𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍, miles quaritch

𝟸𝟶∥ ᴏʀᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴄᴀᴢᴀ

LA SOMBRA QUE CREABAN SUS CUERPOS EN EL AIRE LLAMÓ LA ATENCIÓN DEL CAPITÁN. Junto a él, Garvin observaba las llamas en la orilla que destruían la aldea. Las criaturas descendieron, gruñendo al quedar sobre el tejado. Los dos hombres observaron como Spider bajaba el primero, sin tener la intención de estar junto a Quaritch más tiempo del necesario.

Dejando atrás las monturas, y apoyándose en el frío metal, bajaron hasta la cubierta. Cayeron sobre sus pies, y mientras que el dúo de militares hablaba con Scoresby, el joven adolescente se alejó de ellos. Apoyado en la barandilla, veía desde la lejanía a los metkayina. Muchos corrían para sofocar las llamas, otros abrazaban a quienes creían perder aquel día. La culpa le comía por dentro.

Y todavía estaba por llegar lo peor.

—Tengo un cupo que cumplir—. Escuchó al capitán dirigirse al coronel.

Lyle se había apoyado en la barandilla a junto a Spider, cruzado de brazos, escuchando la interacción de igual manera. Pero como él, también estaba un poco distraído. No por las mismas razones, claro. Al igual que el resto, había notado como el gran oscuro ikran que había ascendido en la playa hacia el cielo, no estaba.

Pero cuando, una vez más, un gran sombra se hizo presente, y miraron hacia arriba, encontraron a Keyrön. El metálico sonido se escuchó cuando la criatura llegó al techo, quedando entre las dos que ya había. Pero en lugar de bajar, permaneció sobre ella. —Continúen caballeros, no quisiera distraerles de su conversación—. Comentó tocando el cuello de la banshee.

—Como decía—, habló de nuevo Scoresby carraspeando mientras apartaba la mirada de la mujer. —tengo un cupo que cumplir.

—¿Quiere cazar?— La voz de Quaritch se escuchó por primera vez desde que habían regresado. La mujer le miró, notando en su tono irritación. Sus facciones estaban serias, y parecía que, al igual que ella, se había cansado de ir de aldea en aldea. —Adelante.

Sus orejas se movieron al escucharle, y en cubierta, Spider se volvió para mirar al coronel. No sabía hasta donde estaba dispuesto a llegar por encontrar a Sully. Y eso le preocupaba.

—Aquí no—. Respondió Scoresby. —Hay muchas aldeas.

Tras el, Garvin negó con la cabeza. —No—. Habló por primera vez. —No, no, no—. Continuó posicionándose junto al capitán. Quaritch le miró, Y Natasha sonrió viendo que el hombre permeancia serio. Se había cansado de jugar al escondite. Bien. Así comenzaría la verdadera diversión. Y él no permitiría que el doctor le dijese lo que hacer. Viendo aquello, Garvin se aclaró la garganta, par atándose de su error. —Con todo respeto—, trató de corregirse. —uh... usted no comprende los lazos de proximidad entre los tulkun y los Na'vi del mar. Esto sería como asesinar a un miembro de su familia.

Natasha vio a Scoresby poner los ojos en blanco. Estaba harto de tanto simbolismo y espiritualismo. —Si matamos aquí—, intervino, yendo al grano. —los enemigos vendrás a por nosotros.

—Exacto—. Respondió Quaritch sin vacilar. —Un enemigo en particular.

Spider se volvió de nuevo, entendiendo el cambio de planes del hombre. Aquello era malo. Muy malo. Porque sabía que si lo llevaban a cabo, conseguirían lo que querían. Luego miró a Natasha. La sonrisa cínica había vuelto oficialmente. Se notaba que aquello la gustaba. Y el cambio de actitud del hombre, más aún.

La mujer entendía perfectamente el vínculo entre un Na'vi y las criaturas de Pandora. Ella misma lo compartía con Keyrön. Pero la daba igual si había heridos en su camino de venganza. Mientras que no fuesen aquellos que la importaban, todo estaba bien.