𝟶𝟸∥ ᴇɴᴇᴍɪɢᴏ

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ABRIERON FUEGO CONTRA el responsable, y Lo'ak aprovechó la distracción para tirar de la anilla de una bomba de humo en el cinturón de uno de los soldados. El chico, y Tuk, mordieron los brazos de sus captores, haciéndoles gritar al sentir los colmillos incrustarse en sus pieles, y debido a la humareda verdosa que les rodeaba, pudieron escapar de su agarre.

Entretanto, Natasha había apuñalado en el pie al suyo, golpeando el arma ágilmente antes de que pudiera apretar el gatillo con la misma apuntando a su cabeza. Las balas impactaron contra los árboles mientras el Na'vi con ropa militar gritaba de dolor. La sangre salía de la bota a borbotones, y sin perder el tiempo, ella corrió tras los chicos.

—¿Eres tú, señora Sully?

Al escuchar su voz se detuvo en seco, quedando entre los árboles. Podía ver a la mencionada a un lado, y al hombre al otro. Ambos cubiertos por distintos troncos de la selva.

—¡Reconozco tu sello!

Y ahí fue cuando todas sus sospechas se confirmaron.

Miró sobre su hombro, viendo a Lo'ak correr tras Tuk para ponerse a salvo. El mayor de los dos no perdía de vista a su hermana, temeroso de que le ocurriese algo a la más pequeña, que corría entre los árboles, nerviosa y asustada al no ver a nadie más. Sabía que su hermano estaba tras ella, pero al resto no les encontraba. Desconocía si su familia estaba bien.

Pero cuando la mujer vio al hombre que les apuntaba, desconociendo este la cercanía a la que se hallaba ella, supo lo que debía hacer.

Observó cómo la culata descansaba en su hombro mientras buscaba atreves de la mirilla un disparo limpio. Comenzó a acercarse sigilosamente, como si de un depredador se tratase.

La pequeña Sully sorteaba los árboles, escondiéndose tras el tronco de uno, dando la espalda al soldado camuflado.

La mujer vio cómo este comenzaba a mover el dedo hasta el gatillo, listo para disparar a la cabeza de la niña estaba en la mira, y junto a ella, Lo'ak. Pero él estaba mejor protegido desde aquella perspectiva. Una sonrisa apareció en los labios del hombre armado, creyendo que conseguiría la muerte que les daría la ventaja emocional sobre el enemigo.

Y apretó el gatillo.

Natasha saltó sobre él, haciéndole fallar el tiro, que impactó contra el tronco a escasa de los dos hijos Sully, quienes se volvieron alarmados. Lo'ak puso a su hermana tras él, pero ambos pudieron contemplar a la persona que les había salvado la vida, presenciando cómo la misma rompía el cuello del armado sin esfuerzo.

El cuerpo cayó al suelo con un sonido seco.

—¡Demonio!— La voz de Neytiri llamó sus atención. La líder había visto a Kiri alejarse ilesa junto a Spider, dándola la oportunidad de encargarse de todo aquello sin hacer peligrar la vida de su hija.—¡Te mataré las veces que sea necesario!

—Supongo que el cabo y tú habéis estado ocupados, ¿no?—. El hombre habló de nuevo, ordenando a su equipo con señas que buscaran a la mujer del arco. Obedeciendo, varios comenzaron a avanzar sigilosamente. —Has parido toda una camada... de mestizos.

Pero la conversación fue detenida cuando los disparos se hicieron presentes de nuevo al intentar acabar con Neteyam, quien había salvado la vida de su madre, acabando con uno de ellos. Jake se encontraba junto a su hijo mayor, habiendo salvado su vida justo después.

Comenzó una persecución. Los disparos no cesaban, y el líder vestido de militar encontró a Neytiri en las alturas de los árboles. Apuntó y disparó una explosivo que casi consigue hacerla caer, pero pudo ponerse en pie para ir tras Kiri y Spider.

Natasha corría con el machete en la mano. Otro explosivo fue disparado, pero este si que consiguió su objetivo. La explosión tiró a Spider del tronco por el que cruzaban, haciéndolo caer. Kiri gritó su nombre, desesperada viéndole chocar contra troncos y hojas. Pero antes de que Natasha pudiera ir a por él, vio cómo Neytiri apuntaba con el arco al hombre responsable. No por lo que le había hecho al chico no era un secreto que la mujer no tenía aprecio, sino por tratar simplemente de acabar con él.

Cuando la cuerda se destensó, haciendo que la flecha comenzara a recorrer su trayectoria, la líder espiritual pudo contemplarla, esperanzada, creyendo firmemente que la punta de la misma atravesaría el cráneo del contrario.

Pero toda esperanza desapareció cuando la flecha fue desviada al ser partida por la mitad.

Sus miradas recayeron en el arma responsable que se había incrustado en un árbol debido a la fuerza con la que había sido lanzada.

Un machete.

Mirando al lugar del que había prevenido, todos quedaron sorprendidos al ver a Natasha entre los árboles.

—¿¡Ninoska!?— Cuestionó el hombre reconociendo entonces a la mujer.

—Es bueno verte a ti también, Quaritch—. Contestó ella sonriendo ladinamente.

—¿¡Qué!?— Se escuchó el grito de Kiri al ver lo sucedido. —¡No!— La joven quiso ir a por ella, descargar lo que sentía en la mujer; traición, dolor, enfado. Pero fue detenida por Neytiri, quien no apartaba la mirada de la persona en la que nunca había confiado. Pero a pesar de que ella no lo hubiera hecho, el resto de jóvenes observaron cómo la mujer abandonaba su posición para acercarse al árbol y recuperar el arma, quedando junto al líder de los invasores, quien había comenzado a entender de qué iba todo aquello. —¡No!— Gritaba Kiri mientras su madre la tiraba del brazo para sacarla de allí.

Los soldados se apresuraron para llegar hasta Spider, quien se encontraba boca abajo sin moverse. Natasha se arrodilló a su lado apresurada, volviéndole para ver su rostro.

Su cuerpo estaba cubierto de barro, pero lo que más inquietó a la mujer fue la sangre y las grietas en el cristal de la máscara. Pero no de su mirada. —¿Por qué?— Cuestionó él, débil, antes de mirar tras ella.

Había confiado en la mujer. Se había permitido considerarla familia, a pesar de las advertencias. Pero aún así había salvado la vida del enemigo. Solo quería saber el motivo.

El líder de los soldados estaba allí, observando al dúo. Y no perdió el tiempo. Se posicionó junto a Natasha, cargando al chico sobre su hombro mientras este trataba de liberarse de nuevo.
Debían apresurarse para poder escapar en el transporte, y además, que Spider no muriera por falta de oxígeno.

Se dirigieron de nuevo al barracón cuando una gran luz se hizo paso entre la noche, iluminando la explanada. El aire hacía mover fuertemente la vegetación y el ruido provocado por las hélices del motor mantenía a toda criatura alejada.

Corrieron hacia los cables que aguardaban al equipo, y sin dudarlo, ella agarró uno. Apoyó sus desnudos pies en el gancho que ellos empleaban para asegurarse. Y tuvo tiempo de ver a los Sully reunidos, y a Tuk siendo abrazada por su padre, ignorante de lo que ocurría una vez más tras ella.

Cuando comenzaron a coger altitud, las miradas de Jake y la mujer se cruzaron, y la rabia que vio en los ojos del hombre no podía compararse a la que había visto en otras ocasiones. Neytiri estaba junto a él, buscando desesperada una flecha con la que atravesar su corazón. Al no encontrarla, tomó la mano de Kiri, mirando a las alturas.

Natasha soltó su agarre con una de sus manos, permitiendo que su cuerpo cediera levemente con el peso. Y cuando la gran luz se alejó lo suficiente, siendo sumergida en la oscuridad de la noche, ninguno pudo distinguir a Natasha del enemigo.


 Y cuando la gran luz se alejó lo suficiente, siendo sumergida en la oscuridad de la noche, ninguno pudo distinguir a Natasha del enemigo

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𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍, miles quaritchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora