-Aquí viene la novia -canturreé, deslizándome en mis zapatos-. Toda vestida de blanco (y rojo). Aquí viene la novia, de vuelta de la muerte (Otra vez).
-Esa canción apesta. - Imra se inclinó sobre mi hombro para retocarse el lápiz de labios en mi espejo-. Y no me hagas empezar con tu voz cantarina.
-Te curo el cáncer y todo lo que obtengo son recriminaciones.
-Hey, yo no te dije que me curaras. Por cierto, ¿soy sólo yo o todo el mundo está todavía alucinado por lo que hiciste la otra noche?
-Sí, bueno. No estoy exactamente segura de qué hice.
-Tampoco Lena o Nia. Eso es lo que las vuelve locas.
-Por no mencionar a Bellamy y a los otros -intervino Clarke, entrando al vestidor sin llamar, como acostumbraba-. Van a caminar con pies de plomo a tu alrededor durante un tiempo. Eh, oh, y lerda... la próxima vez que tengas a dos tipas muertas en ataúdes y a mí en una jaula, vivita y coleando y lista para patear algún trasero, ¡sácame a mí antes! Podría haberte ayudado con esa mona podrida de Rhea.
-Lo recordaré.
-Al menos ahora sé como es lo del pelaje -masculló, desechando con una mano el ofrecimiento de Imra de máscara de pestañas-. Correr por ahí como un lobo es divertido. -Ajustó sus solapas y se las arregló sólo para arrugar sin remedio su vestido color rubí-. Pero sabes... no he tenido ni una visión desde la que indicó que Lena no debía ir a ver a Rhea sola. Me pregunto si todavía puedo ver el futuro.
-Bueno -dije, sintiéndome incómoda- si no puedes, y lo echas de menos, lo siento, ¿vale?
-No pasa nada, Kara. No me estoy quejando. Sólo me lo preguntaba.
-¿Te vas a estar quieta? -exigió Imra. Su vestido, un gemelo del de Clarke, era azul zafiro-. Estás toda arrugada.
-Y tú eres de lo más molesta, pero yo no te vengo con esa mierda, ¿verdad? Estoy aquí soportando estos rituales de monos, ¿no?
-Cierren la boca -dije acaloradamente. Nia llamó a la puerta, después asomó la cabeza dentro.
-Es casi la hora, Majestad. ¡Vaya! Estás impresionante.
-Cierto -dije modestamente.
Nia llevaba el mismo vestido Vera Wang que Imra y Clarke, excepto que el suyo era dorado. Todo funcionaba. Era mi día, y todo funcionaba Suspiré felizmente y apliqué más colorete.
-Hey, ¿Lena te ha hablado del nuevo trabajo?
-¿Qué nuevo trabajo? -preguntó Imra.
-Necesitamos una nueva bibliotecaria -dije a mi reflejo, y sonreí-. La última dimitió por un ligero caso de muerte.
-Tengo muchas responsabilidades aquí en la mansión -dijo Nia-. Tendré que considerarlo muy cuidadosamente.
-Venga ya, ¿cuándo no consideras tú algo muy cuidadosamente? -bostezó Clarke y... no estoy segura de como lo hizo sin moverse... se arrugó el vestido de nuevo.
-Pero la oportunidad de poner mis manos sobre todos esos tomos... - Nia estaba prácticamente babeando-. Sólo la oportunidad para la investigación pura lo convierte en un premio tentador.
-Sí, sí. Tentador. Kara, aligera con el Peach Parift o vas a acabar pareciendo una puta. Vamos, déjame - Imra me arrebató el colorete de las manos y agarró un pañuelo con la otra mano. Me frotó las mejillas, y por un horrible momento pensé que iba a escupir en el Kleenex.
-Hmm -dijo Nia. Eso fue todo, sólo Hmm.
-¿Cómo puedes embadurnarte de colorete? -se quejaba Imra-. Hace que parezca como si estuvieras ruborizada. Así que déjalo.
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Vampira e Intranquila
FanfictionLa Reina de los Vampiros ha vuelto. Esta vez inmersa en los preparativos de su boda con la arrebatadora Lena Luthor... que no para de quejarse por todo... Kara necesita un descanso, necesita que sus amigos dejen de agobiarla. Pero cuando deseó todo...