Capitulo 10

86 47 3
                                    

La poderosa alianza entre los reinos de Kreiton, el magnífico reino del sur "Portabella" y el fabuloso reino del norte "Cruz celeste" Había iniciado de la mejor manera posible.

Los enemigos de Agusto sin pensarlo, habían hecho algo a favor para que esto pudiera suceder. Aunque ellos deseaban que su estrategia los envolviera en la guerra, ellos simplemente los unieron. Todo gracias a una simple acción de un hombre que ya estaba siendo recocido por Agusto. Si atrevimiento sirvió para darle un gran giro a la situación así como a la futura relación con Eréndira. Algo que no tardaría en agradecer.

-Mi señor, ¿qué tal la reunión?-Preguntó Job al ver salir a su monarca.-¿Se puso solucionar todo?

-Job, el problema es mucho más grande del que te imaginas, pero afortunadamente tenemos el respaldo de los reinos.-Dijo muy serio mientras el padre Jacinto le llevaba sobre la silla espacial en la que de desplazaba.-Tenemos que hablar en privado y hacer un plan para descifrar si lo que escuchaste es verdad...te podrías convertir en un héroe.

-Yo no aspiro a tanto mi señor, yo lo hice para servirle a usted y porque nuestro hogar no caiga.

-Eso es lo que hacen los héroes chico tonto.-Interrumpió Jacinto para reprenderlo.-Jamás imaginé que un vividor como tú pudiera hacer algo tan noble.

-Siempre tan firme Jacinto, por eso huyen de tu iglesia.

Agusto comenzó a reír burlándose de su amigo y olvidando un poco el asunto tan urgente que tenían por resolver. Todo eso hasta que una dulce voz les interrumpió.

-¿Puedo unirme a la reunión?

Erendira estaba justo detrás de ellos escuchando todo. Agusto reconoció la voz y sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo. No se animó a voltear, se quedó perplejo en ese momento.

-Por supuesto mi lady.-El sacerdote Jacinto fue el encargado de responderle.-Su presencia siempre es bienvenida. recibida entre nosotros.

-Me gustaría unirme y ayudarles.-Dijo ella aún sin moverse de su posición.-Creo que mi experiencia en este reino, puede ser de utilidad.

-Por supuesto, para nosotros sería un honor.-El eclesiástico seguía con su amabilidad.-Aunque no estoy muy seguro que sea propio que se involucre en este tipo de cosas. Nos las podemos arreglar.

-Por favor creo que no tenemos tiempo de ser machistas.-Ella seguía muy seria mientras respondía.-Encontrar una solución es necesario para todos. Así que se requiere la mayor ayuda posible.

-Por mi está bien mi lady, estaremos honrados de contar con su experiencia, inteligencia y conocimiento. La escuchamos.

-No se si su monarca esté de acuerdo en que me una.-Giró un poco la cabeza para buscar el rostro de Agusto.

-Claro que si, te agradezco el interés y tu ayuda allá adentro.

La respuesta se escuchó muy seca, pero no fue por mala educación. Está sensación ocurrió porque Agusto estaba muy nervioso por la resiente aparición de la mujer que no solo se convertiría en su esposa, sino que le había sorprendido con su audacia antes.

-Lo que él quiere decir.-Intercedió nuevamente el cura.-Es que está encantado con su ayuda. Tiene tiempo sin hablar así que usted entenderá que no use su lengua correctamente.

-Si, él está sonrojado porque usted le intimida.-Se unió Job con un tono de burla.-Pero le gusta hacerse el difícil.

Agusto abrió los ojos a manera de sorpresa por aquellas palabras que escuchó. Se sonrojó tanto pero se vió obligado a interrumpir para no seguir siendo objeto de burla.

El Rey Lisiado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora