Epílogo

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—Precioso –sonrió el ahora pelinegro mientras se pasaba el brazo por la frente, manchándolo también de pintura.

—Te dije que sería una muy buena idea –aseguró su novia contenta.

Habían decidido hacer un cuadro entre los dos para colgar en su nueva casa, más por diversión que por necesidad.

Akane decidió mirar la hora, soltando el móvil asustada.

—¡El vuelo es en 4 horas! –exclamó dándose cuenta de que si no corría llegaría tarde.

Kim comenzó a recoger todo mientras ella iba corriendo hacia la ducha e intentaba quitarse toda la pintura del cuerpo.

En menos de 20 minutos ya había salido.

—¡Sunoo se me ha olvidado la ropa fuera! –habló abriendo un poco la puerta, él le entregó la ropa rápidamente.

Se cambió con velocidad y salió para asegurarse que tenía todo en la maleta.

Ambos salieron de su casa, observando cómo la llegada del verano se hacía notar, aunque el lugar seguía siendo bastante verde dejando en claro que seguían estando en primavera.

Luego de un tiempo consiguieron comprar una hermosa casa en Seúl, pero estaba un poco alejada de la ciudad en sí, teniendo un gran espacio de campo en el que descansar.

Les iba bastante bien a ambos, Akane había sido contratada por una importante empresa y, aunque debía hacer viajes constantemente cómo en este caso, el resto del tiempo lo tenía libre y podía pasarlo en casa.

En cambio, Sunoo había sido contratado cómo coreógrafo en una empresa llamada HYBE Entertainment, por lo que tenía un horario más o menos regulado que le permitía también tener algo de tiempo libre.

Las cosas iban bien.

El aeropuerto quedaba un poco lejos, por lo que les dio tiempo mientras tanto a conversar de diversos temas.

—¿Cómo está Riki? –preguntó Akane algo preocupada.

—Bueno, lo último que se esperaba era llegar a esta edad soltero –rió levemente.

Habían llegado todos a una edad en la que comenzaban a formar sus propias familias.

Akane estaba ya rozando los 28 y se daba cuenta de que lo raro ahora era no tener pareja, prácticamente era imposible encontrar a gente de 30 sin esta.

Hatsu y Jay llevaban ya 3 años casados y estaban esperando su segundo hijo.

Heeseung también se había casado y ahora, sarcásticamente, era el dueño de la cafetería de la que tanto se quejó en su juventud.

Jake tenía también pareja desde hacía un tiempo a pesar de no estar pensando en una boda.

Y, aunque nunca fue demasiado cercana, Sunoo le había comentado que hasta Jungwon, quién era algo más joven, tenía también novia.

Por lo que Ni-ki le pidió matrimonio un par de semanas atrás a Eunbi, y esta lo rechazó diciendo que llevaba un tiempo buscando excusas para romper con él y que lo mejor era ser sincera acerca de sus sentimientos.

La chica alegaba que estaban juntos desde muy jóvenes y se dio cuenta de que no había experimentado todas las cosas que debería, por lo que lo mejor era terminar aquello.

Sunoo cuándo se enteró no pudo evitar comentar que aquello era el karma.

—Al menos nos ahorraremos de babyshower cómo la de Hatsu, me va a romper la cabeza –se quejó Akane–. Yo también estoy estresada, pero a ella parece que le va a dar un infarto.

ᴋᴏɪ ɴᴏ ʏᴏᴋᴀɴ (ᴋɪᴍ ꜱᴜɴᴏᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora