Capítulo 23

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Se acercó con una enorme sonrisa, observando cómo tanto Sunoo cómo Jay se encontraban bastante tímidos.

En ese momento recordó que ninguno de los dos sabía japonés. Afortunadamente, sus padres fueron quiénes se empeñaron en que ella aprendiese tantos idiomas, por lo que ellos también lo dominaban.

—Papá, mamá, ninguno de los dos habla japonés –rió, diciendo todo en su idioma natal, ellos asintieron .

—Por lo que imagino, si hablais coreano.

Con un suspiro de tranquilidad, los dos afirmaron y Akane pudo acercarse a abrazar a Sunoo.

—¿Qué haces aquí? –dijo confusa.

—Mi mejor amigo me ha invitado a pasar un par de semanas aquí, vinimos yo y su novia –explicó rápidamente–. Quise hacerlo una sorpresa por lo que solo se lo conté a Jay.

—Sigo enfadada porque no me lo contaste –dramatizó Hatsu–. Pero es cierto que no soy la mejor guardando secretos, por lo que te lo dejaré pasar.

La joven observó cómo sus padres estaban muy atentos del chico de pelo rosa, por lo que lo empujó hacia adelante con suavidad y se dispuso a presentarlo.

—Si no le ha dado tiempo a presentarse, él es Kim Sunoo –murmuró con algo de vergüenza, no recordaba cómo era presentarle a su familia una pareja.

Miró al menor, también estaba nervioso. Sus mejillas se habían enrojecido y buscaba la mirada de la chica ansioso.

Con suavidad, ella le dio la mano y le dio una reconfortante sonrisa. Segundos después, él se inclinó y se presentó de manera formal.

—Es un placer poder conocerlos.

—El placer es nuestro, Akane nos ha hablado muy bien de ti.

Ella tuvo que reprimir un comentario similar a "Sólo os he hablado de él en una ocasión, y la conversación no superó los 15 minutos."

La chica subió a cambiarse ya que sus padres saldrían a comprar algunas cosas y las dos parejas irían a visitar algunos lugares.

Justo ese día había un mercado cerca de dónde residía, por lo que aprovecharon para ir a la zona.

Hatsu se acabó perdiendo entre los puestos con múltiples cosas seguida del estadounidense. En cambio, Akane y Sunoo miraban las cosas con tranquilidad, disfrutando del ambiente.

Hacía un día precioso y soleado, aunque algo caluroso. Quizás esa tarde fuesen a la piscina o algo parecido.

—Tu amigo y su novia, ¿no quieren venir con nosotros? –preguntó Akane, le resultaba raro que, ya que Kim no había venido con ellos, no lo acompañase su mejor amigo.

—Bueno, preferían quedarse en su casa hoy, al parecer ella ya ha estado aquí varias veces pero a mí me apetecía conocer varios sitios.

—Me gustaría conocerlos –dejó caer en la conversación, tenía mucha curiosidad e ilusión por ver a alguien que Sunoo estimaba tanto–. Sé que no quieres hacerlo hasta más tarde, pero has conocido a mi familia, ¿no sería un buen trato?

Él sonrió conforme, asintió y tomó su mano cómo respuesta.

(...)

Sunoo, quién no sabía dónde estaba nada, dijo que podrían ir q cenar a algún lugar que ellos decidiesen.

A Akane no le importaba el sitio por lo que se limitó a ir a la dirección.

Un sabor amargo se instaló en su boca al entrar, este lugar le recordaba a cierta persona que amaba ir ahí.

ᴋᴏɪ ɴᴏ ʏᴏᴋᴀɴ (ᴋɪᴍ ꜱᴜɴᴏᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora