Amigos!!! nuevo capítulo, espero lo disfruten, de la misma forma que yo lo hago al escribirlo para ustedes. Como siempre dejó la canción justa para este capítulo ;-). Ahora... a leer...
Durante toda la semana, Erika estuvo trabajando para lo que sería la nueva colección, afinando los últimos detalles, diseños y fotografías. Para ello debía estar codo a codo con Ignacio, el nuevo fotógrafo. Tenían una muy buena relación, debía reconocer que el tipo era encantador, atractivo y muy simpático, trabajar con su ex no resultó tan mal como ella pensaba, sino todo lo contrario, se llevaban muy bien, tanto que la semana pasó volando para ellos.
Así como pasó la semana y tal como toda la semana, un hecho marcaba todas sus mañanas y ese día viernes no era la excepción. En su escritorio encontró un chocolate en forma de corazón, no venía con tarjeta ni nada que lo identificara. Como todos los días, lo guardó en uno de los cajones de su escritorio (ya tenía 5), se preguntó quién sería, pensó en todos los hombres cercanos que conocía y sólo se le ocurrió una persona.
Salió de su oficina en dirección a la que estaba destinada a la fotografía y ahí lo encontró y lo encaró.
-Por qué me mandas regalos, acaso no puedes olvidarme – preguntó, poniendo sus manos en la cintura en un gesto realmente provocador.
Ignacio la observó, no tenía idea de qué regalos estaba hablando, la seguía mirando, veía como su boca se movía, pero no entendía nada más, estaba concentrado en sus voluptuosos labios y en su forma de moverse tan tentadora, cuando por fin salió de su ensoñación la escuchó.
-Por qué me miras así y no dices nada o es que te sorprendió que te pillara tan rápido –siguió ella con una postura altanera.
-Sabes… no tengo idea de lo que me estás hablando – dejó lo que estaba haciendo y comenzó a acercarse a ella- pero si yo fui el primero en el que pensaste por algo será.
Mientras Ignacio se acercaba, Erika retrocedía, tanto que chocó contra la pared. Él la acorraló y puso ambas manos a los costados de su cabeza, acercó su boca a la de ella, casi rozándola y murmuró.
-No puedes olvidarme, lo sé, pero si quieres estar conmigo deberás hacer fila, porque ya tengo varias modelos en mi agenda- y se separó de ella lanzando una carcajada.
Ella estaba roja por la vergüenza y por la rabia, no supo que responder así es que salió humillada tan rápido como sus tacones se lo permitían.
Una vez en su despacho, se sentó tratando de terminar algunos diseños, pero en vez de eso saco un chocolate de su cajón y lo observó ¿quién sería su admirador secreto?, se concentró en recordar a los hombres que habían pasado por su vida últimamente…mmm… quién podría ser…Mientras pensaba, se sintió observada y levantó la vista. Su corazón casi da un vuelco, qué hacía él acá. Por un instante se miraron a los ojos, ella le ofreció asiento y él se ubicó frente a ella.
-Hola –saludó ella tímida
-Hola – respondió él de la misma forma.
Ninguno de los dos sabía cómo empezar, ella porque era tan raro verlo en su oficina que sabía que algo extraño había ocurrido, y él porque lo que tenía que decir le parecía de otro mundo, un momento que pensaba que nunca llegaría.
-Qué te trae por acá – preguntó por fin Erika.
-Necesito hablar contigo –dijo Alejandro, lo había decidido, lo diría sin rodeos- es algo muy importante, no podía esperar hasta la fiesta para decírtelo y como somos amigos tampoco era muy buena idea contarlo por teléfono.
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Mi mejor amigo...
RomanceCuál es el límite entre la amistad y el amor, pueden un hombre y una mujer ser sólo amigos. Erika siempre pensó que esa amistad no existe, pero la vida le demostrará otra cosa...¿o no?