𝟷𝟷∥ ᴜɴ ᴘᴀsᴏ ᴍᴀ́s ᴄᴇʀᴄᴀ

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DESDE LA ALTURAS, contemplaban como Lyle, siendo el último en el escuadrón sin Ikran, trataba de crear el vínculo. El marine se las había manejado para quedar sobre él, pero cunado creyó que conseguiría su objetivo, recibió un golpe en la nariz con la cabeza de la criatura.

Natasha se mordió el interior del carrillo, sabiendo que aquello había debido de doler, viéndole gruñir al sentir la aflicción extenderse. Todos animaban al hombre, quien fortaleció su agarre en el cuello de la banshee para no caer.

Entre tanto, Spider observaba al dúo que continuaba en el aire. Los dos mantenían su atención en su compañero, y el chico pudo ver los ánimos que siempre el pelotón entero le daba a Wainfleet.

También se preguntaba con quién le ordenarían ir cuando continuaran con lo que quisieran que tuviesen planeado. Serían con uno de los dos que permanecían en los Ikran; asegurándose personalmente de que no trataba de hacer nada que les trajese problemas.

Cuando el vitoreo de quienes tenía al lado le sacaron de sus pensamientos, vio a Lyle volando sobre su nueva montura; vínculo formado. El hombre festejaba, cogiendo altitud hasta chocar el puño con Natasha, quien sonreía contenta.

Hacía mucho que no la veía sonreír de aquella manera. Era difícil verla sonreír tan sincera y alegremente.

Pronto, todos montaron sobre sus monturas aladas, alzando el vuelo para festejarlo junto a sus compañeros. Y él solo pudo contemplar desde tierra. Alejado; solo. Siempre se había sentido así. Marginado. Por mucho que se pintase aquellas rallas azules, o saliese con los hijos Sully por el bosque, o cualquier cosa; para la mayoría siempre sería el hijo humano del hombre que masacró a tantísimos Na'vi. El hijo de aquel monstruo.

Así pues, cuando vio a Keyrön acercarse hacia la montaña, y a la mujer que le montaba ofrecerle una mano mientras la distancia entre ellos se iba reduciendo, el chico no dudó en tomarla. Y cogiéndola con fuerza, Natasha le subió sin que la banshee se detuviera en ningún momento.

Spider quedó delante. Era algo que ella sabía que le gustaba. Le hacía sentir que era él quien volaba con la criatura como el resto Na'vi. El chico sonreía, y la sonrisa en los labios de ella se intensificó.

Cuando el ikran volvió a coger altitud, uniéndose al grupo, todos celebraban. Estaban un paso más cerca de lograr el objetivo de la misión.

—Demos una vuelta—. Propuso la mujer acercándose al líder. Vio cómo el hombre buscaba algo en uno de los bolsillos del chaleco, sin molestarse en contestarla. Aguardó unos segundos, antes de coger en el aire lo que este la pasó.

Comunicadores. Uno para ella, y otro para Spider.

Natasha se lo ofreció al chico, poniéndose el suyo. "De acuerdo". Escucharon la voz del coronel. La mujer miró a Spider, antes de hablar. —Ve con él.

El menor se volvió para mirarla sobre su hombro. —¿Qué? No—. Rebatió.

—No es una pregunta, Tarzán—. Respondió tranquila, viendo la expresión en su rostro al escuchar su apodo. —Tenemos que enseñarles a hablar el idioma—. El chico permaneció mirándola, decepcionado aun más al ver la insistencia de la mujer por ayudarles. No tenía sentido negarse. Como todo este tiempo, no podía hacer otra cosa que obedecer. No sabía si le matarían. No tenía claro si Natasha haría algo para impedirlo si la situación se presentase. Pero tampoco quería averiguarlo. Le daba miedo saberlo, temiendo encontrar algo que no le agradase.

𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍, miles quaritchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora