EXTRA ISAAC

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Isaac Hopkins

(Situado temporalmente en el capítulo 3 de Creo que te quiero)

Vaya mierda de día, de semana y de vida.
Al salir de la piscina, miré el teléfono que había dejado junto a mi toalla y miré la hora, había acabado el entrenamiento cinco minutos antes.

Me quité el gorro y fui hacia los vestuarios, con mi entrenador detrás hablando sobre unas competiciones a las que no me apetecía nada ir. De hecho, no quería ni nadar y el entrenador ni me caía bien.

— ¿Confirmo entonces? —me preguntó poniendo una mano delante de la puerta para que no pudiera pasar.

— ¿El qué? —pregunté con desgana.

— Joder, Hopkins, llevo hablándote de ello un buen rato. —Se pasó la mano que no sujetaba la puerta, por la cara. —En unas semanas vienen unos seleccionadores de los gordos, buscando gente para sus equipos e irse con ellos por ahí. ¿Confirmo tu participación?

— Mira... —intenté recordar su nombre, pero entre que tampoco recordaba saberlo, y que aun estaba de resaca, deserté el llamarlo por su nombre. —Haz lo que quieras, iré a esas malditas pruebas si eso significa salir de aquí.

— Está bien. —dijo apartando la mano de la puerta.

Suspiré agradecido, cunado se apartó y pude abrir la puerta.

— Hopkins. —me llamó antes de que pudiera entrar.

Me giré hacia él y me encogí de hombros.

— ¿Qué?

— Intenta no venir de resaca la próxima vez y cuídate un poco. —me miró con lastima. —Así nadie te va a querer.

Sabía que su comentario no debía a afectarme, estaba acostumbrado a oírlos. Quizá debería contestar más de una vez, pero prefiero callarme y olvidarme de su existencia y, por ende, de todo lo que ha dicho.

Al entrar al vestuario, Ben y Liam entraban a la sauna.

— Vente. —me dijo el primero.

— Tengo prisa, ya os llamaré un día y hacemos algo en mi casa.

Saqué mis cosas de la taquilla y guardé las gafas y el gorro en una bolsa de plástico. Iba a guardar el móvil, pero me llegó un mensaje de Thomas.

THOMAS W:

Hola, mierdecilla.

Voy para tu casa.

ISAAC:

Voy a empezar a cobrarte la entrada.

Y no me llames así.

THOMAS W:

Katy no permitiría eso y te encanta que te llame así.

Rodé los ojos y escribí de nuevo.

ISAAC:

Cuando me cambie, voy para allá.

Intenta no liarla.

Y deja a Katy tranquila.

THOMAS W:

Nunca molestaría a mi Katy.

Hasta luego cara de huevo.


Sonreí y dejé el móvil en mi mochila.

Thomas y yo, nos conocíamos desde críos. Sus padres y los míos eran amigos así que desde que eramos unos mocosos, nos juntábamos bastante. Cuando los padres de Thomas se divorciaron y mi padre murió, solo nos veíamos en clase, o cuando la madre de Thomas venía a casa a ayudar a mi madre con Lilian.

Creo que te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora