Capítulo 27

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Si había algo que Akane amaba era la Navidad, y esta había llegado con sorpresiva rapidez.

Lo malo de aquello era que justo en enero comenzaban los primeros exámenes de sus asignaturas por lo que la mayoría estaban algo estresados.

Todos los estudiantes universitarios acabaron cogiendo la cafetería cómo un lugar de estudio, ya que era bastante tranquila y de vez en cuándo Heeseung, Jungwon o Sunoo les traían aperitivos.

—¡Ya entiendo ruso! –exclamó Akane feliz luego de traducir su tercer texto a la perfección.

—Pues yo no, ayúdame –pidió Jake desesperado.

Mientras tanto, en frente de ellos Hatsu casi convulsionaba de leer tantas leyes y Jay prácticamente se había diagnosticado todos los trastornos que había estudiado durante el curso en psicología.

—Necesito un día de descanso –murmuró Hatsu cerrando el portátil y apoyando la cabeza sobre este.

Sunoo se acercó a ellos al oír eso y sonrió avergonzado.

—Sobre eso... el 23 mi grupo de baile y yo bailaremos en un teatro, ¿creéis que podréis venir a verme?

—Eso no se pregunta –dijo Jake rápidamente–. Además, si decimos que no Akane nos arrastrará a todos.

—Mentira no es.

(...)

Sabía que lo que iba a hacer ahora podía generarle muchos problemas en un futuro reciente, pero era lo mejor.

Sunoo le pidió que fuese a recoger a Minmin, quién quería ir a verlo, pero en sus planes no estaba solo llevar a la pequeña.

Estaba completamente segura de que si la familia Kim viese bailar a su hijo mediano entenderían porque no quería estudiar alguna carrera.

Así que, cuándo tocó el timbre y la señora Kim le abrió, decidió comentarlo primero con la menor de la familia.

—Vengo a ver a Minmin –explicó y la mujer sonrió asintiendo, era cierto que todos parecían tenerle bastante cariño.

Fue a la habitación de la menor y tocó la puerta antes de entrar. La pequeña que recién había cumplido 12 años intentaba hacerse una trenza en vano, cosa que le causó mucha ternura.

—Yo te ayudo –se ofreció acercándose a ella.

—Muchas gracias –dijo sonriente–. Estoy muy emocionada.

—Yo también, tu hermano baila de maravilla –aseguró–. Aunque había pensado algo...

—¿Qué se te ha ocurrido?

—Creo que sí tus padres y Hyunseok viesen a Sunoo bailar lo apoyarían, ¿no crees?

—Yo también lo he pensado, pero no creo que acepten –murmuró la pequeña algo triste.

—Podemos intentar hablar con ellos las dos, tampoco tenemos nada que perder.

—De hecho podemos perder toda la estima que nos tiene toda la familia –comentó y ambas rieron–. Pero me parece buena idea.

Akane terminó de atar la trenza de Minmin y las dos salieron de su cuarto con pocas esperanzas de convencerlos.

—Minmin y yo hemos pensado que igual queréis venir con nosotras a ver a Sunoo bailar –habló Akane en voz alta con mucha tranquilidad, hasta a ella misma le sorprendía no sentirse nerviosa.

Los tres miembros de la familia se mostraron sorprendidos ante aquella petición, cosa que era de esperar.

—Tenemos muchas cosas que hacer –intentó excusarse el hijo mayor de los Kim.

ᴋᴏɪ ɴᴏ ʏᴏᴋᴀɴ (ᴋɪᴍ ꜱᴜɴᴏᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora