductor de primera, pero se notaba que no lo hacía sabiendo, en él todo era natural y casi ingenuo, pensó Erika. Otro hombre hubiese comenzado a coquetearle descaradamente, mas él no era así, pertenecía a otra especie y la conversación que tuvieron el otro día afuera de su departamento fue como si nunca ocurrió.

Almorzaron, conversando de su ajetreada semana, contándose lo que harían en sus respectivos trabajos. Él le dijo que Claudia tenía otro turno, por eso no pudo venir a almorzar, además luego ella tendría que ir a un congreso de medicina y no sabía si acompañarla o quedarse adelantando algunos proyectos. En eso estaban cuando escucharon una voz fuerte que decía

-Alejandro Valdivia, hombre, cómo estás – éste sonrió y se abrazaron como si no se vieran desde hace mucho tiempo.

-¡Esteban!, tanto tiempo, menos mal que somos amigos, jajajaja – río Alejandro.

 Erika los miraba, se sentía muy incómoda, lo único que quería era salir de ese lugar, pensaba que tenía todo resuelto, pero no, su corazón latía más rápido que nunca, ver a su ex frente a ella la hacía ponerse muy mal, comenzó a sacar el celular para entretenerse y no mirarlo.

-Erika… linda… acaso no me vas a saludar – sonrió sintiéndose dueño de la situación.

-Hola – dijo ella secamente.

Alejandro lo notó, podía sentir la tensión de ella, su posición  como dispuesta a salir corriendo en cualquier momento. Así que preguntó a su amigo.

-Esteban te parece si nos juntamos  a conversar después del trabajo – sugirió amablemente para que se diera cuenta de que sobraba.

Esteban no se dio por aludido, más bien se hizo el invitado  y se sentó a l lados de su ex y de su amigo.

Erika no se atrevía a mirarlo, siempre se había sentido una persona muy segura,  pero no sabía que le pasaba al lado de su ex. Definitivamente  no era algo que tenía superado.

-¿Cómo estás Erika?, la última vez no me respondiste el mensaje que te envié, acaso estás enojada, porque no lo parecías – dijo como si nada acomodándose

Mi mejor amigo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora