El poder se disparó a través de mí, y, grité. Bueno, no tanto grité como rugí. Sentía la energía traspasar mi espina dorsal como una cascada; la sobrecarga estaba siendo peor que la paliza. Me tambaleé alejándome de los restos de Rhea y casi caí en el ataúd de Lena. La agarré y vertí un poco de la nueva fuerza que poseía en ella; era deshacerse de ello o reventar. Aún cuando se agitó; rejuveneció, se fortaleció y se sentó derecha, no fue suficiente, todavía estaba a punto de explotar. Me alejé de Lena tambaleante, di una patada a las cosas de Rhea (y probablemente, también, a un trocito de la vieja Rhea, pobrecita) apartándolas de mi camino, alargué mi mano hacia Clarke a través de los barrotes y vertí más de esto en ella. No estaba completamente segura de lo que estaba haciendo y aún así, ni siquiera me sorprendí cuando Clarke gritó otra vez, un grito que se convirtió en un aullido. Cayó a cuatro patas, le brotó un pelaje rubio claro, y entonces una mujerlobo enfurecida estaba aullando al techo y destrozaba los barrotes con los dientes. ¡No es justo! Pensé. No se supone que se te permita hacer eso. ¡Tramposa!
-¡Melissa! -Alguien me estaba zarandeando-. ¡Kara! ¡Sea lo que sea lo que estés haciendo, detenlo! Es demasiado, ¿vale?
A través de una visión velada vi a Clarke-la-loba destrozar los barrotes con sus dientes y me pregunté vagamente de que coño estaban hechos los dientes de un hombrelobo. ¿Titanio? En un abrir y cerrar de ojos había rasgado o arrancado un agujero lo bastante grande a través de los barrotes y se había deslizado por él, luego había atacado el otro ataúd con desesperado salvajismo. Los rosarios salieron volando, y empezó a arrancar las cadenas. Recuperando un poco de juicio, comencé a ayudarla. Bueno, por comencé quiero decir que abrí de golpe la tapa del ataúd como si las cadenas no estuvieran allí, metí las manos dentro, y derramé todo que tenía en la cosa arrugada de dentro. En unos segundos, Lexa estaba sentada y miraba alrededor.
-¡Wow, me siento fabulosa! Um. ¿Qué demonios ha pasado exactamente? - preguntó, sonando completamente como una no-Lexa.
Quien fuera que hubiera tratado de zarandearme antes... esa sería Lena, ¿verdad? Claro, ahora podía verla, era Lena. ¡Oye, tenía buen aspecto! La había arreglado del todo. Eso estaba bien. Ahora bien, si pudiera hacer algo respecto a esta fuerza de dentro de mí que parecía querer rajarme la piel...
-¡Kara! -Sus ojos estaban abiertos de par en par con temor y miedo-. Kara, ¿qué haces?
Y yo todavía me quemaba, todavía estaba a reventar, todavía había demasiado de lo que había tomado de Rhea en mí, dentro de mí, por encima de mí, alrededor de mí. Tuve una idea, pero sabía que sólo disponía de unos momentos de razonamiento consciente. Así que me incliné sobre Lena, haciendo que se estremeciera ante mi tacto, y le susurré mis instrucciones al oído. Ella asintió con la cabeza.
-Sí, mi Reina.
-Date prisa -concluí, y luego caí redonda al suelo, envuelta en llamas.
•
-Quizás debamos...
-... me alegro tanto de verlos a todos...
-... el médico no tendría ningún...
-... duele mucho...
Abrí los ojos y contuve un chillido. Lena, Winn, Nia, y Lexa estaban todos inclinados sobre mí. Hice que se echaran todos hacia atrás con grandes ademanes de brazos y me senté. Vi al instante que estábamos en el hospital. ¿Pero habíamos llegado a tiempo?
-¿Dónde está? -me las arreglé para decir. Entonces la boca se Lena se posó sobre la mía, sus brazos me rodearon, y más o menos olvidé toda la locura de esta noche durante un minuto. -¡Espera, espera! - La esquivé y miré alrededor. Estábamos en la habitación correcta, creía. Pero todas se parecían. -¿Funcionó? ¿Dónde está?
ESTÁS LEYENDO
Vampira e Intranquila
ФанфикLa Reina de los Vampiros ha vuelto. Esta vez inmersa en los preparativos de su boda con la arrebatadora Lena Luthor... que no para de quejarse por todo... Kara necesita un descanso, necesita que sus amigos dejen de agobiarla. Pero cuando deseó todo...