LAS GRANDES GARRAS de las criaturas se posaron sobre el frío metal. Sus rugidos y sus fauces mantenían a todos alejados, temerosos de ser atrapados entre sus fauces. Observaban al escuadrón sobre sus ikran, contemplando desde la altura que contaban, además de la suya propia.
Natasha fue la primera en bajar, cayendo sobre sus dos pies a la vez. Keyrön rugió, siendo seguido por la banshee de Quaritch, quien fue el siguiente en bajar, ayudando a Spider a hacer lo mismo.
Lyle y Z-Dog se acercaron al líder, observando los cuatro a la mujer alejarse.—Joder—. Murmuró la marine con una sonrisa ladina.
Todos los que cruzaban caminos con Natasha se detenían para no interponerse.
—Si que está ansiosa—. Comentó Lyle haciendo asentir a Quaritch.
Spider escuchaba sin apartar la mirada de ella. Los nervios se habían apoderado de él, pero no dejaba que el resto lo notase. No sabía si los Sully estaba donde la nave había sido detectada, pero era muy probable. Solo esperaba que, con un poco de suerte, podría distraerles lo suficiente para darles tiempo a percatarse de su error y salir corriendo de donde estuvieran.
—Será mejor que nos pongamos manos a la obra—. Dijo Quaritch antes de hacerle una señal al resto del escuadrón. Los tres compartieron una mirada, permaneciendo en silencio ante la presencia de Spider. Puso una mano sobre el hombro del chico, haciéndole avanzar con ellos para seguir a la mujer.
Natasha se detuvo al verles, permitiéndoles alcanzarla enseguida. Anduvieron en silencio, recorriendo los pasillos de la gran instalación para reunirse con la general y el equipo de reconocimiento.
Ahora, Natasha observaba apoyada en la pared el gran holograma que mostraba el punto exacto en el la señal se había detectado, y perdido poco después, en el Mar Occidental. Ardmore contemplaba junto a Quaritch el mapa, hablando entre ellos.
La habían permitido quedarse mientras el resto del equipo descansaba antes de recibir las nuevas órdenes. Esta vez no se había cambiado al atuendo militar, prefiriendo no perder tiempo si les permitían hacer lo que tenían planeado. Pero, la general no parecía muy convencida con la propuesta del hombre, quien deseaba tanto como Natasha ir a inspeccionar.
Pudo también contemplar que el coronel tampoco había perdido el tiempo en volver a calzar sus pies; tal como ella les había dicho en la selva, debían acostumbrarse a no llevar calzado. Y así era la mejor manera, acostumbrar completamente a los pies a cada entorno, en todo momento. Sin darles la opción de acomodarse lo suficiente.
—La señal era intermitente y la perdieron en mar abierto—. Explicaba a los presentes. —Pero, si proyectamos la ruta—, avanzaba señalando las zonas que necesitaba. —llega a este grupo de islas.
Ardmore escuchaba en silencio, cruzada de bracos poniendo toda su atención en aquello. —Hay cientos de islas—. Habló haciendo a Quaritch volverse para mirarla. —Es una búsqueda muy amplia, con muchas aldeas.
—¿De qué nos sirve todo lo que estamos haciendo si no aprovechamos la única pista que tenemos sobre el objetivo?
La voz de Natasha hizo que ambos se girasen. Observaron cómo se incorporaba, dejando caer sus brazos a cada lado de su cuerpo para avanzar. Se adentró en el holograma, tal como habían hecho ellos, quedando junto a Quaritch.
El hombre asintió, de acuerdo con lo que escuchaba, antes de mirar a la mujer al mando. —Es nuestro hombre—. Dijo seguro. —Deme barcos y naves y le traeré su cabellera de trofeo.
Ardmore contempló al dúo, replanteándose su decisión. Se jugaban mucho y no estaba dispuesta a perder tantísimos millones en corazonadas y suposiciones, pero era cierto lo que la mujer frente a ella decía. Tenían que hacer algo, y cuanto antes mejor.
Quaritch y Natasha aguardaban sin mostrar la impaciencia que sentían. Querían ir tras Sully en seguida, pero tenían que ser cautelosos.
—De acuerdo—. Contestó por fin la general. —Saldrá en una hora el transporte que utilizaréis—. Se detuvo un momento, viendo asentir complacidos al dúo. —Os sugiero que os preparéis.
La mujer se alejó, seguida por uno de los hombres que había estado en la reunión. Ambos quedaron en silencio, y cuando el mapa holográfico que desvaneció, siendo apagado por el personal, ambos comenzaron a andar lado a lado.
Sus descalzos pies eran silenciosos en comparación con los del resto, que llevaban las botas. Quaritch, al igual que el resto del equipo, se habían adaptado bien. Ya no parecía molestarles lo más mínimo. La mujer recibía alguna que otra mirada por el atuendo que lucía, suponiendo que sería por que creían que comenzaba a ser más Na'vi que miembro de la RDA.
Nada más lejos de la realidad.
Pero también había notado, que tan pronto como llegaban, se iban. Al principio no prestó atención, pero viendo como la actitud de quienes pasaban a su lado cambiaba drásticamente, comenzó a fijarse.
Hasta que en una de esas veces, un grupo de militares de menor rango, comentaban y miraban sin mucho decoro. Estaba junto al grupo, esperando a que la hora pasara para montar en los ikran e ir al transporte indicado. Se había sentado junto a Lyle, guardando silencio mientras jugaba con el filo de un cuchillo. El resto hablaba, no sabía muy bien de qué, perdida en sus pensamientos.
Viendo a los cuatro militares diciendo algo mientras la miraban fijamente, clavo el arma en la mesa sin mucho esfuerzo. El mensaje quedó claro. Aun así, al rato, volvió a verles mirar. Se giraban para contemplarla de vez en cuando, a ella y al resto de marines a su lado, hablando entre ellos sin acercarse.
Pero antes de que pudiera hacer o decir nada, sintió un brazo sobre sus hombros, y levantando la mirada, vio al trio de marines a su lado que se habían vuelto para observar al las cuatro personas.
No abrieron la boca, no dijeron nada. Solo las cuatro figuras de los Na'vi y sus intensas miradas bastaron para que todos en la gran sala entendieran.
Lyle era quien había pasado el brazo sobre sus hombros, y Quaritch y Z-Dog quienes se habían dado la vuelta junto a él dúo.
Natasha esperó, viendo que todos comenzaban a salir del lugar para evita estar allí si ocurría algo. —Soy completamente capaz de ocuparme de unos gilipollas yo sola—. Dijo entonces.
—Descuida, encanto—, comentó Quaritch. —lo sabemos de sobra.
Natasha le miró seria, percatándose del apodo que había empleado.
—Eres parte del equipo—. Intervino Z-Dog desafiando con la mirada a cada persona que pasaba y les miraba.
Lyle asintió, llamando la atención de Natasha. —Estás atada a nosotros, te guste o no—. Sabiendo lo incómoda que la mujer se sentía en aquel tipo de situaciones, y escuchando la puerta cerrase cuando la última persona abandonó por fin el lugar, atrajo más a la mujer para atraparla entre sus brazos.
—¡Lyle!— Gritó sintiéndose encerrada. Veía a Z-Dog reírse, pero no a Quaritch. De hecho, no le encontraba. —Lyle, suéltame—. Dijo de nuevo, pero los tres sabían, que si de verdad aquello la desagradaba lo suficiente, habría conseguido librarse del marine hace tiempo.
La puerta volvió a sonar, haciéndola saber que Quaritch había abandonado la gran sala, permitiendo que se distrajeran un poco antes de la misión.
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𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍, miles quaritch
Fanfiction↠ 𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍 ❛ Encontrada por los Na'vi en circunstancias misteriosas, deberá integrarse con ellos para poder sobrevivir. Pero, ¿qué sucederá cuando los secretos sean desvelados, y Pandora sitiada por el caos, el rencor y la venganza, alcanz...