¿Todo cambio?

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POR FINNN!!!! Muchas gracias por la espera, se que fue larga, pero el tiempo pasa volando y a fin de año peor! Gracias por todos sus votos y comentarios, los he leído TODOS son muy importantes para mí, ya que me alientan a continuar.

También les dejo la canción respectiva "Nada es Normal", ya que realmente identifica lo que pasa en este capítulo.  A disfrutar!!!


El sol de la mañana que apuntaba directamente a sus ojos la hizo despertar, quiso levantarse, pero una mano sobre su vientre se lo impidió. Recordó la noche anterior y agradeció que él no se hubiera ido y se quedara a dormir con ella. Era una sensación tan reconfortante tener a ese gran hombre durmiendo con ella, se sentía feliz aunque sabía que de ahora en adelante sólo se tratarían como amigos, había quedado claro la noche anterior y era algo que pensaba cumplir con tal de estar cerca de él.

Lentamente se dio la vuelta hasta quedar  de cara a Alejandro, estaba tan cerca que podía ver sus pequeños lunares y una finísima arruga que antes no había notado, que perfecta situación. Suavemente acarició su rostro, pasando su dedo por la línea de expresión de sus ojos, él se movió un poco y abrió esos hermosos ojos azules mirándola sonriente.

-Hola – dijo él mostrando su perfecta sonrisa, tratando de abrir bien los ojos.

-Hola- contestó ella aguantando las ganas de besarlo ahí mismo.

-Dormí muy bien –y la abrazó- eres muy buena compañía – dijo soltándola un poco y sonriendo de manera pícara.

Sólo eso bastaba, Erika no se aguantó y lo abrazó con fuerza hasta dejarlo sin aire, no quería despertar de ese maravilloso sueño, no quería que se fuera, lo necesitaba tanto que sentía que dolía.

-Y eso por qué – preguntó él sonriendo.

-Sólo porque sí- dijo y se levantó de un salto, necesitaba alejarse un poco de él, ya que mientras más tiempo pasaba junto a Alejandro más adicta a él se volvía- voy a preparar desayuno, ¿te quedas?- preguntó.

Él se acomodó en la cama y puso sus brazos tras la cabeza, mirándola fijamente, como queriendo leer su mente.

-Por supuesto, jamás me perdería un desayuno y menos preparado por ti – dijo guiñándole un ojo recordando que la última vez que había estado ahí, ella había demostrado tener nula habilidad para la cocina.- aunque si quieres me esperas y lo preparamos juntos.

Alejandro se levantó y juntos prepararon el desayuno, parecían una pareja feliz, se tocaban, se rozaban mientras pelaban las frutas, sonrisas cómplices iban y venían. Erika pensaba que eso no estaba bien, pero eran amigos ¿cierto?… entonces no tenía nada de malo.

Durante el desayuno hablaban como si fueran amigos de toda la vida, con una complicidad única. Se miraban y sonreían, hablaban de todo, los dos sabían que era un momento muy especial que probablemente no se volvería a repetir y debían aprovecharlo al máximo.

Entrada la mañana, llegó la hora que más temían, volver al mundo real, a la vida que se habían construido lejos el uno del otro. Lentamente y en silencio recogieron los platos sucios de la mesa. Alejandro fue al baño mientras ella lo esperaba apoyada en el umbral de la puerta de entrada al departamento mirando hacia el suelo, con los brazos cruzados en su pecho.

Alejandro salió y la observó en esa posición, se dio cuenta que era lo mismo que sentía él, a tal extremo que en un momento pensó en mandarlo todo al diablo y seguir a Erika como un perrito faldero, sin embargo el sentido común predominó y el amor hacia su novia también.

Mi mejor amigo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora