Akane bufó molesta por el comportamiento de su amiga, persona cuál ansiaba con todo su ser tener un novio a su lado que la cuidara y mimara. En cambio, Hatsu parecía la persona más alegre del mundo.
—¿Una App de citas? –repitió su mejor amiga triste, a penas llevaban 5 días en Seúl y ni siquiera se sabían mover bien por la ciudad.
—Así es, me registré por propia curiosidad, ¡y ya quieren salir 7 chicos conmigo! –exclamó sin quitar la boba sonrisa de su rostro.
A Akane no le sorprendió que en tan sólo un día ya hubiera siete, Hatsu era una chica preciosa, inteligente, con buen cuerpo y personalidad, además de tener ese toque extranjero que atraía a muchos hombres, en conclusión, Hatsu era una persona maravillosa.
Akane, fuera de tenerle envidia (sensación que solía tener frente a otras muchas personas), le tenía admiración, porque no, no podía tener sentimientos malos hacia la persona que siempre estuvo para ella.
—¿Cuándo saldréis? –preguntó la chica, rendida y esperando a que la otra le contara todos los detalles.
—Bueno, quise empezar con este chico, llamado Jay, es Estadounidense, pero sólo míralo –la joven le mostró a su mejor amiga a un chico con el pelo castaño y mechas, extremadamente atractivo.
—Es un buen comienzo –admitió sorprendida, es decir, aquel chico era demasiado guapo para ser real–. Aún así, no quiero que salgas con un desconocido así cómo así –le recordó.
—Saldremos el lunes –comenzó a explicar–. También viene a nuestra universidad, así que si las cosas van bien os podéis hacer amigos.
—Demasiado precipitada, es la primera cita –rió mientras observaba la ropa de Iwazaki–. ¿Cuántos conjuntos tienes preparados para la cita?
—Estoy entre 12, espera que te los enseñe.
Porque, sí, Hatsu era una persona con más ropa de toda Asia, y Akane no tenía ninguna duda de ello.
(...)
El lunes había llegado, con ello también el primer día de clases en la facultad. Las dos japonesas suspiraron sin saber cómo moverse muy bien por el lugar, el sábado fueron a hacer una corta visita, pero no eran buenas orientándose.
—Si no recuerdo mal –comenzó a hablar Ozawa–, tu clase queda en el aula 14, y la mía en la 7.
—¿Nos vemos en la hora del almuerzo? No creo que nos de tiempo a vernos entre clases, estamos muy alejadas.
—Está bien, ¡suerte con filosofía del derecho!
—¡Suerte con lo que sea que tengas!
Cada una fue hacia un lado del edificio, avanzando con rapidez para no intentar llegar tarde, ya que apenas faltaban unos minutos para empezar. Al llegar a la aula que le correspondía, Akane se sorprendió al ver a un grupo de gente arremolinada entre un par de personas.
Eran dos chicos, uno más alto que otro. Uno de ellos tenía el pelo totalmente blanco, en cambio, el más bajo tenía el pelo castaño. Al parecer, toda la gente que estaba allí eran en su mayoría chicas (aunque también se encontraba algún que otro chico) pidiéndoles el número.
Akane no pudo evitar comenzar a reír al darse cuenta de la situación, era cierto que los dos chicos eran extremadamente guapos, pero ella había asumido que en la universidad ya no ocurrían este tipo de cosas, y la gente guardaba su dignidad.
El de pelo blanco estaba totalmente reacio a dar su número, tomarse una foto con alguien o siquiera hablar con sus "fans", en cambio, el otro era justo lo contrario, y la japonesa podía jurar que ya había escuchado al menos 6 veces el mismo número rodar entre las chicas.
Ozawa pensaba esquivar el círculo e irse de allí, pero no pudo evitar sentir algo de lástima por el más alto, quién miraba desesperadamente a todos lados buscando algo de ayuda.
Sacó de su estuche un boli y con rapidez se lo lanzó a la cara para que le prestara atención, él miró confuso a todos los lados, buscando la dueña del bolígrafo con molestia. Sus ojos chocaron y ella le dio una expresión que claramente decía "Te voy a ayudar, devuélveme el boli".
El joven no tardó en actuar, pasando entre la multitud para dárselo, cuándo se lo entregó, Akane tomó su muñeca y velozmente huyeron a dentro de la clase, sentándose en los dos primeros asientos que encontraron.
La japonesa declaró en ese momento que necesitaba comenzar a hacer más deporte, ya que esa pequeña huida la había cansado lo suficiente cómo para tener la respiración algo agitada, aún así los dos estallaron a carcajadas cuándo vieron a todas las fans confusas en la puerta.
—Gracias, te debo una –dijo, dejando escuchar por primera vez su voz.
—No es nada, se veía que necesitabas clara ayuda.
—Soy Park Sunghoon, y ese idiota que viene hacia nosotros es Shim Jake –se presentó, señalando al castaño, que ahora se acercó para sentarse al lado de la chica, dejándola en medio del par.
—Ozawa Akane, todo un placer.
![](https://img.wattpad.com/cover/307761131-288-k8814.jpg)
ESTÁS LEYENDO
ᴋᴏɪ ɴᴏ ʏᴏᴋᴀɴ (ᴋɪᴍ ꜱᴜɴᴏᴏ)
Fanfictionᵏᵒⁱ ⁿᵒ ʸᵒᵏᵃⁿ || 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐚𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫 𝐢𝐫, 𝐲 𝐭𝐮́ 𝐜𝐚𝐩𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐦𝐢 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐝𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐯𝐢. 𝗞𝗼𝗶 𝗻𝗼 𝗬𝗼𝗸𝗮𝗻 (恋の予感): 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗱𝗼...