ᴋᴏɪ ɴᴏ ʏᴏᴋᴀɴ (ᴋɪᴍ ꜱᴜɴᴏᴏ)

Capítulo 19

-Espera... ¿qué? -dijo Akane mirando atentamente los ojos de Sunghoon-. Pero, tú dijiste que no te caía demasiado bien y...

-Bueno, nos conocimos y es muy agradable.

La japonesa tuvo que guardarse el comentario sobre que discrepaba totalmente de aquello, debido a que ya estaba lo suficientemente sorprendida cómo para comenzar un debate sobre aquello.

-Entonces, estás saliendo con Jiyu -repitió en voz alta lo que, segundos antes, su amigo le había dicho.

-Yo... sí.

Escrutó su cara con la esperanza de encontrar algún signo en su cara de que era una broma, pero rápidamente se percató de que eso no había ningún ápice de mentira en su rostro.

-Me alegro por vosotros -mintió descaradamente, sabiendo perfectamente que Park no la creía-. Espero que te vaya bien con ella, llevabais ya un tiempo gustandoos, ¿no?

-Sí, se podría decir que sí -murmuró él-. Me gustaría que la conocieses mejor, si quieres puedo presentartela ahora.

-Eh... He quedado con Sunoo -mintió de nuevo, no había quedado con él pero iría corriendo a la cafetería a contarle la situación.

-Ya veo... -desvió un poco la mirada- ¿Cuándo te va a pedir salir oficialmente?

-No lo sé, no está en nuestros planes ahora mismo si te soy sincera -confesó la chica, era cierto que no pensaban demasiado en esas cosas.

-Entiendo -asintió lentamente y, sin despedirse, Akane prácticamente huyó del lugar.

Le había sorprendido mucho la noticia, pero al mismo tiempo se lo esperaba.

El curso ya casi iba a terminar en realidad, habían pasado muchos meses en los que todos veían a los dos muy cercanos, aún así la mayoría prefería mentirse y hacer como que no pasaba nada entre ellos.

Jake había comenzado a raíz de eso a juntarse mucho más con Hatsu y Jay, por lo que los cuatro ahora formaban una especie de grupo en el que, de vez en cuando, Sunghoon aparecía.

Aún así estaba claro que Park los dejó un poco -bastante- de lado los últimos meses.

Por lo que, su relación con él se redució drásticamente.

A pesar de aquello, la vida de Akane había mejorado drásticamente. Había conocido algo que llevaba muchísimo tiempo desconociendo; la comodidad consigo misma sin la necesidad de factores externos.

Cuándo se veía al espejo podía sonreír.

Cuándo iba de compras se sentía cómoda con la ropa, y no se quedaba juzgando su cuerpo.

Cuándo Sunghoon se alejó, no pensó que ella podía ser el problema, si no que él lo hacía porque quería.

Y lo mejor de la situación era que esos pensamientos se los inculcó ella misma. Se sentía mucho más independiente y no necesitaba de la opinión de los demás.

Las cosas iban bien.

Esos eran sus pensamientos cuando cruzó la puerta de la cafetería. Estaba algo abarrotada debido a que era sábado, pero estaba segura de que no estaban en hora punta.

Heeseung y Jungwon estaban ahí. También se hizo cercana a ellos de tanto frecuentar la cafetería, había comenzado a ir por gusto propio y no sólo con intenciones de estar con Sunoo.

-¡Akane! -exclamó el mayor de todos- ¡Hola! ¡Sunoo tienes visita! -le gritó al chico, quién estaba limpiando una mesa antes usada.

Giró su cabeza confuso y sus vistas chocaron, sonriendo al observarla.

-Te cubrimos, con dos personas es suficiente por ahora -le indicó Jungwon y Kim, en cuanto terminó de limpiar la mesa fue hacia ella.

-Hola -murmuró a su lado y la japonesa lo abrazó con fuerza.

-Hola -respondió sonriente, a pesar de la noticia algo impactante, no se sentía mal del todo, cómo ya había dicho, Sunghoon cada día se alejaba más de ella.

-¿Ha pasado algo? -se sentó en la silla de su lado, Akane asintió.

-Sunghoon y Jiyu están saliendo -explicó y el chico de pelo rosa abrió más de lo normal sus ojos, sorprendido-. Es... raro. Me alegro de que haya encontrado a alguien, pero, ¿por qué ella?

-Creo que entiendo lo que dices -explicó, intentando que el hecho de tenerle cierto rencor a la chica no influyese demasiado en su opinión o, al menos, no de una manera subjetiva-. Jiyu no ha demostrado ser una mala novia, aunque sí una mala persona, o puede que ya no lo sea, no lo sé.

-Las personas no cambian.

-Si cambian -la corrigió-. Pero las cosas horribles no se cambian de la noche a la mañana. No tienes que cerrarte tanto, Akane, pero quizás deberías decirle a Sunghoon que no estás conforme con que salga con ella, que no te parece buena persona.

-Se lo he dejado caer... o eso creo. No lo he dicho de una manera tan directa en realidad.

-Puedes probar a hablar con él, estoy seguro de que realmente valora mucho tu opinión.

-Últimamente no lo sé -suspiró la chica, y Sunoo pasó un brazo por sus hombros buscando una manera de reconfortarla.

-Las amistades no se pierden de la noche a la mañana sin ningún motivo. Hasta hace poco eras muy importante para él y si se ha distanciado sin un motivo, sólo puede ser que realmente había uno, o que no se da cuenta y le sigues importando.

-Gracias -osó los brazos por sus costados y le dió un abrazo, Kim siempre sabía cómo despejar un poco su mente.

En los últimos meses las cosas habían seguido cómo estaban con Sunoo, quizás un poco mejor.

Había más contacto físico, podían besarse sin morirse de nervios y ambos sabían que había sentimientos mutuos.

Pero habían decidido no llevar título, al menos hasta que no fuese algo más formal.

Ambos se habían acostumbrado a la presencia del otro. Eso al principio les hizo dudar de sus sentimientos. Para ambos, el no sentirse nerviosos constantemente con la persona que te gusta era algo muy extraño.

Los nervios se habían sustituido por calma y paz, y aunque alguna vez aparecían, no estaban realmente presentes en la relación.

Cuándo a ambos les pasó, lo hablaron. Porque podían hablar de todo sin sentirse mal. Y con eso se dieron cuenta de que, no es que los sentimientos se hubiesen acabado si no que justo habían comenzado a florecer.

Ahora es cuando de verdad se querían. Ya no eran solo sonrojos y no saber que decir, ahora sentían con plenitud el amor.

Para Akane era un sentimiento extraño, en la única relación que había tenido, con Riki, siempre sentía miedo y nervios.

Era cómo una montaña rusa de emociones y sensaciones estar simplemente a su lado, y al mismo tiempo, daba mucho miedo que se acabase, y que Ni-ki se cansase de ella.

Ahora realmente sabía que Sunoo la quería. Que él no iba a dejar que esto terminase, o no por ahora. Y si la dejaba de querer, le dolería, por supuesto, pero estaría bien. Ahora habia luz en el camino.

Porque se había enamorado de la manera más hermosa que había.

Primero se enamoró de ella misma y después se permitió enamorarse de alguien más, dándose cuenta de que merecía amor.

De qué de verdad valía la pena.