Mi mejor amigo...

Te conocí ... ¿demasiado tarde?...

Por fin!!! nuevo capítulo y nueva canción, muy buena de Arjona...

Antes  de que Erika despertara Alejandro se fue a su departamento, no sin antes dejar una nota para que ella no se preocupara.

Cuando llegó a su departamento, se acostó nuevamente para intentar dormir un rato más, estaba muy cansado, había sido un fin de semana de terror que no le daba ni a su peor enemigo. Ver a su mejor amiga a punto de morir intoxicada, su rostro, esa mirada de estar perdida en el mundo hizo que se sintiera tan mal que no se había separado de ella en ningún momento, sólo ahora cuando notó que estaba mejor y que podría arreglárselas sola nuevamente.

Una vuelta, otra vuelta y nada, no podía dormir era inútil, sólo pensaba en ella y en su cuerpo frágil entre sus brazos. ¿Qué podía hacer? No podía negar que le atraía físicamente, él era un hombre no tenía nada de malo, lo que no cabía en su mente era el hecho de querer estar cerca de ella cada vez más, hasta el punto de necesitar su contacto, añorar su cuerpo y querer saber cuál era el sabor de sus labios cada vez que lo miraba con esos hermosos ojos.

Pensó en Claudia, cuando comenzaron su relación hasta ahora, sin duda la seguía amando, era su mujer, con la que quería seguir compartiendo por el resto de su vida, no se imaginaba sin ella, pero… qué hacía con lo que sentía por Erika, ¿es así como se quieren los amigos? él nunca había tenido una amiga, por lo que estaba muy confundido. Por eso es que se había regresado a su departamento, porque la tentación de tener a Erika a su merced era demasiado y él no era una piedra tampoco podía sentir ¡era un hombre!, pero no quería caer presa de sus instintos, él no era así y jamás había sido infiel. Tampoco estaba seguro, pero tenía la certeza de que Erika sólo tenía sentimientos de amistad hacia él. Quizás lo mejor sería alejarse un poco de ella, no pasar tanto tiempo juntos, sin embargo a estas alturas sentía que sería casi un reto, porque ella se había convertido, para él, en  una persona indispensable.

------------

A la mañana siguiente, cuando despertó, estiró el brazo para comprobar que estaba sola. Fue una de las mejores noches desde hacía mucho y no había probado ni una gota de alcohol y tampoco había salido de la casa. Qué pena, me hubiese gustado  despertar con su sonrisa, pensó.

Poco a poco se fue incorporando en la cama, en el velador encontró una nota que explicaba por qué no estaba, qué delicado, es tan detallista. Se levantó para darse una buena ducha, se sentía mucho mejor, pero se tomaría el día y se quedaría en la casa para recuperarse bien. Primero fue a la cocina para beber un vaso de agua y se encontró con una gran sorpresa en la mesa del comedor estaba preparado el desayuno, en el centro había una rosa y a su lado una nota: “ánimo preciosa, eres la mejor”, Erika miró todo y especialmente la hoja que tenía entre sus manos, no decía mucho, pero a la vez era muy emotiva porque la hacía sentir importante. Ella lo podía sentir, la forma en que la miraba, su preocupación constante Alejandro había hecho por ella cosas que nadie había hecho jamás.  Sin embargo, a pesar de todas sus atenciones sabía que lo que él sentía era casi cariño de hermano, sólo eran amigos nada más.

Por un momento, hubiese querido devolver el tiempo y haber conocido a Alejandro antes que Claudia, porque estaba segura que estaban destinados a estar juntos, se entendían tan bien que en un universo paralelo seguro se hubiesen amado sin ataduras, pero la realidad no era así y el sentimiento de amistad dentro de ella se convirtió en algo que no podía negar, porque ella sentía cosas por su amigo, quería besarlo cada vez que veía eso ojos azules que la acariciaban, quería sentirse mujer bajo sus brazos. Sin embargo, eso era prohibido, pues él se casaría pronto con la mujer de su vida, así que lo mejor sería que no se acercaran tanto, pensó, aunque era casi imposible ya que lo que sentía junto a él la hacía acercarse cada vez más.