-¡Quiero que alguien me diga algo sensato de una buena vez!-El rey Ricardo estaba muy furioso mientras descansaba en su trono. Todo esto después de ser interrumpido en aquella reunión, donde se anunció el compromiso oficial de su hija con el príncipe del reino Kreiton. El príncipe Marin.-¿Por qué carajo tuve que salir de esa divertida fiesta con la amenaza de que algún atentando estaba por ocurrir?, ¿no ven que todos aquí somos aliados?
-Si me permite su majestad.-Agusto entraba por primera vez en la conversación. El padre Jacinto había sido el encargado de explicar la situación previamente.-Me disculpo por mis emisarios. Ellos se precipitaron en contar la información y alarmar a todos.
-Rey Agusto, al fin lo escucho hablar.-Le hablaba con respeto pero seguía muy molesto.-Me complacerá conocer de su boca el motivo por el cual tengo al príncipe de mi reino invitado, con varios guardias protegiéndolo.
-Me temo que fue una medida que en mi pobre sabiduria consideré necesaria.
En aquella reunión estaba Ricardo, su esposa, el monarca de Kreiton, Agusto y sus dos compañeros leales, Eréndira y varios guardias bien armamos.
Al príncipe Marin lo habían llevado a una habitación muy bien resguardado, donde incluso ni la princesa Sleidy podía entrar con lo furiosa que estaba.
-Le pido perdón a ambos monarcas por los que bajo mi cabeza en señal de respeto.-Continuaba Agusto lo más diplomático que pudo.-Mi asistente Job, escuchó algo que no me pareció tan descabellado y tuve que reaccionar.
-Sin más rodeos por favor, quiero escuchar ese motivo...
-Mi familia, aquellos que desean apoderarse de mi reino, muy probablemente hicieron un plan para provocar una guerra entre nosotros.-Trató de ser lo más rápido y menos alarmista que pudo.-Se enteraron de mi visita aquí y del primer ofreciendo de mi sacerdote Jacinto por su hija la princesa Sleidy. Ellos vieron ese mal entendido como una herramienta poderosa, ya que desconocen que yo estoy aquí por otra mujer.-En ese momento por primera vez eliminó la vergüenza que sentía y miró a Eréndira a los ojos. Ella sintió su fuerza y se puso muy nerviosa, pero no bajó la mirada hacía el monarca que le señalaba con halago.-Mi familia pensó que asesinar al príncipe haría pensar que lo hice yo como venganza al no ser prometido a su hermosa hija, rey Ricardo. Cuando eso sucediera usted y el rey de Kreiton, aquí presente, me capturarian e iniciarían una guerra, una que yo perdería y así ellos se quedarían con mi reino.
-Toda esa conspiración, ¿Esta seguro de eso?-El rey de Kreiton, Wilson III. Preguntaba abiertamente.
-No puedo tener una garantía total mi rey.-Agusto lo miró muy amablemente.-Pero con esa presión y con el enemigo listo para atacar, no me quedó más opción que hacer ese movimiento rápido. Si todo era una farsa o mentira, al menos la vida de su hijo no estaría en peligro. Una apuesta que sin duda tenía que jugar.
-Y se lo agradezco mucho. La vida de mi hijo vale mucho.-Respondió su homólogo de Kreiton.-Le agradezco lo haya tomado con esa seriedad mi rey.
Gracias a las palabras de Agusto, el ambiente se había calmado. Principalmente la tensión de Ricardo quien se apoyaba sobre su brazos pensando en aquella situación.
-Si eso verdad.-Interrumpió Eréndira sorprendiendo a todos los ahí reunidos. -Quiere decir que el atentado aún puede ocurrir, ¿no?
-Si, aunque dudo mucho que pueda suceder algo mientras el príncipe esté a resguardo.-Contestó Agusto mirando con buenos ojos el interés de su futura esposa.-No se atreverán hacer un ataque directo, están esperando algo discreto. Sin contar que tal ves se dieron cuenta que su plan ya se frustró.
-Ese es otro riesgo que no podemos tomar.-Tomó nuevamente la palabra el rey Wilson.-No podemos exponer a mi hijo como si nada pasara.
-Estoy de acuerdo con usted, tenemos que hacer algo antes.
ESTÁS LEYENDO
El Rey Lisiado
RomanceEl rey Agusto tendrá que enfrentar la peor de sus batallas.... Encontrar quien pueda reinar a su lado tras quedar abandono después de perder sus piernas mientras salvaba su reino.