-Creo que esto es una señal de Dios -me dijo mi medio hermana Waverly después de tomar un trago de su té.
Me las arreglé para no gemir en voz alta. Se había dejado caer para tomar un té, apareciendo alrededor de veinte minutos después de que me hubiera despertado (siendo la reina, normalmente despertaba alrededor de las cuatro, o así, y podía salir fuera sin asarme). Como siempre, estaba indecentemente guapa: más o menos de mi altura, con su largo cabello recogido en una sencilla cola de caballo. Sin maquillaje. Pantalones pirata y camiseta de un azul descolorido. Zapatillas azul marino, un calcetín negro y otro azul marino. Grandes y bonitos ojos enmarcados por pestañas que normalmente solo ves en los niños. Me estaba pensando seriamente si invitarla a mi boda, porque, en el fondo, tenía mejor aspecto en su peor día que yo en el mejor de los míos. Afortunadamente, me volvió rápidamente el sentido común. Bueno. Seis o siete días más tarde, más o menos.
-De verdad, creo que Dios está intentando decirte algo -prosiguió la hija del diablo. (¿Lo he mencionado? Se rebeló contra su madre, la Dama de las Mentiras, ya que era una devota beata)-. Deberías tomártelo como una señal. Estaba rezando por ello precisamente la otra noche.
-¿Waverly, de qué demonios estás hablando? - Frunció el ceño.
-No hables así. Digo que quizás tu boda con esa Mujer, con la "reina consorte" de los vampiros no deba ser. ¿Podría haber escogido cualquier otro momento para dejarte, pero lo hace ahora?
-Esa es la cuestión, Waverly -Ignoré mi propio té. Estaba humeando y yo locamente sedienta, y no me importaba para nada-. No creo que me dejara. Creo que alguien se la ha llevado.
-¿Pero por qué? ¿Por qué alguien iba a hacer eso? No, creo que debes cancelar la boda y agradecer que no decidiera salir con esta tontería después de que llevarán cien años casadas. Para entonces, habrías estado emocionalmente comprometida.
-Waverly, no me ha dejado. Incluso Nia está de acuerdo.
-Oh, ella. -Waverly desechó a la amiga más leal de Lena con su mano con manicura-. Otro vampiro. Y otra... ¿Qué esperas que diga? Siempre te estás quejando de que es más leal a Lena que a ti. - Eso era cierto, se lo había confiado a Waverly. Sin embargo nunca había soñado con que me lo echaría en cara. Y se estaba volviendo realmente difícil contener mi genio.
-Ella está preocupada por Lena. Y yo también.
-Es un vampiro. Miente.
-Yo soy un vampiro.
-Si, bueno. Sé que lo haces lo mejor que puedes.
-¿Cuando dijiste que habías querido venir a ayudarme a pensar qué hacer, este era tu gran plan?
-Estoy ayudando -dijo, intentando tomar mi mano. Yo la aparté de un tirón-. Ahora necesitas amigos, Kara. Aparte de tu madre y de la enferma Imra, solo te queda una persona que se preocupe por ti.
-Waverly... querida... estás tan llena de mierda que tus ojos se han vuelto de ese color. - Se tensó.
-No hables así.
-Entonces corta con esa mierda. ¡Jesús! ¿De verdad has venido a mi casa...
-La casa de Imra.
-... para animarme a olvidar a la mujer a la que amo... que o está muerta o prisionera? ¿Para meterte con Nia, que pasa todo su tiempo intentando hacer nuestras vidas tan cómodas y libres de asesinos como puede?
-Dios no quiere que te relaciones con los siervos de Satán -Inhaló por la nariz-. No ignores las señales.
-¿Qué demonios sabes tú sobre Dios, asesina de psicópatas, retoño de Satán? - Se puso de pie. Yo también.
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Vampira e Intranquila
Fiksi PenggemarLa Reina de los Vampiros ha vuelto. Esta vez inmersa en los preparativos de su boda con la arrebatadora Lena Luthor... que no para de quejarse por todo... Kara necesita un descanso, necesita que sus amigos dejen de agobiarla. Pero cuando deseó todo...