Me había despertado extrañamente feliz, hoy todo iba a ir sobre ruedas, lo sentía.
Isaac seguía tumbado en mi cama bocabajo con la espalda desnuda, con cuidado, me subí sobre él y lo abracé colando mis manos por su abdomen bien tonificado. Él soltó un gruñido debajo de mí pero se giró enseguida haciendo que me cayera de su espalda.
— ¡Oye! —dije soltando una carcajada y subiéndome encima de él.
— Buenos días. —me dijo, tirando de mi hacia abajo, para quédame abrazada a él.
— Hola, guapo.
Él abrió un ojo y me sonrió.
— Estás feliz.
— Si.
— ¿Puedo saber por qué? —preguntó levantando las cejas y sonriendo.
— Porque sí. —me encogí de hombros y me levanté de la cama.
— ¿Dónde vas? Quédate aquí un rato más.
— Voy a la ducha. Hoy vamos a ir a pasear por el centro.
— Oh vamos, Blair... podemos quedarnos aquí.
— No no. —dije metiéndome en el baño.
Estaba metida en la ducha, cuando la puerta del baño se abrió y Isaac entró en la ducha.
— ¿No se estaba mejor en la cama? —pregunté con una sonrisa divertida.
— Sh. —dijo acercándose a mi y besándome.
— No. —dije poniéndole la mano en la boca. —Quiero ir a pasear, y si empezamos así, no saldremos ni del baño en una hora.
— Por eso. —balbuceó en la palma de mi mano.
— No. —dije girándome a coger el champú.
Al final no tardamos casi nada en ducharnos y vestirnos. A los 30 minutos, ya estábamos subidos en su coche.
— ¿Eliges tú el sitio? —le pregunté a Isaac.
— Vale. —dijo saliendo de la mansión.
Hoy, Isaac y yo estábamos solos. Cameron, Sophie y los niños se habían ido a casa de los padres de Cameron a pasar el día, y volverían por la noche. En cuanto a Nick y Katy, Sophie les había dado el día libre. Así que eso nos dejaba el día para nosotros.
Isaac condujo, durante 15 minutos, por el puente de Oakland con unas vistas maravillosas.
— Elige: Chinatown, la zona del puerto o Union Square.
— ¿Todas? —pregunté sonriendo.
— Vale. —soltó una carcajada.
Aparcamos por la zona de Chinatown y pasamos por la calles abarrotadas de gente.
— Muchas veces me gustaría ser otra persona. —dije mientras salíamos de una tienda de souvenirs.
— ¿Por qué?
— No sé, quizá me gustaría no ser yo y vivir siendo una de estas personas que pasean por aquí. Me gustaría poder ser la chica que se acaba de casar, la que pasea por aquí sin saber que está esperando un bebe, la abuelita a la que sus nietos la esperan en casa, la niña que está empezando a hablar... no digo que mi vida, sea a aburrida, pero como será ser ellas...
— A mí me gustaría ser solo yo. —dijo cogiéndome de la mano. —Me gustaría dejar de ser, el hijo de, el nieto de... quiero ser solo Isaac.
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Creo que te quiero
RomanceQuerer no es fácil y cuando te cruzas con alguien como el hijo de tu jefa menos aún, pero tampoco es imposible. Blair tendrá que aprender a superar todo lo que tiene escondido dentro de ella y que le da miedo sacar, dándose cuenta de que lo que nos...